jueves 28, marzo 2024
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Muchas gracias a los trabajadores de la salud por su trabajo

Hay gente que no le gusta leer o escuchar ciertas cosas que consideran contrarias a su pensamiento. En esta columna hemos ponderado positivamente el manejo que las autoridades hicieron de la pandemia al inicio, hemos sido muy críticos con las políticas económicas que se han desarrollado antes, durante y seguramente después de la pandemia; en fin, hemos escrito a favor de los esfuerzos que han hecho varias instituciones para colaborar con esta coyuntura, pero también en contra de la vacuna de la compañía Astrazeneca,  por las consecuencias negativas que ha mostrado en el corto y largo plazo.

Desde esta columna hemos sometido a análisis los hechos, no nos interesa ser profeta o ponernos a frotar bolas de cristal para escribir sobre la realidad. Como siempre, hay personas que no están de acuerdo con lo que aquí se escribe, pero las valoraciones que hacemos se sustentan en los hechos puros y duros; es decir, no nos interesa hacer especulaciones de ningún tipo, ni elaborar pronósticos porque ya estamos llenos de profetas, pitonisos, expertos y demás personajes que vemos, escuchamos y leemos en los diferentes medios de comunicación.

Hay personas que realmente la están pasando muy mal, unas por exceso de trabajo y otras por todo lo contrario. No es fácil por estos días ser funcionario de la salud pública, se trata de personas que están sometidas a un estrés muy intenso y a jornadas de trabajo extenuantes; por el contrario, hay personas que han perdido su trabajo y empresarios que han cerrado sus negocios, todo, por las medidas que se han adoptado para intentar frenar los contagios entre la población costarricense.

En los servicios de salud, pública y privada, hay de todo. Me ha tocado tratar con médicos, enfermeras, técnicos, en fin, con funcionarios buenísimos; no obstante, también me he topado con gente que es todo lo contrario, sin vocación, mal preparados académicamente, mal educados y con un desprecio por el dolor ajeno que indigna a cualquiera que lo sufre y lo observa.

Sin temor a equivocarme la mayoría de los trabajadores que están dedicados a los servicios de salud son buenos. No vamos a incurrir en el error de generalizar por la conducta inadecuada de unos pocos, está claro que en esta coyuntura han mostrado su compromiso con el país; no es fácil trabajar en el contexto que les ha tocado en los meses que llevamos de pandemia y, pero aún, con lo que ha acontecido en las últimas semanas en que la saturación de los servicios ha llegado a niveles nunca vistos.

A la CCSS la hacen funcionar sus trabajadores. Sí, son trabajadores, no colaboradores. No es lo mismo trabajar que colaborar. En efecto, la acción de trabajar implica un esfuerzo físico e intelectual que la persona realiza y pone a disposición del patrono con el propósito de recibir de una remuneración justa; es decir, no se trata de una colaboración unilateral en que la obligación jurídica y económica de la contraparte (patrono) desaparece.

Los trabajadores de la CCSS no solo han dado su mejor trabajo sino que han colaborado con la institución y con los asegurados. Muchos de ellos han trabajado más allá de las horas que les corresponde, esa colaboración desinteresada y altruista debe ser resaltada y aplaudida por toda la población costarricense y por los medios de comunicación colectiva; sin embargo, esto último es difícil que se pueda dar, aquellos acostumbrados a destacar solo lo negativo no suelen hacer estos reconocimientos.

Desde esta columna reconocemos el trabajo de todos los funcionarios del sector salud. También agradecemos la colaboración que han dado más allá de sus obligaciones como trabajadores. Defendemos a carga cerrada a la CCSS y por eso también hemos señalado aspectos que deben ser corregidos y mejorados. La institución no son los edificios, ni las máquinas, la CCSS son las personas que allí trabajan.

¡ Muchas gracias a todos por su trabajo !

(*) Andi Mirom es Filósofo

 andimirom@gmail.com

columnapoliedrica.blogspot.com

 

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3 COMENTARIOS

  1. Muy de acuerdo con usted don Andy, el personal de salud está exhausto, se requieren medidas que entre otras permitan bajar la cantidad de contagios y de muertes relacionadas al covid.

  2. El gobierno está en una situación imposible, cerrar todo y despedazar la economía, o permitir el comercio y elevar los contagios, para rematar el montón de enajenados en el pueblo haciendo fiestas, huelgas, descuidandose, negando la pandemia, y echándole la culpa al gobierno de la irresponsabilidad del pueblo; y los grandes afectados son los trabajadores de la salud, por un lado la burocracia absurda e incompetencia en la administración pública los deja hasta sin salario, y por el otro, las grandes jornadas y daño psicológico de esa labor titánica que están realizando, al final de cuentas todo por culpa del pueblo, aquí no hay que señalar gobiernos, empresas, ni ninguna de esas conspiraciones ridículas que andan por ahí, es culpa de nosotros, el pueblo, nuestra idiosincrasia de no me importa nadie más que yo mismo!.

  3. Escribo a la 17:00 horas y pico esperando el comentario del troll que se hace llamar Flora Otoya. ¿Qué le habrá pasado? Será que está en schock por el resultado de la votación para la constituyente en Chile, digo, como es afín a los Chicago Boys y a la derecha que exista en todas las naciones.

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