jueves 25, abril 2024
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Evolución del concepto de la enfermedad adictiva

Hablemos de lo casi no se habla

(Segunda parte)

Como se dijo en el artículo anterior, el objetivo de esta Educación Comunitaria es contrarrestar la reducida información que por lo general se tiene sobre esta enfermedad familiar, la que avanza en forma alarmante a través de una variedad de adicciones más allá del alcohol y de otras drogas. Costa Rica no es la excepción. Afectando millones de familias y a la sociedad en general.

Limitación educativa comunitaria y profesional por lo que no sorprende que en la actualidad se le aborde bajo una variedad de perspectivas psicológicas y psiquiátricas, dejándose de lado la educación, la prevención y el tratamiento directo de esta enfermedad tratable de fondo. Así como no es raro que se le denomine como un “trastorno” o “fenómeno” por parte de “quienes la ven desde afuera y desconocen la etiología académica de respaldo de este complejo síndrome (denominado como tal por la Organización Mundial de la Salud en 1977).

Siendo quienes la han sufrido personalmente y sus familias los que más la entienden. Así como su experiencia personal ha sido y continúa siéndolo el aporte fundamental complementario al sistema científico, durante más de doscientos años de investigación y estudio que ha conllevado el desarrollo del concepto de esta enfermedad familiar.

***

La finalidad del escrito del día de ayer fue familiarizar al lector con la evolución del concepto de esta Enfermedad hasta finales del siglo XVIII en que el Dr. Benjamín Rush, creador de la Asociación Americana de Psiquiatría en los Estados Unidos, a través de su investigación y experiencia. Habiendo sido la primer persona que escribiera que la “inebriedad” (embriaguez crónica) era el producto de una enfermedad y aportara seminal de la siguiente tesis brillante para su recuperación: 1. el alcohol facilita esta enfermedad, 2. el control favorece su progresión y 3. abstinencia total es la única forma de interrumpir su avance.

Es importante destacar que esta abstinencia total planteada por el Dr. Rush no incluía a las personas que podían tomar con moderación, sino sólo aquellas que perdían el control hacia esa sustancia. Tesis brillante que influenció el nacimiento de unos movimientos de templanza bajo el nombre de washingtonianos, los que alcanzaron un gran impacto en miles de personas que dejaron la bebida después de comprometerse individualmente en hacerlo. Grupos que a pesar de su éxito, se disolvieron dado a la falta de fondos y al no contar con una organización central y carecer de un programa coherente a esta enfermedad después de esa abstinencia.

Así como nacieron otros grupos de templanza moralistas que malentendieron esa tesis del Dr. Benjamín Rush. Los que lograron penetrar socialmente la creencia infundada de que cualquier bebida alcohólica era “como un diablo” que había que vencer y total abstinencia era la única medida para erradicarlo. Extendiéndose esa “total abstinencia” no sólo para quienes perdían el control hacia la bebida, sino para todos los ciudadanos en ese país a través de la llamada Ley Seca.   Aprobada por el Congreso de los Estados Unidos en 1919 y vigente sólo por diez años. Ley extremista que no significó un menor consumo de alcohol, sino por el contrario, facilitó para que se disparara el uso y abuso de esta bebida, conjuntamente con el tráfico ilegal de esta sustancia y de crímenes con proporciones inimaginables.

Este comprobado fracaso de esa Ley Seca abrió las puertas a nuevas propuestas de parte de personalidades de ciencia centrados en la investigación rigurosa que les permitió complementar la tesis del Dr. Benjamín Rush con nuevos conceptos y términos. Popularizándose el aporte del médico sueco Magnus Huss quien propusiera llamarle a esta enfermedad “alcoholismo”. Así como se iniciaron a partir de la década de los años treinta dos grandes revoluciones que implicaron cambios favorables, cuyo escenario principal fue la ciudad de New York.

La primera revolución se dió antes y después del nacimiento de Alcohólicos Anónimos en 1935, impulsada por los siguientes notables científicos:

Dr. Silkworth (1934) quien ofrece una Fórmula Simple referente a que el alcoholismo es una “alergia o reacción anormal mental y física”, por lo que inicialmente “la persona toma la botella hasta que gradualmente la botella lo toma a él o a ella.

En 1935 nace la esperanza con el surgimiento y evolución de Alcohólicos Anónimos (A.A,). Dado a que el sistema médico y psiquiátrico lo habían declarado sin sentido ni de ayuda, aún en 1940 las opciones para alcohólicos consistían en muchas camas en un hospital con poco o nada de tratamiento. Ya que si bien el alcoholismo contaba con aportes que lo constituían como una enfermedad, la investigación sobre cómo tratarlo era muy escasa a ese momento.

Dr. Tibout (1944), primer psiquiatra que apoya públicamente la filosofía y principios de A.A., contribuyendo al análisis del Libro Grande de A.A. en el que se exponen los fundamentos de la enfermedad del alcoholismo, los Doce Pasos para su recuperación gradual, conjuntamente con la evidencia científica en uno de sus capítulos llamado “La Opinión Médica”. Quien sugirió no separar el alcohol de otras drogas por el el riesgo de que algunos alcohólicos sustituyeran el alcohol por otras sustancias o que los drogadictos utilizaran el alcohol una vez en abstinencia de otras drogas.

Dr. E. Morton Jellinek, fisiólogo bioestadista, desde 1940 hasta su muerte en 1963 se dedicó al estudio del alcoholismo. Basado en sus investigaciones, lo describió como una enfermedad “que se desarrolla en cuatro fases distintas”, estableciendo los diferentes síntomas en cada una de ellas y sintetizándolas en lo que llamó la “Tabla de la Alcoholemia”. Aporte fundamental y herramienta eficaz para evaluar la prognosis, progresión gradual que conlleva, la que facilitaba su diagnóstico y plan de tratamiento posterior. Tabla aplicada hoy para evaluar cualquier tipo de adicción química y otras multiadicciones no químicas.

Este concepto de la enfermedad familiar adictiva continuó evolucionando con criterios cada vez más innovadores y de avanzada desde la práctica médica y terapeútica, siempre manteniendo los mismos principios y filosofía de A.A. Comunidad sobre la que se comentará sus orígenes, quienes la iniciaron e incorporaron otros aportes hasta la conformación de los Doce Pasos de los grupos Oxford que practicaban un “Plan de Mejora Personal”.

Próximas actividades educativas virtuales:

Conferencia gratuita sobre este y otros temas en el campo adictivo: Miércoles 9 de junio a las 6:00  p.m.

Módulo educativo ¿Cómo ayudarme para ayudar a un ser querido con una adicción. Sábado 26 de junio a las 10:00  a.m.

Inscripciones: centrocr@hotmail.com, Tel. 8657-7692.

(*)  Licda. Priscilla Spano Carazo es Adictóloga

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2 COMENTARIOS

  1. Que articulo tan ralito! Y para peores, dos partes!
    Se supone que trata sobre adicciones, y solo menciona estudios sobre alcoholismo de inicios del siglo pasado.
    Y claro, autobombo al final.

  2. El dilema siempre será con las personas en situación de calle,con consumo de sustancias psicoactivas y que no PUEDEN O NO QUIEREN,dejar de consumir/drogarse.
    El artículo apunta hacia aquella persona consumidora/adicta que SI QUIERE dejar de consumir/drogarse(EL UNICO REQUISITO ES EL DESEO DE DEJAR DE CONSUMIR-requisito único para pertenecer a NA-AA).
    Del trabajo con los Doce Pasos y buscar el lucro con su divulgación,hay un abismo insalvable.
    De que los sicólogos apliquen los doce pasos, dónde está el mérito?Puesto que todo termina en beneficio económico y profesional para el sicólogo/a.
    Cuando AA establece el poder de recuperación de un alcoholico trabajando con otro alcoholico, ahí estableció como se trabajan los Doce Pasos.
    Lo demás que se diga son adornos y sutilezas para lucrar con los Doce Pasos.
    Con todo respeto!

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