El régimen de pensiones de invalidez, vejez y muerte (IVM) de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) está en peligro. No es algo nuevo, en otras oportunidades hemos tenido la misma amenaza y también la misma irresponsabilidad de quienes deben acometer el problema. Durante muchos años no se ha querido, como se dice popularmente, ponerle el cascabel al gato.
Cualquier persona medianamente informada sabe que el régimen tiene, desde su creación en el siglo pasado, un problema de origen. Las pensiones se iban a sustentar en el aporte del trabajador activo en aquel momento y en los aportes de los trabajadores que iban a venir posteriormente. La fórmula contemplaba también la expectativa de vida de los trabajadores, sin embargo, esta variable también se convirtió en un problema debido a la mayor expectativa de vida de los costarricenses.
Los políticos han tirado la bola hacia adelante con base en el margen de maniobra que brinda ciertos ajustes en las variables que inciden en el IVM. Se ha modificado la edad de retiro, las cuotas y los montos de los aportes, en fin, se ha jugado con estos aspectos para eludir medidas más radicales que resuelvan el desequilibrio financiero del régimen del IVM. Al final está completamente justificada la duda en relación con la conducta de los políticos y si han prevalecido intereses directos de los involucrados o solo un cálculo político.
El problema es relativamente sencillo de comprender, lo complicado es establecer la forma de solucionarlo. El monto de pensión que han recibido las personas hasta el sol de hoy, no se financia totalmente con los aportes dados por el trabajador a lo largo de su vida laboral; es decir, hay una diferencia entre lo que se aporta y lo que se recibe de pensión, incluso, no estamos hablando aquí de las denominadas pensiones de lujo en que la diferencia es más amplia y odiosa.
El tema es complejo porque el desequilibrio entre lo que se aporta y lo que se recibe debe pagarlo alguien. Los que ya están pensionados quieren que se les mantenga el monto que reciben, los trabajadores actuales no quieren que se le modifiquen las condiciones de aporte al régimen y menos que se les rebaje lo que van a recibir como pensión, y las personas que no han ingresado a la vida laboral se niegan a que se les aplique normas nuevas para que el aporte financie la futura pensión que tendrá.
Las medidas que se están planteando deben ser objeto de un profundo análisis. Lo peor que puede hacer la junta directiva de la CCSS es adoptar decisiones a espaldas de los trabajadores que, finalmente, son los que serán afectados de un modo u otro; en palabras sencillas, este tipo de decisiones deben ser objeto de socialización para que tengan la legitimidad que requieren.
Cuando hablo de los trabajadores, me refiero no solo a los grupos sindicales sino a grupos profesionales y personas que pueden aportar opciones de solución al problema. Se debe ser muy creativos desde una perspectiva financiera para idear una solución que no signifique un perjuicio para los trabajadores y que al mismo tiempo permita el sostenimiento del IVM.
El trabajador debe estar en el centro de la reforma y no en la periferia.
(*) Andi Mirom es Filósofo
columnapoliedrica.blogspot.com
De acuerdo en el enfoque de una situacion muy seria.A esos problemas fundamentales que encuentran todos los sistemas mundiales de pensiones, puede agregarle tal ves el mas grave : El mayor deudor y mal pagador de las cuotas de sus empleados es nada menos que el estado costarricense.La deuda es enorme y crece.Asi mismo el estado en su voracidad fiscal emite papel y mas papel (bonos)los cuales son adquiridos por los sistemas de pensiones del pais,incluyendo IVM,convirtiendose asi en la caja chica del estado.Usted tiene un sistema donde el estado no solo debe cuotas,sino practimante el 90% de los dineros IVM regresan al estado.
A ese gravisimo dilema agreguele que a las elites politicas el IVM les importa un bledo,pues el Poder Judicial tiene su propio fondo de pensiones,sumamente generoso, y ni hablar del Magisterio o Hacienda.Esos que asi por encima se mencionan como pensiones de lujo.Por ello cuando usted oye a la izquierda criolla chillando por la Caja, uno sabe que es pura paja, pose politica, pues son ellos mismos, los diferentes, los privilegiados, los que lograron con su influencia en el poder su pension de lujo.Los demas que se los lleve el carajo,es el mantra de nuestros socialistas.
Mientras no refundamos como dice nuestra Constitucion todos los sistemas de pensiones en uno solo,el IVM, siempre existira la inequidad y el peligro de dejar a muchos compatriotas en una vejez pauperrima.
Al troll que se hace llamar Flora Otoya: He de confesar que la intervención de hoy me parece más sensata y comedida, bastante diferente de lo que ha venido siendo la tónica de las intervenciones que lo caracterizan. Hasta dan ganas de leer el comentario aun cuando no se esté de acuerdo. Claro, su sesgo de ultraderecha y de neoliberal no se le quita.
El régimen de IVM está obsoleto, prefiero me dejen de rebajar ese dinero y yo me hago cargo de mi pensión, como debió ser desde un inicio, el estado me estafó y lo sigue haciendo!!!.
«Mucha Luz» observo y se desprende del comentario de «Flora Otoya». Ah y para quienes corresponda, decir que la objetividad no sabe de Derechas ni Izquierdas.
Neptuno Olas…ve vos. Digamos que ahora yo me voy a llamar Poseidón Mareas. Diay es que ahora no hay que usar el nombre porque lo importante es trolear.
A mí entender, el comentario de Flora Otoya no es
provocador, impertinente o fuera de congexto. «Todos» los gobiernos y no sólo los llamados de Izquierdas en las últimas décadas se olvidaron del Pueblo y miraron para si mismos en general. Pero Flora Otoya pone el dedo en la llaga y dice probable como se salvarían las IVM de todo y para todo el País. No espere Vd. salvar nada teniendo cada corporación o empresa pública su propia república. Pienso «Mucha Luz» ofrece el comentario de Flora Otoya en general.. Adiós.