jueves 28, marzo 2024
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La desaparición de los partidos políticos

La desaparición de los partidos políticos, por desgaste, desencanto, confusión ideológica, ausencia de líderes y muchas razones más, es evidente, en Costa Rica hemos asistido a dos casos concretos: el PLN acabó junto al fin del gobierno de don Luis Alberto Monge; el PUSC terminó con el primer gobierno de Rafael Ángel Calderon hijo. ¿Por qué se acaban los partidos? Muchas causas, quizá la primera es que el ciudadano ya no tiene interés en pertenecer a un grupo político, más bien prefiere votar por quien cautive sus intereses o quien esté en posición menos complicada. 

La caída del PLN durante el primer mandato de Óscar Arias es incuestionable, su ideario político no se correspondía con la composición ideológica social demócrata, no, incluso sacó la famosa “meritocracia”, cuyo principal mérito era ser dócil y de perfil bajo, por lo general personas sin trayectoria importante en el PLN, lo cual era una excelente estrategia para él y una mala idea para el partido que lo llevó al poder. La huida de las tiendas fue inmensa, aún lo recuerdo, de ahí salió el PAC, posiblemente para convertirse en una fuerza viable y manejable (en aquel entonces no existía la reelección, muchos del PLN estaban interesados en coligar una nueva fuerza política pseudo social, liberal oculta tras ideas progres) hemos visto en estos dos últimos gobiernos, LGS y Carlos Alvarado, la inclinación a la facilitación de temas relacionados con el “arismo puro”, donde uno no sabe si ese partido es PLN 2.0 o Arismo 2.0; sin duda alguna Oscar fue un hombre inteligente y no permitía estrellas cercanas que opacaran su brillo. Mucha gente valiosa se fue de liberación y nunca regresó, algunos acamparon en el PAC, otros se aislaron de la política.

 

Luego vendría la presidencia de Rafael Ángel Calderon Fournier, un verdadero extraño en la escena política nacional, cuyo principal mérito era ser hijo del doctor Calderon Guardia, atravesó el firmamento político de manera desteñida y prácticamente selló su salida del PUSC y su personal pérdida del poco mérito que tuviera. Hoy por hoy no pertenece al PUSC, su imagen es básicamente cero, quizá por los sucesos que lo hicieron llegar a aparecer como alguien enlodado por negocios del estado, aunque siempre he creído en su inocencia. 

 

Luego un PLN totalmente romántico, toma al hijo de don Pepe y lo coloca como candidato y gana las elecciones, no demostró tener ningún tipo de liderazgo, porque nunca lo había tenido y se valió de una estratagema tipo Oscar, formando el efímero ATD, grupo de apoyo a la toma de decisiones, formado por verdaderos extraños al PLN, ya se había comenzado a desaparecer esa agrupación política. Luego, dos candidatos del PUSC, aunque buenas personas, no tuvieron raigambre en la población y menos en su partido, pero ocuparon la presidencia por default. Laura Chinchilla, sin penas ni glorias, llegaría por la primera vez fortalecida unión de las mujeres, fue entre otras cosas, la Presidente de las mujeres. 

 

El artífice del PAC, Ottón Solis, desbancado de su agrupación política, dio paso a dos desconocidos para llegar a la presidencia, que han sabido co gobernar con las fuerzas vivas del neoliberalismo económico, sin ningún tipo de prudencia, olvidando los principios que otrora pregonara su fundador, una ética muy bizarra, unas asociaciones totalmente atípicas, en fin, los dos presidentes ideales para las clases poderosas. 

Hoy tenemos veinte candidatos, posiblemente buenas personas, pero sin méritos que los conviertan en aquella figura líder que necesita el país de manera urgente, no obstante de una u otra manera una persona de esas será quien ocupe la silla presidencial en el 2022.

 

No importaría la desaparición de los partidos, porque es un fenómeno mundial, por suerte ha ido desapareciendo el culto a la personalidad, porque sea como sea ni el PLN ni es PUSC fueron jamás democráticos en su seno, fueron grupos de poder en alianzas para su beneficio propio. No son necesarios los partidos en “la política de la desesperanza”, en realidad la desesperanza aglutina grupos totalmente heterogéneos, que buscan soluciones, atinadas o no, estas llegan por asociación de ideas. Quizá esta disociación de ideologías, sea sencillamente el resultado lógico de la ausencia de esperanzas y de rutas viables para la sociedad. Los partidos demostraron en el último cuarto de siglo, ser incapaces de formar criterios uniformes (sic), dando lugar a un papel excesivamente protagónico de los presidentes, con ausencia de liderazgo legislativo. 

 

Somos la suma de todos los errores y todos los aciertos.

 

(*) Dr. Rogelio Arce Barrantes es médico

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4 COMENTARIOS

  1. Interesante artículo, efectivamente la democracia basada en partidos políticos está en proceso de extinción, ya en algunos países se practica una democracia con participación directa de los ciudadanos sin intermediación de partidos políticos. No siempre los partidos políticos han existido y no debe sorprendernos que dejen de existir , la humanidad evoluciona y es posible que la fanfarria electoral comercializada que vivimos sea sustituida por métodos más conscientemente participativos.

  2. Existe gente que vive en una ilusion perpetua que cree que existe algo llamado «democracia» cuando esta a la vista de todos que quien menos ejerce el poder en CR es el pueblo. Su imaginario es tan fuerte que no dejan de afirmar la quimera como algo real una y otra vez. Esto es parte del retraso moral e intelectual que se vive en Tiquicia.

    Tiquicia es un pais raro.

  3. Los partidos políticos no son más que agrupaciones de algún sector económico buscando beneficiarse, me parece corrupción el que se le permita recibir apoyo económico a los candidatos por parte de el sector privado, tampoco debería existir la deuda política, las campañas electorales deberían de limitarse a difundir el plan de gobierno y debatirlo, así como llevar un análisis de factibilidad para quitarnos de encima a los populistas, esto debería hacerlo el TSE de forma equitativa.

  4. Bueno, es que ahora los partidos políticos no se inscriben para hacer propuestas o servir de alguna manera a la población, en realidad se volvieron un fin en sí mismos. Ahora esas maquinarias son para servir los intereses de los Arias, de La Nación y de Chema…ya no hay planteamientos «populistas» que tanto preocupan a algunos, ya no tienen que fingir una profesión de fe democrática que nunca han tenido…todos al servicio de los usureros y evasores fiscales que están saqueando este país.

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