viernes 13, diciembre 2024
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Ataque a la megabanda de Caracas

Venezuela. Quienes me conocen saben que cuando hablo o publico algo es porque ya he investigado profundamente y tengo como el dicho en criollo, “los pelos en la mano”, nunca me ha gustado hablar paja y es por ello que pese a los acontecimientos, hasta este preciso momento no había opinado nada sobre el tema. Aprovechando mi condición de abogado, de trabajar en el Circuito Judicial Penal de Caracas, tengo la oportunidad de recibir información fidedigna y fresca de tales acontecimientos, información que me puede hasta llegar desde el mismo lugar de los hechos, información que ni en los medios ni en las Redes vas a encontrar, y esto es lo que en parte hoy les voy a compartir.

Antes de narrarles los hechos, quiero darles una primera introducción sobre el sujeto motivante de estas palabras, para comenzar no hablamos de hampa común y silvestre, de un específico lugar, liderado por una específica persona, toda esa historia de la Banda de la Cota 905, del Coqui como una suerte de Pablo Escobar no existe, o por lo menos no es del tamaño o peso que se le quiere dar; lo que sucede en Caracas es la estructuración de un Circuito o Corredor Criminal hecho a imagen y semejanza de las BACRIM colombianas producto de la “desmovilización”  de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC, Paramilitares). En Agosto de 2006, desmovilizadas del combate de selva antiguerrilero, se movilizaron y se integraron como especie de células muertas o en estado de hibernación en las ciudades de aquel país, mezclándose o ligándose en el ámbito urbano con los vestigios de las bandas de sicarios del Cartel de Cali y de Medellín, etc, llegando sus tentáculos hasta países vecinos como es el caso del nuestro. Las BACRIM son grupos delictivos que se diferencian del común u ordinario, por cuanto tiene un sustrato “Militar”, donde rige un orden jerárquico de mando y subordinación, un manejo táctico geoestratégico del control y manejo del territorio que ocupan, y porque funcionan como un grupo armado a disposición de un Alto Mando económico político “Invisible”, quienes son los que les financian, le apertrechan, ofreciéndoles a su vez, un manto de impunidad desde las instancias administrativas de poder, (entre ellas el Poder Judicial), como también del Poder de las Comunicaciones (puedes ver TV Colombiana, Prensa, etc, y no escucharán las palabras “Paramilitar”, o “Bacrim”, solo la de “Guerrilla”, “Terroristas”, o cuando quieren generalizar “Vándalos”).

Estos Grupos Paracriminales por decir, son utilizados a su vez por estos Altos Mandos tras bastidores, como una especie de Mercenarios o Sicarios que sirvan como instrumento de persecución, eliminación, y destierro de enemigos de cualquier tipo, hasta del ideológico, como se observa con la sempiterna y ya tradicional costumbre en Colombia de eliminar líderes o activistas sociales.  Estos grupos forman, a su vez, parte de la estrategia imperial de corporatización o privatización de la guerra, y del uso de la violencia, los BACRIM en Colombia, son los MARAS en Centroamérica, las MEGABANDAS en Venezuela, y hasta el ISIS en el Medio Oriente, cada una con sus cualidades propias del lugar, pero todas con una misma conformación, mismo propósito y objetivos; igualmente las mismas pueden ser contratadas o utilizadas para operaciones comandos, como fue la utilización reciente para el asesinato del Presidente de Haití, más de 20 de este tipo de personajes nacidos en Colombia han sido capturados allá, o es que tu crees que el advenimiento de las MARAS, como los colombianos utilizados para acribillar a Gadafí, o el nacimiento del ISIS, etc, todos estos a partir de la “desmovilización” de las AUC, no forman parte de un mismo plan o estrategia unificada con repercusión a nivel global. El Poder Global intentó el practicar con ínfulas de legalidad aquello de empresas como Dyncorp, Blackwater, etc, aquello de los “Contratistas”, pero una vez que estos fueron reconocidos como criminales de guerra afiliados a ejércitos regulares en jurisprudencia de la Corte Penal Internacional, enmarcándoles dentro del Artículo 4.1.4 del Convenio de Ginebra, desde ese momento, bajo esta figura de BACRIM o como se les llame, operan bajo la “clandestinidad”.

La estructura de los BACRIM o las MEGABANDAS en Venezuela es la siguiente: “El Organizador Externo”, (quienes son los que funcionan como enlace o emisarios entre los “Altos Mandos tras las sombras” y el “Principal Territorial”, son los que sirven de canal de financiación, de apertrechamiento de armas y municiones, de lavadores del dinero y de testaferros, coordinan las actividades de acción conjunta simultánea de manera multi territorial, son los que bajan las líneas políticas de los Altos Mandos. “Los Principales Territoriales”: quienes son los más altos jerarcas o jefes en el terreno de las bandas, estos sujetos son los que gestionan la droga, las armas, los alimentos y ejercen el comando de facto en su área de influencia, su designación no se hace a la fuerza o a plomo limpio (ese es un mito urbano), sino a través de la recomendación y nombramiento de un Organizador Externo, en el caso de la organización criminal de la Cota 905, alias “El Coqui” fue designado y es financiado directamente por la organización de Julito Vélez, ex concejal de Cúcuta, relacionado al partido de Álvaro Uribe Vélez y a su vez Alto Mando Coordinador de “Los Pelusos” en el Catatumbo, y de “Los Rastrojos” en el Norte de Santander, desde 2014 Carlos Luis Revette alias “El Coqui” con tan solo 26 años fue instalando para conformar su estructura en tal ámbito territorial, la familia Revette Chacoa es una familia originaria del Norte de Santander, altamente vinculada al Paramilitarismo, el padre del Coqui, Luis Jairo Revette Chacoa, ya hoy difunto, emigró precisamente de Cucuta Colombia a Venezuela en el año 1995, cuando el Coqui tenia 16, 17 años, se instaló en la Cota 905 como comerciante, siendo propietario de Bodegas, Licorerías, y Restaurantes en el lugar y sus adyacentes. “El Carro”: grupo de sujetos que forman parte de la Corte del Jefe de la banda territorial, exhiben su opulencia dentro del barrio, puesto que comparten el lugar más alto dentro de la organización interna, son los que controlan la asignación de las armas y de la droga que se distribuyen en el barrios, y son quienes mantienen a los secuestrados en las denominadas “neveras”, debido a su rango, muy pocas veces salen del barrio o de su área de influencia, sólo para “chambas” de gran magnitud o para celebrar fiestas y reuniones con miembros de otras células paramilitares, funcionan como emisarios del jefe ante otras bandas vecinas. “Las Mamis Perras”: son mujeres ya sean prostitutas o no, amantes de los miembros de la banda, o simples reclutas femeninas, que se dedican al trabajo de inteligencia y distracción, son las encargadas de hacer seguimiento, seducir, “marcar” y “pichar” a los objetivos de secuestro y sicariato, las de más belleza y categoría, son “Tuneadas”, es decir, operadas con prótesis mamarias o de los glúteos, y se les utilizan como anzuelo para pescar peces gordos susceptibles al secuestro, algunas de ellas han participado incluso en el enfrentamiento y sicariato contra funcionarios del Estado. “Cobradores”: los encargados de cobrar las “vacunas”, por lo general lo hacen por teléfono, contactando a los dueños de los negocios que están en la zona para extorsionarlos, también están encargados de los trabajos de inteligencia y de planificación de secuestros, son los segundones del “carro”, su incentivo económico es por comisiones del cobro de las extorsiones y de los secuestros. “Los avances”: son jóvenes experimentados, que por lo general operan en motos y vehículos, y su oficio es la “chamba” (robos menores y de vehículos) en las adyacencias de la zona donde opera la célula paramilitar, también están encargados de ejecutar los sicariatos de los funcionarios policiales o de los enemigos de la banda, labor que es recompensada en dólares, dependiendo del personaje asesinado, reciben una comisión por encargo de entre 100 y 1000 dólares, los más especializados o expertos en el uso de armas y explosivos, llegan a ser ascendidos como parte del “carro”. y por último, como el más bajo escalafón, los “Gariteros”: jóvenes recién reclutados, quienes acceden a esta labor bajo la promesa del lucro fácil y del reconocimiento social interno en el barrio por las jovencitas del lugar, como los mejores pretendientes, es el eslabón más débil de la organización, su trabajo es custodiar con armas de fuego los accesos al sector donde reside la banda paramilitar, del menudeo de la venta de la droga, y como soplones, por lo general, se tratan de varones jóvenes  de entre 15 y 20 años, residentes originarios del barrios, su incentivo económico es un salario que va de entre 20 y 50 dólares mensuales, más comisiones por la venta de droga al menudeo, y del sicariato de baja estima dentro del mismo sector, siendo esto último según su talento para ello, el requisito de ascenso a “Avance”.

Ya teniendo claro lo que es y como funciona una BACRIM, ya puedes entender que la Banda del Coqui por si sola no es una como tal, que el no lidera ninguna BACRIM, y que el ni siquiera llega a ser el segundón de un Pablo Escobar. En Caracas hay una sola BACRIM conformada por cuatro Principales Territoriales, coordinadas a su vez por un Organizador Externo ya sea este nacional o que opere desde la mismísima Cúcuta, el cual le rinde cuenta a un Alto Mando tras las Sombras que ya todos podemos intuir e imaginar de quién es, que a su vez, opera bajo las órdenes o bajo la coacción de un Poder Global; primero está la Banda del “Loco Leo” (Leonardo José Polanco Angulo) quien controla los barrios de El Valle (Cerro Grande, San Andrés, La Bandera), adyacentes al Fuerte Tiuna, el fuerte militar más importante de la ciudad, segundo La Banda del Vampi (Carlos Calderón), quien controla los Barrios del Cementerio (los Sin Techos, Los Cardones, El 70, 1ro de Mayo), limítrofe entre el Valle y la Cota 905, tercero La Banda del Coqui (Carlos Luis Revette) quien controla La Cota 905, adyacente a la Comandancia General de la Guardia Nacional, y el Helicoide donde tiene sus cedes la Policía Nacional y el Sebin, y cuarto la Banda del Garbis (Garbis Ochoa Ruiz) quien controla los barrios de La Vega (Las Quintas, San Miguel) limítrofe al occidente de La Cota 905.

Este BACRIM que conforma a su vez un corredor criminal, no funciona en este territorio por casualidad, está incrustado en el corazón de la ciudad, desde el mismo se controla desde las alturas visualmente a los dos centros militares más importantes en la misma, el Fuerte Tiuna y la Comandancia General de la Guardia Nacional, igualmente desde allí se controla al Helicoide centro más importante de las fuerzas policiales en la ciudad, y  a su vez, sirve de punto de playa que sirve para tomar el centro de la ciudad, lugar donde funcionan todos los poderes públicos de la nación, es un punto estratégico, por cuanto desde sus linderos fácilmente se puede tomar las vías principales que conectan a Caracas con el occidente del país, que es igual decir, el control del acceso occidental de la ciudad de Caracas, (autopista Valle/Coche, Carretera Panamericana Caracas/Los Teques a la altura del IVIC), estamos hablando de una ladera, de un punto estratégico militar a la hora de convertirse la ciudad en un centro de operaciones de guerra urbana, y es por ello, que pese haber decenas de barriadas adicionales en la ciudad, más grande territorialmente y más populosas, como Caricuao, Antimano, Mamera, Catia y sus alrededores, Pinto Salinas, Maripérez, etc; el BACRIM colombiano no se instaló allí, lo que demuestra que esto fue un plan de carácter geoestratégico premeditado, que forma parte de un ataque externo de mayor alcance y escala.

Lo que sucedió en estas ultimas 72 horas no fue algo espontáneo por ninguna de las partes, ni por los Altos Mandos tras las sombras desde Colombia y sus amos, ni por el Gobierno Nacional, el Gobierno tenía información de inteligencia de las acciones que iba tomar la BACRIM caraqueña, de allí que trazó un plan de operación una vez iniciasen sus acciones, la cuestión fue así, el Jefe del Comando Sur y de la CIA una semana antes visitan Colombia, coordinan con los Altos Mandos en las sombras de aquel país, para que estos bajasen la línea a su BACRIM en Caracas, de que creasen un caos, un show que coincidiese “casualmente” con la llegada de la Misión de Observadores Electorales de la Unión Europea, con miras esta de aprobar o no la observación de las Mega Elecciones planteadas para el fin de año, este Show serviría de excusa para esta Misión de declarar que por la “Situación de Ingobernabilidad y Violencia en la ciudad y por ende de país” no será posible ni viable el envió de Misión de observación alguna, y con ello, dejar la ventana abierta para declarar las elecciones venideras como espurias, manipuladas y no democráticas, es por todo ello, que en simultaneo, horas previas y en plena llegada de tal Misión, las bandas que conforman el BACRIM caraqueño, de manera coordinada comienzan a disparar e incendiar indiscriminadamente locales, hoteles, etc, en las zonas circundantes a sus áreas de influencia, escuchándose con ello, detonaciones hasta en la misma sede del Poder Electoral, lo que no sabían es que los órganos de seguridad estaban prevenidos de ello. El Gobierno sabiendo que las bandas iban a hacer una movilización general fuera de sus nichos, de sus territorios, aprovechó para ejercer una acción masiva de todos los órganos de seguridad, el adentrarse en simultáneo en sus territorios, y así capturarles y/o eliminarles en el retorno de estos, como el también, el de ir tras sus lideres una vez que sus círculos de seguridad han quedado disminuidos en hombres y por consiguiente debilitados.

La operación según la información que manejo ha sido un éxito, el combate anoche fue brutal, todo el territorio de la BACRIM a quedado desde anoche sin luz alguna, eso se realizó con total intencionalidad, igualmente Caracas desde ayer tiene bloqueada e intervenidas las comunicaciones, desde ayer en la noche hasta este preciso momento que les escribo, la comunicación celular no se puede dar, solo se puede comunicar uno mediante llamadas o mensajes vía WIFI, ha sido tomada en su totalidad y territorialmente la Cota 905, destruidas todas las garitas del Coqui, lo que da entender que la Banda del Coqui por ahora ha quedado desarticulada, todo el día de hoy, y hasta en este preciso momento, se está haciendo un peine por todo el lugar, en busca de hallar paradero de este Líder Negativo, y en operaciones quirúrgicas, lo que indica que la delación al haber puesto precio a sus cabezas por 500.000$ ha rendido frutos, me informan de muy buena fuentes, que tanto el “Loco Leo”, como al “Vampi” ya les dieron muerte, y se espera, según la fuente, que en esta misma noche madrugada, la noticia de la muerte del Coqui se pudiese dar, pendientes, muy pendientes esta noche, parece que las horas del Coqui están contadas.

Nota: llama la atención que nadie habla ni toca el tema de el “Garvis”, algo me dice que este se tranzó con el gobierno, la intuición me dice que fue este quien delató la acción conjunta y el paradero de sus compinches. Otro punto, como esta gente puede tener tal arsenal allí, puro armamento nuevo de guerra made in USA, que ni utiliza la munición rusa que utiliza nuestros órganos de seguridad, es hora de que se le pase escáner a la valija diplomática de las embajadas, es la única manera de pasar tanta cantidad así sin ser detectada.»

(*) Dr. William Fariñez, Abogado en el Circuito Penal de Caracas, Venezuela.

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