Columna Poliédrica
La sociedad chilena se cansó de la receta neoliberal. Después de décadas observando la privatización de una serie de servicios, especialmente, relacionados con el área social, los ciudadanos chilenos explotaron contra las medidas del gobierno de Sebastián Piñera; aquella reacción ha significado la apertura de un espacio de reforma que, se espera, pueda concretarse en una nueva Constitución Política con una clara impronta social.
Por mucho tiempo pusieron a Chile como el ejemplo que los países latinoamericanos debían seguir. Evidentemente esa tendencia ha venido a menos en los últimos años en que los efectos de esas políticas han develado su cara más negativa; en efecto, el deterioro de los índices sociales, la polarización que se ha dado en el ingreso de los chilenos y las protestas contra este tipo de políticas por parte de los grupos de la sociedad civil, ha evidenciado que el modelo chileno no era lo que se decía.
La reacción de la sociedad chilena ha sido contundente. No solo han exigido una nueva carta constitucional, sino que después de muchísimos años han decido elegir un candidato y un gobierno con una ideología claramente de izquierda; se trata de un repudio contra un modelo que ha creado una sociedad de pocos que tienen mucho y de muchos que tienen poco.
Los mismos efectos que ha experimentado la sociedad chilena son los que está teniendo la sociedad costarricense. Hablamos de una marcada desigualdad en el ingreso y un deterioro acentuado de los servicios sociales, acompañado ello por una privatización de las instituciones estratégicas del Estado del Bienestar costarricense; es decir, Costa Rica presenta muchas similitudes de esa cara negativa que los neoliberales propiciaron en la sociedad chilena y que ha generado el repudio generalizado de los chilenos.
La mayoría esperamos que se respete la decisión de la mayoría del pueblo chileno. Casi cincuenta años después la izquierda chilena vuelve al poder y con un candidato sumamente joven, aspecto que genera una gran expectativa y que dependiendo de las acciones que adopte el nuevo gobierno, puede que ello se convierta en el principal argumento de la derecha y ultraderecha chilena para oponerse a la nueva realidad política del país.
Esperemos que la democracia chilena y sus instituciones puedan canalizar esta nueva correlación de fuerzas. Es inevitable que nos vuelva a la memoria la última vez en que la izquierda chilena ganó y gobernó con Salvador Allende, por ello esperamos que en esta oportunidad se respete la decisión democrática adoptada por los chilenos y que los militares, por ejemplo, no interrumpan el devenir del nuevo gobierno que asumirá el poder en ese país
El ejemplo de Chile, sin lugar a dudas, debe servirnos a los costarricenses para reflexionar sobre lo que queremos para Costa Rica. En lo negativo que llevó a la sociedad chilena al estallido social y en lo positivo en relación con el proceso de reforma que han comenzado y que esperamos llegue a una culminación exitosa.
(*) Andi Mirom es Filósofo
Quisiera ser tan optimista como Miron,o mas bien deseosa de que lo que anhela, sea cierto. Ahora las realidades.
Hablamos que les llega a gobernar un muchacho que no se le conoce trabajo alguno,ni estudios,menos que sepa dirigir un pais. Solo eso es motivo para preocuparse,mas si lo que se le conoce es ser miembro destacado de la Juventud Comunista Chilena. No querramos eso para Costa Rica. Con Luis Gulllermo y Carlos Alvarado , creo fue suficiente.Pero volvamos a Chile.No dudo que pronto esten llegando inversores chilenos y empresarial a nuestro pais. En eso ganaremos ,como la cantidad de familias chilenas que hoy nos acompañan de los años 70.Fuga de capitales, retroceso y pobreza le espera a Chile. Se acuerdan del emporio que era La Habana ? o aquello de ‘ta barato dame dos», de los venezolanos, o en Paris «rico como un argentino » o el granero de Centro America que era Nicaragua. Por ello, del anhelo y deseo a la realidad hay un enorme trecho. Si algo debemos los costarricenses aprender es que nosotros estamos en el patio trasero de los EEUU, asunto que debemos aprovechar al maximo,y asi a nuestros ciudadanos les ira mucho mejor.
Impresionante esta Flora, habla de pura sumisión, hay gente que no se cansa de ser esclava.
Cierto don A. Ortiz, y quedò bien chimada tambièn esta doña Flora.
A la vuelta de 35 años, Costa Rica pasó a ser uno de los países más desiguales del mundo, subrayo, del mundo. Ese resultado se lo debemos a las políticas económicas que se han desarrollado durante estos años y que no había que ser un economista genial para entender que eso iba pasar, muchos lo entendíamos, muchos lo han dicho pero también muchos han sucumbido a los cantos de sirena del neoliberalismo y para muestra el botón del primer comentario de esta sección. No se trata de ir de un extremo a otro, Chile lo ha tenido que hacer así porque el giro a la derecha ha sido tan profundo que ahora está siendo lo posible por equilibrar un poco ese desbalance que se generó desde 1973. Ojalá que este muchacho tenga la inteligencia y quienes le rodean de llevar a Chile por la senda de un buen gobierno para beneficio de los que menos tienen.
Chile ha sido mencionado por un gran cantidad de políticos costarricenses como el gran modelo de desarrollo a seguir desde hace muchos años. Desde que todo Chile salió a la calle en el 2019 y que debió aceptarse que el modelo es un verdadero fracaso social, un disparador de desigualdades y de generación de pobreza y que confirman todos los indicadores económicos y todas las mediciones sociales, se han quedado bien callados en Costa Rica la gran cantidad de políticos que mencioné al inicio.