viernes 19, abril 2024
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Uno no es de izquierda para ser miope

“Uno no es de izquierda para ser miope”, ahora le digo a los jóvenes. Mirar profundo, sentir limpios horizontes y avistar nuevos paisajes de lo justo, es el caminar del progresismo con rostro humano, de la izquierda con corazón. ¿Qué otra cosa podría esperar de una juventud y un pueblo de avanzada?  

A mí me importa el ser humano inmediato, el de carne y hueso, gesto que incluso sobrepasa mis propias apetencias ideológicas, muy zurdas, por cierto, pero que no obnubilan mi mirada cuando detecto una injusticia y la posibilidad de menguar sus consecuencias. El ser humano está de primero, lo vuelvo a decir, y como en Fidel Castro -en su época de generosa madurez no sectaria- que concibió la amistad y el agradecimiento hasta  como un brazo que alcanzó a más de un adversario ideológico. ¿Acaso no fue el caso del gallego Manuel Fraga Iribarne, declarado en 1991 “huésped ilustre de la ciudad de La Habana”? Fue de este modo porque Fidel fue capaz hasta de ser su amigo, de reconocerle méritos a alguien “diferente”. Sirva lo anteriormente dicho para destacar  la miopía de quienes se oponen al reconocimiento de la ciudadanía costarricense al escritor Sergio Ramírez, con diatribas que vienen desde el más variado ángulo del espectro político, izquierda incluida, majaderías que considero patéticas.

Sergio no es ningún extraño a nuestra tierra; todo lo contrario, su presencia entre nosotros ha brindado frescor y luz, hijos aquí nacidos, y una destacada solidaridad cuando Somoza nos amenazaba. Sergio es un nicaragüense que pertenece a la familia costarricense, como mi madre, mi abuela, mis tíos, gente que se mudó a Costa Rica provenientes de León y Chinandega, y con un retrato de Rubén Darío en una vieja valijita. El humanismo revolucionario no tiene fronteras, es global y solidario.  Cuando entono La Internacional es esto lo que afecta mi corazón.

Gratitud, homenaje y amparo jurídico es lo que se le ha ofrecido porque su caso es meritorio. Yo estoy de acuerdo. Repudio que el régimen de Ortega quiera ponerlo en una cárcel para acallarlo. Ninguno de los expresidentes que hicieron la sugerencia de la que hablamos son, por donde quiera verse, santos de mi devoción política, circunstancia que no quita que aplauda la iniciativa. Si los proponentes tienen una agenda velada, allá ellos, que no es un espanto que suscribamos las almas sinceras y desprendidas.

El tema no son los expresidentes, ni las agrias relaciones entre el clan Ortega y el gobierno de los Estados Unidos, sino el sometimiento a consideración legislativa una ruta jurídica para expresar con la mayor concreción una urgente solidaridad. Yo lo entiendo así, sin cálculos mezquinos y politiqueros, porque no hablaría bien de mí pedirle a Sergio, al ser humano, que me pusiera, primero, al tanto de sus actuales afinidades ideológicas, condición indigna, solo antes de ofrecerle casa y aprecio. Todavía hay en el humano gestos gratuitos que ennoblecen a los pueblos.

(*) Allen Pérez es Abogado

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4 COMENTARIOS

  1. Totalmente de acuerdo con usted, yo siento que debemos proteger a Sergio con un asilo político pronto y cumplido, el asunto de nacionalidad de honor no es si la merece o no, es que los expresidentes no pueden repartir “fueros” especiales. Reiteró que soy pro nicas desde joven, antes de la caída de Tacho, porque empecé a ir a pasear a esa bella tierra desde chiquillo pues papá nos llevaba una vez al año, ahí aprendí a quererlos, después estudiante en mexico conocí mucho nica mujer y hombre, realmente me llevé muy bien con ellos y ya los últimos años me ha sucedido igual. Lo que yo objeto es esa carebarrez de los expresidentes de repartir fueros especiales. Por supuesto que si se la dan, está bien, a mi edad ya uno no lucha más que contra uno mismo.

  2. Asi como Allen tiene familiares nicaraguenses,asi una gran cantidad de familias costarricenses.Soy una de ellas.Tambien conoci la Nicaragua de los 50,60 y 70s ,epoca de los Somoza, adversario de mis familiares y amigos.Pero cuando ellos gobernaban,Nicaragua era un pais de respeto en Centro America.En produccion se daba duro con Costa Rica.40 años despues de una Revolucion que todos celebramos,palpamos en que termino todo.Somos muchos los que participamos de las iusiones de la juventud solo para que los años nos enseñaran una vez mas, que la vida no es justa.Pobre Nicaragua !

  3. Desde que tengo memoria de las luchas sociales y políticas en Costa Rica, recuerdo que somos los de la izquierda quienes hemos luchado por la democracia en esta parte del mundo, los de la derecha sólo han defendido un statu quo que los favorece en detrimento de la gran mayoría de la población. Ahora bien, me refiero a la izquierda democrática, si la izquierda no es democrática tampoco lo es de verdad, eso de la tal dictadura del proletariado y de que la libertades son burguesas no me lo creo, son caminos que conducen al totalitarismo. al igual que los de la farsa neoliberal que está acabando con la democracia y nuestro estado social de derecho…lo que queremos en América Latina son democracias verdaderas y no meros circos electorales como los de Somoza y oros similares, ni tampoco los que ahora se efectúan en Costa Rica, Nicaragua, Honduras y otros países de la región donde el dinero y la coacción mediática son los que tienen la última palabra

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