jueves 28, marzo 2024
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El lenguaje secreto de Figueres: I parte

Las masas son femeninas y estúpidas. Solo la emoción puede mantenerlas bajo control. -Adolfo Hitler

En el manual de la política costarricense conforme se acercan las elecciones presidenciales, una visita al Mercado Central de San José es un evento de rigor en nuestra democracia. Con ello, quienes aspiran al poder buscan comunicar cercanía con las clases populares con el fin de sumar votantes. Para lograr el objetivo, la comunicación no verbal, llamada también el lenguaje secreto del cuerpo, cumple un rol fundamental. A través de los gestos, expresiones faciales, el movimiento del cuerpo, uso del espacio, entre otros elementos, se da una declaración silenciosa de los sentimientos, intenciones y actitudes del o la aspirante.

En el caso de la política, esta se supedita a una serie de objetivos e intereses. Así por ejemplo, se busca generar y reforzar emociones que acrediten a la figura política que va tras el voto. En la arena electoral, por tanto, la comunicación no verbal puede ser vista como un mecanismo de persuasión, manipulación, y motivación. Dentro de sus fines se busca la credibilidad traducida finalmente en el voto.

Entre quienes han visitado el Mercado Central con dicha intención se encuentra el aspirante presidencial por el Partido Liberación Nacional. La visita aconteció el 16 de noviembre de 2021, algo temprano de lo que se acostumbra en contiendas y un día después de que varios alcaldes liberacionistas fueran detenidos por autoridades judiciales en la “operación diamante”. El paseo por el Mercado se enmarca también en un periodo de declive de la intención de voto para el candidato. Así por ejemplo, de acuerdo con el Centro de Investigación y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica, CIEP, la intención de voto para Figueres Olsen pasó de 19% correspondiente a octubre, a un 13% en el mes de noviembre. Profundizar en dicho evento puede resultar de utilidad a varias semanas de la elección nacional, pues enero es un mes donde los candidatos intensifican su acercamiento con potenciales votantes y normalmente utilizan una serie de estrategias con la intención de conquistarles. Asimismo, una situación suscitada entre el candidato y dos mujeres, puede ofrecer información que normalmente pasaría por desapercibida.

Entre los objetivos de su paso por el mercado, su equipo de campaña realizaría un spot en el que se deseaba mostrar la mejor cara de la política emocional, donde los electores no necesitan ser pensantes, sino meros instrumentos de la ‘videopolítica’. Se socializaría la ‘marca de su líder electrónico’ en medio de helados de sorbetera, abrazos, sonrisas y selfies. Esencialmente se buscaba transmitir un mensaje que no requiriera mayor esfuerzo analítico o reflexivo por parte de los potenciales votantes,  en la que básicamente se transmitieran emociones positivas popularizando su nombre. No hay que olvidar que una de las caras de la propaganda es precisamente ‘enamorar’.

El encontronazo

El candidato tiene un historial de confrontaciones. Así, por ejemplo, en la precampaña liberacionista de 2017, en la cual perdió, optó por tener encuentros públicos llamados ‘contestatones’. Para la precampaña 2021 optó por suprimirlos. No obstante, su instinto de atacar prevalece. En la actualidad la diferencia reside en el ‘grado’ en que lo hace. Muestra de ello fue su decisión de enfrentarse a dos mujeres que le cuestionaron uno de los atributos clásicos esperados de un buen político: rectitud moral. Examinar en mayor detalle la situación permite profundizar nuestra forma de entender la política y a este candidato en concreto, pues normalmente el foco de atención se centra en el discurso. Pero, realmente hay más que ello, involucrando la observación y el lenguaje corporal. Ahora intentaremos adentrarnos en ello.

Vídeo accesado de la página CULTURA.CR en Youtube y realizado por el periodista Oscar Ulloa de Repretel.

A nivel de kinésica (o movimiento del cuerpo), en primer lugar están las palmadas que da el candidato. Hay contextos en los que este comportamiento es socialmente aceptado, como cuando se da entre amistades en un ambiente distendido, pero también hay situaciones en las que dicho gesto tiene un lado oscuro, tal y como se confirmó en un estudio realizado en Bélgica en el 2012 en el que se analizó el efecto de las palmadas en distintos contextos. En el caso del aspirante verdiblanco, la connotación de su gesto es similar a los hallazgos de la investigación Belga. ¿Por qué? Porque cuando se le rechaza, él opta por esta reacción. El secreto está en que él lo hace de manera camuflada, dando la impresión que es solo gesto inocente y cálido.

Como se observa en el vídeo de Ulloa, el candidato fue rechazado por dos mujeres. A la primera mujer (quien lleva blusa color salmón) le llamaremos ‘mujer A’, y a la mujer que posteriormente él se le acerca (con blusa a rayas en blanco y negro), le llamaremos ‘mujer B’.

Mujer A: ¿No le da vergüenza lanzarse a Pre…? (parece que intentó decir ‘Presidente’)

(Figueres le interrumpe) Le da dos palmadas en el costado (se escuchan las palmadas).

Figueres: No, no me da vergüenza. (Lo dice mientras él no le deja terminar de hablar. Luego inclina el tronco y acerca su rostro al de ella en una declaración abierta a la confrontación).

Este comportamiento se puede explicar a la luz de varios patrones que el candidato ha presentado a lo largo del tiempo, según he constatado en decenas de videos e intervenciones que él ha tenido. Así las cosas, dicho episodio se puede también entender como una muestra de la distancia existente entre un segmento importante del electorado  y los partidos políticos costarricenses. En consecuencia, como su imagen de poder ha sido vulnerabilizada, entre sus primeras reacciones él opta por el palmoteo y el acortamiento de la distancia física para de esta manera cerrar el espacio, confrontar e imponerse. Como efecto, lejos de calmar los ánimos, lo que logró fue alterarlos.

Posteriormente, en su búsqueda por tener el control de la situación, el candidato opta por ir más lejos.

Mujer A: A robar más…a robar más (mientras hace un gesto de afirmación con la cabeza). Él la observa a los ojos, sacude la cabeza en gesto de ‘negación’ y le coloca su mano sobre el hombro.

 

Captura de pantalla del video realizado por el periodista Óscar Ulloa. Batalla de gestos entre una mujer y el candidato. La distancia entre el electorado y los candidatos es también muestra del desencanto en la población por los partidos políticos nacionales. De ahí que en los partidos haya políticos que se ven obligados a realizar “patadas de ahogado” con el fin de enamorar a la gente, o al menos de conseguir su voto.

A robar más, sinvergüenza (Vuelve a inclinar el torso hacia ella).

El candidato pasa de las palmas y la confrontación, a colocar su mano sobre el hombro de la mujer. Este tipo de gestos fueron estudiados por Ekman y Friesen ( 1972 ) y los clasificaron como gestos reguladores. Ello significa que, quien los ejecuta y dependiendo del contexto en que se den, busca alterar la conducta de las demás personas así como enviar un mensaje que no siempre es percibido de manera obvia por quien lo recibe. Lo que se dice con el cuerpo es: yo tengo el control. Con ello lo que se busca afianzar una relación vertical de poder. Y es que en su autopercepción como élite política, su gesto viene a subrayar una constante en él: quien domina soy yo.

Segundos después, la mujer retira de su hombro la palma y le dice:

Ni me toque sinvergüenza. (Ella se muestra molesta, pues se le ha invadido el espacio personal. Luego, continuando en un juego de esgrima de la comunicación no verbal, él se desplaza hacia la señora de al lado e intenta abordarle.

Mujer B: No, no, no, no, no…. (Le rechaza con uno de sus brazos)

El candidato: No me da vergüenza. Él la toca con el costado del brazo y mantiene el puño ligeramente cerrado. Luego comienza a alejarse. La mujer extiende el brazo indicándole que no se le acerque, que se retire.

Captura de pantalla del video realizado por el periodista Óscar Ulloa.

Cuando el protagonismo se ve fragilizado. Obsérvese que el candidato levanta su codo y con su brazo forma una barrera protectora entre la mujer y él. El aspirante compite por mostrarse fuerte, pero su cuerpo también delata su vulnerabilidad. Además, como es habitual en su repertorio no verbal, se aproxima a cerrar el puño para exhibirse como persona fuerte.

Mujer B: Vaya a robar a otro país. Él se vuelve nuevamente a acercar, gira el tronco hacia las mujeres y les dice: Les agradezco el voto (y se retira).

Mujer A: Viejo, vaya robe a otro país. (La última palabra queda en manos de la mujer).

A nivel de proxémica, la cual estudia el uso del espacio, llama la atención el manejo que el candidato hace de este. En primer lugar, en medio del rechazo él no opta por continuar el recorrido por uno de los pasillos del mercado, sino que se detiene a polemizar con potenciales votantes. Se observa además una contradicción importante. Por un lado, su cuerpo desea avanzar (huir de la situación), pero este se inclina hacia las mujeres en una declaración abierta a encarar. Finalmente, cuando la situación parece no dar para más, se devuelve para “suavizar el juego”, haciendo alusión a que ellas –supuestamente- le darán el voto y que él -desde ya- les agradece el gesto. Con la intención de retomar la supremacía, les recuerda que su lugar es ser ‘votantes’, ser parte de la ‘masa’ y que el votó será para él, para el ‘líder’. Muy coherente con la realidad de los partidos ‘atrapatodo’ (catch-all party), la cual señala que las personas votantes se han tornado menos leales, más heterogéneas y que en medio de la presión, no queda de otra que buscar votos en situaciones donde no los hay y donde escasean. Finalmente -y no menos importante- la desaprobación que las mujeres muestran se puede explicar bajo uno de los estudios más recientes sobre la percepción que tiene la población sobre los partidos políticos. De acuerdo con mediciones del CIEP, para abril de 2021, los partidos políticos costarricenses contaban con un 87% de no simpatía.

Lo que no se ve

Si algo es de interés en la comunicación no verbal es precisamente lo que no se percibe a simple vista. El candidato ve vulnerabilizado su protagonismo y es fiel a su estilo confrontativo, pero opta por “reprimir” y “envolver” dicho hábito con el fin de aderezar su reputación. A él no le gusta que su poder sea atacado. Trata de controlar impulsos, pero su cuerpo le delata. Su cuerpo sabe cosas que su mente desconoce. En su altercado nunca hizo referencia alguna al cuestionamiento de si iba a “robar más”, limitándose en decir “no me da vergüenza”. De las masas espera un deber sagrado, reelegirle. Sus gestos no son anárquicos, pero tampoco se perciben como genuinos. En gran medida estos corresponden a un lema instaurado en él: un Figueres nunca pierde. Por su comportamiento, la realidad y el pasado no encajan bien en él, prefiriendo eludirlas hasta donde sea posible. Si hay algo contundente en él es que el motor de su conducta no verbal es uno solo: el orgullo.

En la segunda entrega profundizaremos en ello.

(*) Marlon Segura, coach y analista no verbal. Es graduado en teatro y cine, Universidad de Costa Rica – Universidad de Kansas, con énfasis en Ciencias Políticas. Master en Educación Internacional, Universidad de Massachusetts. Estudios de análisis de movimiento, Ecole Jacques Lecoq, París.

elcuerpopolitico@gmail.com

Materiales de consulta

Balandier, G. (1994). El poder en escenas: De la representación del poder al poder de la representación. Barcelona, España: Editorial Paidós.

Camps, J.; Tuteleers, C.; Stouten, J. & Nelissen, J. (2012). A situational touch: How touch affects people’s decision behaviour. Social Influence; 1-14.

Centro de Investigaciones y Estudios Políticos, CIEP. (2021). Informe de Resultados del Estudio de Opinión Sociopolítica. Universidad de Costa Rica.

Ekman, P. y Friesen, W.V. (1972). Hand movement. Journal of Communication, 22, 353-374.

Goldberg MA, Katz B. (1990). The effect of nonreciprocated and reciprocated touch on power/dominance perception. Journal of Social Behavior & Personality. 5(5):379–386.

Henley N. (1986). Body politics: Power, sex and nonverbal communication. Holliswood, NY: Spectrum.

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9 COMENTARIOS

  1. Es de admirar Jose Maria.Hay que tener mucho control para ser un buen politico y enfrentar
    con piel de cocodrilo los embates de conocidos,familiares y desconocidos.Yo ,mujer, no me dejo que cualquiera
    me insulte.Debe ser la reaccion mas normal,menos reposada y civil.Probablemente la mas humana y que no necesita de estudios profundos para comprenderla.Pero el ambiente era de mercado, que se podia esperar ? Error de quienes le manejan su programa de visitas, de exponerlo de esta manera.
    Jose Maria por mucho es el mas preparado,el de mayor conocimiento del aparato estatal,trabajador incansable,
    sencillo y de mucha empatia.Con sus relaciones internacionales es en este momento el candidato ideal.Ojala y los costarricense tengamos la sabiduria de elegirlo a el, y olvidarnos de tanto principiante.

  2. Era de esperar que la tal Flora iba a estar por aquí dándole apoyo al ladrón…

    Gracias Marlon por el artículo! Esperamos la segunda parte

  3. Muchas gracias. Interesante análisis. En mi opinión el lenguaje verbal y no verbal de las mujeres comunicaron más de lo que el candidato ha querido expresar a través de su historia.

  4. Tenia razon Hither, cuando vemos las masas de hombres hacerse los suecos para no confrontar corrompidos elementos, cuando un par de ejemplares damas le cantaron 4 verdades a ese fulano. Siga el poder mediatico vendiendo escapularios del diablo, ha un pueblo descerebrado, miedoso y adormecido.

  5. Conciencia y vergüenza, es lo menos que tiene cualquier ladrón. En lo personal, la mayor decepción es observar como el poder mediático le abre las puertas a un individuo de estos y peor aún que existan costarricenses en pos de este fulano. Desgraciadamente el actual panorama en ámbito político costarricense, es bastante tenebroso.

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