martes 23, abril 2024
spot_img

La legitimidad de las elecciones y la trampa de la legalidad

Columna Poliédrica

Nos guste o no nos guste, el proceso electoral costarricense nos obliga a escoger entre los candidatos que tuvieron la mayor cantidad de votos en la primera ronda electoral. Resulta evidente que ni Rodrigo Chavez, ni tampoco José María Figueres Olsen son considerados como los más idóneos para gobernar, dado el altísimo abstencionismo que hubo y los antecedentes que ambos presentan ante el electorado costarricense. Es lo que hay y el régimen político se asegura que alguien asuma el gobierno, aunque no sea el más apto.

La legitimidad con base en el número de votos obtenido, pareciera, ha dejado de ser importante en Costa Rica. El abstencionismo ha venido en aumento y los las personas que han sido electas, lo han sido cada vez con menos votos; sin embargo, aunque eso debería incidir en la legitimidad de la elección del candidato debido a que cada vez representa a menos personas, lo cierto es que ese debate ha quedado atrás y se termina legitimando la elección con base en una mayoría sustentada en los votos obtenidos aunque sean pocos en relación con la totalidad del padrón electoral.

El concepto de legitimidad es diferente al de legalidad. La legitimidad es un término más político y utilizado principalmente en la Ciencia Política, está relacionado con la capitalización que logra una decisión de los apoyos de la mayoría de individuos de una sociedad; la legalidad es cuando la decisión está conforme o de acuerdo con lo que dispone el ordenamiento jurídico, se trata de un concepto propio de la Ciencia Jurídica y ambos son, como decía Norberto Bobbio, dos caras de una misma moneda. 

Una decisión puede ser legal pero tener poca o ninguna legitimidad. Lo ideal es que una decisión como la elección del Presidente de la República, cuente con el mayor porcentaje posible de votos de ciudadanos que integran el padrón electoral; nótese que no estamos hablando de los votos válidos sino que el parámetro es la totalidad del padrón electoral, es decir, el mayor abstencionismo genera la menor legitimidad de la decisión pero no su ilegalidad, aunque hay personas que confunden la primera con la segunda.

Cuando no se vota en unas elecciones se castiga la legitimidad de quienes son electos, sin embargo, se trata de un castigo que no es efectivo desde su eficacia jurídica y por tanto, también, desde la política. La legitimidad que no se logra por la ausencia del voto de los ciudadanos se cambia, por decirlo así, por una legitimidad jurídica; dicho en otras palabras, el poder político acude a un engaño al transformar una elección con poca legitimidad por una que se reviste de ella por un subterfugio legal, algo similar con lo que sucede con el positivismo jurídico ideológico en que el juez encuentra justa su decisión al apelar a las normas del ordenamiento jurídico.

Con lo dicho no estamos desdeñando la decisión de abstenerse de votar. No creemos en ese discurso que plantea la imposibilidad de pedir cuentas al gobernante electo si uno no ha votado, eso no es así, porque la propia Constitución Política otorga el derecho de pedir cuentas a los gobernantes, independientemente de si ha ejercido el sufragio o no; para decirlo de manera sencilla, cuando un abstencionista decide no votar está diciendo que no está de acuerdo con la oferta electoral que se le está presentando y ante esta realidad, casualmente, es el más indicado para controlar y pedir cuentas de lo que no le gusta.

El problema del abstencionismo es su ineficacia jurídica y política, pero para censurar la conducta de los abstencionistas hay que tener mucho cuidado. El abstencionista grita su insatisfacción de manera pacífica y con las herramientas que el propio sistema le proporciona,

(*) Andi Mirom es Filósofo

andimirom@gmail.com

columnapoliedrica.blogspot.com

Noticias de Interés

12 COMENTARIOS

  1. Como siempre hay gente que no lee y mucho menos comprende lo que está escribiendo el señor Mirom. Observando algunos comentarios en el FB de este diario digital, está claro que puede más la imagen que el texto. Lean el texto y traten, al menos traten, de entender lo que se está planeando en relación con la diferencia entre legitimidad y legalidad. Al final termina siendo electo en nuestro sistema electoral, alguien con poca legitimidad aunque revestido de legalidad.

  2. Si hay algo que tuvieron estas elecciones fué opciones, desde la extrema izquierda toda la paleta hasta la extrema derecha, el que se abstuvo de votar fué por irresponsable.

  3. Entonces, lo que procede si queremos ser consecuentes con nuestra democracia en Costa Rica, es exigir al legislativo una ley donde el abstencionismo tenga su cuota de poder, donde el 40% no quiso presentarse a las pasadas elecciones del 6/2/2022, Es más, de ese 40% sumando al 15% de los otros partidos pide a gritos un radical cambio. Pero, las leyes y el bipartidismo han montado esta «legalidad» política para perpetuarse, donde la seguridad de su poder se ve amparada por ante/ los absurdos y contradictorios resultados para elección de diputados. Por ello, desde hace años pedía al TSE un externo auditoraje selectivo, por sospechosas mesas, según se valuara. Pero nada. En dos platos, estamos atrapados bajo un corrupto sistema que, junto a un cómplice poder mediático nacional, nos tiene enjaulados y burlados. Esa es la desvirtuada democracia pregonada. Y decir la verdad, es peccata minuta, a estos descarados.

  4. El abstencionismo hace eco en el comentario sobre la legitimidad y legalidad de la persona electa cuando éste está presente en márgenes tan altos como los actuales, es legal mas quien lo aplica carece de legitimidad para ejercer su reclamo político, pues no ejerció su derecho al sufragio como debió hacerlo.
    Parece que el dilema es más moral y no legal, así como de educación para que el soberano tenga los recursos para emitir criterios y tomar decisiones asumiendo su responsabilidad por las inevitables consecuencias, buenas o no tan buenas.
    Muy interesante discusión, de gran valor si más personas se suman y aportan con objetividad.

  5. No me parece que el abstencionismo sea «ineficaz» políticamente don Andi. Al contrario es muy eficaz. Un gobierno para el que solamente votó una pequeña minoría del total de electores tiene poca fuerza política. Sabe que tiene frente a él una gran mayoría de personas que no creen para nada en su candidato electo y en su programa. Será un gobierno frágil, con una legitimidad muy baja. Yo en lo personal, he decidido que no votaré por una cuestión de respeto, de dignidad y de mis valores . Estos dos señores que ganaron la primera vuelta, a mí como votante, como mujer y como costarricense no me dicen nada de cara al futuro que quiero para mi, para mis hijos y para mi país. Gobernarán a Costa Rica, pero yo no les daré mi voto.

    • Respetable su posición incógnita Elena, pero la forma de cambiar este abyecto sistema no es con aleteos feminoidez o progress, sino en abrir los oídos, ojos y mente del pueblo en busca de una Costa Rica triunfadora, soberana e independiente. Quedarse jeta caída frente a la ventana de los tontos, recomendando no votar no vamos sino, a la usual y añosa corruptela de siempre, la cual es absurdo. Y la salida según se refleja, la digo abiertamente, sería R.ChavesR., si por público escrito aceptara este, el respecto y no privatización de nuestra instituciones estatales, pero si, REFORMAR TODOS ESOS ELEFANTES Y VACAS SAGRADAS, NO LIQUIDAR Y SUBASTARLAS. Ya veremos.

  6. Juan Huezo: sus insultos me tienen sin cuidado. Me resbalan, igual que su candidato y su programa barato y el otro candidato y sus muecas y poses. Hablando de gente tonta, vaya a darse una vuelta a Disney, ya que resulta ahora que es la capital de la cultura.

  7. Aporía democrática suelo llamar a lo descrito correctamente por el autor, un callejón sin salida. El problema es sistémico: sin duda, nuestro modelo democrático, pensado para y por el bipartidismo, está totalmente desgastado, sin credibilidad, sin legitimidad, pero parece que eso no es importante, pues, como nos sucede en muchos otros ámbitos y es correctamente señalado en el texto, el legalismo procedimental y vacuo, se sobrepone; entonces: lo ético da paso a la leguleyada, la verdad del acontecer a la forma del proceder (Ya vimos en el caso mal llamado Cochinilla: pruebas anuladas por razones formales y la verdad poco importó). No hay salida en este callejón para este momento pues, aunque voten solo 3 personas en la segunda ronda: 2 por el candidato X1 y 1 por el candidato X2, y las abstenciones, los votos nulos y los votos en blanco sumen: 3,536,459 electores, serán investido Presidente X1 con 2 votos. En otros modelos, más democráticos que el nuestro, tal farsa sería improcedente. En estos puntos y en muchos otros nuestro sistema democrático debe corregirse a la brevedad, me inclino, aunque parezca romántico e ingenuo, por una forma civilizada, dialógica y estratégica; donde ciertamente, muchos de los medios de (des)información colectiva, deben ponerse en su lugar; porque ciertamente son aliados de pequeñas élites, económicas y políticas, a quienes les conviene anteponer lo legal a lo moral y la formalidad a la verdad. Sin duda, esto es parte de un proceso agónico, pero podría durar muchos años, tanto que (me permito una ironía) ante una pregunta ¿Cuánto podría durar este desorden sistémico?, que me planteara una persona le respondí; «No mucho, la Edad Media solo duró a rededor de mil años»; es decir, debemos actuar rápido para corregir en el mediano plazo esta democracia que está en un punto fallido.

  8. Si ,esto es lo que sucede si mucha gente no ejerce su derecho al voto . En las recientes elecciones en Chile , el señor Gabriel Boric de la izquierda radical ,gano en segunda ronda, con el 30 % de los votos del padron electoral o sea de cada 10 chilenos con derecho al voto solo 3 votaron por el señor Boric . Segun nos explico el señor Andi podemos concluir que el presidente electo de Chile señor Gabriel Boric carece de legitimidad.

  9. Nos estamos volviendo peresozos o invisibles, dejenme contarles, Ayer hubo asamblea general para elegir nueva junta condominal, de casi 100
    propietarios solo 22 asistimos. parecido a las votaciones presidenciales.
    Algun buen samaritano(a) que escriba un articulo sobre reglamentacion parqueo de vehiculos de propietarios de condominios residenciales.

  10. Querer darle legalidad a los que se abstienen de votar, es querer darle ilegalidad a los que si ejercemos ese derecho,.
    Propiamente en esta elección, lo que sobró fueron opciones, demasiadas diría yo.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Últimas Noticias