jueves 28, marzo 2024
spot_img

La muerte es la posibilidad omnipresente durante la vida

La muerte de todo ser humano es un hecho que acontecerá en cualquier momento. Desde que nacemos la muerte es una posibilidad omnipresente, es un hecho que puede ocurrir en cualquier momento; Heidegger decía que es la posibilidad que se puede materializar en cualquier momento, tesis que nuestro pueblo suele sintetizar en la siguiente frase: para morirse solo hay que estar vivo.

La muerte es la más democrática de todas las posibilidades. Si entendemos que algo es democrático cuando se extiende a todas las personas, la muerte cumple a cabalidad con esa definición; sin embargo, esa justicia conmutativa se vuelve distributiva cuando se incorpora la variable tiempo, ya que no todos vivimos mucho y son pocos los que sí lo hacen.

Los criterios que utiliza la muerte para llamar a tal o cual persona no están claros. No se puede decir que el criterio es el de la maldad porque a veces se le presenta a personas recién nacidas que no han podido hacer ningún mal. Otras veces se le presenta, prematuramente, a personas que han actuado de buena manera durante el lapso que ha vivido; sin embargo, la muerte le da la oportunidad de vivir más tiempo a personas que durante su vida no se han comportado bien con sus prójimos.

La muerte, al igual que la desgracia, es terriblemente arbitraria. Sería muy bueno que dependa de las acciones o las jugadas que cada uno hacemos en el juego de la vida, es decir, como en la película de Ingmar Bergman, “El Séptimo Sello”; en efecto, la muerte le brinda la oportunidad a cada individuo de enfrentarse a ella y si las jugadas que realizamos son buenas, ella nos permite seguir jugando, a pesar de que ella siempre gana el juego.

La muerte no solo es la posibilidad omnipresente sino que se nos presenta de forma imprevista. No tiene mucha lógica para decidirse llamarnos, puede presentarse cuando estamos en nuestro automóvil haciendo un alto y esperando que otros vehículos pasen; o por el contrario, puede estar presente en una guerra en que es más propensa a llamar a mayor cantidad de personas, pero sin desvelar las razones que utilizará para permitir que siga con vida el soldado del bando A y los aspectos que tendrá en cuenta para que no suceda lo mismo con el soldado del bando B.

Al ser la muerte parte de nuestra vida, ella debería ser una referencia permanente para vivir.  Cuando tenemos en consideración que nos vamos a morir, la vida adquiere otra perspectiva y se redimensiona o revaloriza lo que puede ser importante en el tiempo que se tiene disponible para vivir; muchas veces la sociedad hace perder la perspectiva de lo que puede ser o no importante para cada individuo, lo importante no tiene que ser lo mismo para todas las personas. Eso lo debe definir cada persona.

La vida está vinculada a un tiempo incierto, por eso hay que vivir como si fuera siempre el último día.

(*) Andi Mirom es Filósofo

andimirom@gmail.com

columnapoliedrica.blogspot.com

Noticias de Interés

1 COMENTARIO

  1. Bienvenidos de nuevo filosofo Miron,el abogado Perez,el doctorcito Arce,el profesor Bolin y todas las demas estrellas de mi diario predilecto : elpais.cr.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Últimas Noticias