sábado 20, abril 2024
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Mensaje del Presidente Carlos Alvarado a la Asamblea Legislativa de Costa Rica (vídeo)

Señoras diputadas y señores diputados,
Costarricenses:

Costa Rica es nuestra casa común. La casa amada. Lo que uno ama, lo cuida. Lo que uno ama, lo ordena. De mi gobierno se podrán debatir decisiones. Pero lo que es innegable es que afrontamos una de las épocas más duras de las que hay memoria en mucho tiempo.

Como innegable resulta que no solo enfrentamos la adversidad de la pandemia del COVID-19 por más de dos años; sino que la resistimos y al mismo tiempo, con la otra mano, hicimos reformas y obras necesarias y de fondo, muchas postergadas por décadas, por temor a su costo político.

Cuando me embarqué en esta misión, mi padre me recomendó dos cosas: Nunca esperar el agradecimiento. Nunca actuar para el aplauso. Más bien seguir a la conciencia, al sentido de lo correcto y del bien común. Ser la mejor versión de uno mismo significa trabajar duro guiado por esa brújula.

Ordenar, proteger y trabajar por la casa es lo que hemos hecho. No son mis palabras las que me respaldan. Son las obras, las acciones y los resultados objetivamente constatables. Como Aristóteles en su Poética, lo que define el carácter es la acción, más que las palabras y las formas.

Los hospitales nuevos ya están al servicio del pueblo y otros en construcción. Los viaductos y carreteras nuevas también. Las finanzas de la casa están sanando y quedan encauzadas. La economía crece y las exportaciones también aumentan, aunque reconozco que el desempleo no cedió, en buena parte por la pandemia.

En este Pleno dije en 2019 que: una casa dividida no permanecerá en pie. Esa frase es para todas las diversas personas que habitan Costa Rica. Hoy nuestra casa es más inclusiva, aunque falta mucho camino por andar. Hoy nuestra casa está más ordenada pero la tarea no acaba aquí.

Este es mi último mensaje al país y al Congreso. Espero tomar modestos minutos de su tiempo. Los elementos detallados están en los vastos informes remitidos por las instituciones de gobierno a este renovado cuerpo colegiado. En esta alocución mi objetivo es, más bien, abordar lo que valoro como esencial.

Informaré sobre el orden en lo económico de la hacienda pública, sobre lo construido en obra pública y los cimientos que dejamos. Hablaré de los avances en Derechos Humanos, de cómo se protegió la salud y la vida en el  país. Así como lo que debe seguir hacia el futuro.

Me referiré a la seguridad en nuestra casa común. Al mismo tiempo que ahondaré en los avances en materia ambiental y en lo imperativo que resulta para las futuras generaciones de niños y niñas que sigamos esa senda. Nuestra

Costa Rica tuvo avances sorprendentes.

Y si bien el país alcanzó logros esperados por años, la tarea no debe quedar aquí. Con la presencia de nuevos diputados y diputadas y de un nuevo gobierno, la democracia se renueva. Juzgo como uno de mis últimos deberes delinear desafíos y temas pendientes a partir de mi experiencia.

Los guardianes de la democracia, sus instituciones y personas responsables, la prensa libre, la ciudadanía. Y los partidos políticos, que son instituciones indispensables. Todos deben cuidar nuestra forma de vida ante los embates de un contexto global convulso, y uno local que no debemos dejar se salga de las manos.

Si debiese sintetizar lo hecho en 4 años, afirmo que: ordenamos las finanzas de la casa para evitar la crisis, protegimos al país de la pandemia, construimos obra pública, combatimos el populismo y promovimos los derechos humanos, posicionamos al país como líder mundial en la lucha contra el cambio climático.

Empiezo por la economía y las finanzas. El Banco Central informó el viernes pasado que el crecimiento económico del país en el 2021 fue de un 7,8%. Muy superior al esperado y yendo más allá de la recuperación de la caída provocada por el COVID-19: la economía sí se reactivó.

En 2021 Costa Rica rompió el récord de exportaciones de bienes. Como lo informó PROCOMER, crecieron 24% alcanzando 14.553 millones de dólares.

Es el mayor incremento de exportaciones de los últimos 15 años en el país, yendo más allá de la recuperación por la pandemia. Las exportaciones sí se reactivaron.

El cierre de la Hacienda Pública para 2021 estableció que el déficit primario fue 0,27%, el menor déficit respecto al PIB en los últimos 13 años; y el déficit financiero cerró en 5,03%, el más bajo en nueve años. Es constatable, el
gobierno sí puso orden en ingresos y gastos.

Cito:

“Las autoridades han realizado avances importantes como parte de su programa económico. Las metas para fines de diciembre de 2021 se cumplieron holgadamente. La Asamblea Legislativa aprobó la Ley de Empleo Público… Asimismo, se tomaron medidas importantes para fortalecer las redes de protección social y mejorar el cumplimiento tributario.”

Esto dicho por el FMI, que añadió:

“La posición fiscal se ha visto reforzada por las medidas para aumentar los ingresos del gobierno, la mejora de la administración tributaria y un gasto prudente en el marco de la regla fiscal, incluso tras asignar más recursos para ayudar los grupos vulnerables…”

Más recientemente, a marzo de 2022 se registró el menor gasto total como porcentaje del PIB de los últimos 13 años, así como el mejor balance primario de los últimos 14 años. Además, a enero de 2022 la producción creció a un 9.1%, el mayor crecimiento desde junio de 1993.

Por estos resultados, en marzo, las calificadoras de riesgo Fitch y Standard and Poor’s mejoraron la calificación de Costa Rica de negativo a estable, contribuyendo a mejorar el ambiente económico. El Banco Central adoptó medidas para brindar mayor liquidez ante la pandemia y ahora para responder a la amenaza inflacionaria.

El contexto externo convulso puede afectar estos resultados, como advirtió el Central el viernes. Precisamente por eso debemos mantener estables las finanzas públicas. La robustez de la hacienda pública no es un fin en sí mismo, es la forma de darle fuerza a un Estado Social de Derecho para actuar.

Hace cerca de 20 años el problema fiscal estaba identificado, y en lugar de resolverse, se fue agravando. Esto debilitó la capacidad del país de invertir en campos del desarrollo, como infraestructura, niñez, mujer, cultura e innovación; así como en los más vulnerables. Nosotros fuimos a la raíz y pusimos orden.

Estos números fríos y este orden espartano, tienen rostro de personas y futuro. Los caminos rurales en lastre aun sin asfaltar, la deseada expansión de la red de cuido, la atención a la pobreza extrema para erradicarla, la innovación, la cultura, necesitan un Estado solidario que tenga margen para invertir.

Mi gobierno estabilizó claramente la senda de las finanzas públicas, no desde una visión electorera o de triunfos temporales, sino desde la responsabilidad y el largo plazo. Se logró sin despedir personal ni privatizar instituciones por razones ideológicas. Eso es la defensa del Estado de Derecho. Los números son contundentes.

La trayectoria de las grandes deudas públicas ahora es decreciente. Lo será más si se avanza con lo que resta del acuerdo con el FMI. Digo esto, frente a las personas guardianas de este destino, las diputaciones de la República, porque ustedes aprobarán los nuevos ingresos y gastos del Estado.

Decidí resolver este problema fiscal y económico convencido de que es la principal traba para nuestro desarrollo y el principal riesgo para nuestra gente. Lo hice sabiendo las limitaciones que imponía y los costos políticos que pagaría. Pero sobre todo porque anhelo que seamos un país más próspero y desarrollado.

Ruego que no nos echemos para atrás. Ruego que no pensemos en términos de un titular o una elección. Pensemos en esta y la próxima generación.

Pensemos que tenemos que abrirle espacio al futuro. Y ruego que hagan todo lo contrario de lo que se espera de un político tradicional.

Costarricenses, me he esforzado por dejar la casa en orden. La evidencia dura demuestra que así se ha hecho. Para alguien más, la dificultad de hacerlo, o la pandemia misma, pudo ser excusa para no completar otras tareas. Ese no es mi caso. Ahora les hablaré de la obra pública.

Para los costarricenses que durante las últimas décadas visitaron otros países de la región centroamericana era evidente, y motivo de vergüenza, el rezago de nuestra infraestructura pública. Los atrasos afectaban a personas conductoras y peatones, pacientes hospitalarios, a estudiantes en centros educativos y a comunidades en su acceso al agua.

La tarea de construir obra pública es un esfuerzo continuo para el desarrollo.

En estos cuatro años las obras mismas son prueba irrefutable de que el país avanzó en esta materia. La pronta puesta en funcionamiento, en próximas semanas, de la mayor parte de la Circunvalación Norte evidencia esta realidad.

La quinta etapa de esa obra estará lista antes de terminar el año. Otros ejemplos son la inauguración de la nueva Rotonda de La Bandera y el paso
elevado sobre la UCR, la rotonda del Bicentenario en Guadalupe y la Rotonda de las Garantías Sociales. Ya Costa Rica las disfruta.

De igual forma quienes viajan de Alajuela a San José o viceversa ya han visto radicalmente disminuidos los cuellos de botella, por las cinco obras de ampliación hechas sobre la ruta 1. Lo mismo experimentarán quienes transiten por la ampliación de Cañas-Limonal, en Guanacaste, que muy pronto entrará en operación.

Por seguridad y para impulsar el turismo en Puntarenas la ampliación de La Angostura está por culminar. Además, se concluirá Barranca-Limonal antes de finalizar este año. En Limón, en semanas entrarán en funcionamiento 30 kilómetros de la ampliación de la Ruta 32, y se concluyó el puente Binacional en Sixaola.

A través de los cuatro años de administración se asfaltó el aeródromo de La Managua en Quepos, se construyeron las terminales de Bahía Drake, Pérez Zeledón, Palmar Norte y en Puerto Jiménez, ahora nuevo cantón, todo lo cual genera condiciones habilitantes para aumentar la visitación turística de la Región Brunca.

Otro aporte para fortalecer la competitividad del país: Iniciamos la construcción del nuevo puesto fronterizo Paso Canoas que, junto con la construcción futura de los nuevos puestos de Tablillas y Peñas Blancas, reducirán el tiempo y costos del comercio internacional y mejorarán la seguridad de las fronteras de nuestro país.

Con una inversión superior a los 2.500 millones de colones en febrero dimos inicio a la construcción del dique sobre el Río Grande de Térraba. Con esto saldamos una deuda histórica con 29 comunidades del cantón de Osa que cada época lluviosa ven en riesgo sus vidas y sus propiedades.

En infraestructura hospitalaria, la Caja Costarricense del Seguro Social desarrolla hoy la mayor inversión en infraestructura y tecnología en sus 80 años de existencia, con un portafolio mayor a 2 billones de colones con 348 proyectos, en un plan hasta el año 2030, que nos prepara para el envejecimiento poblacional.

En los últimos tres años, pusimos en funcionamiento el nuevo servicio de Emergencias del Hospital de San Carlos, la Unidad de Medicina Reproductiva de Alta Complejidad, la Torre Este del Hospital Calderón Guardia, la Torre Quirúrgica del Hospital México y la Unidad de Terapia Renal en el Hospital de Liberia.

A la vez, los EBAIS en las comunidades indígenas de Bajo Blei y Piedra Mesa, así como El Mesón en Grecia, San Juan Sur de Póas, San Rafael La Colonia en Guápiles, Palmar Sur, Turrúcares, San Juan Norte de Corralillo, entre muchos otros para fortalecer el primer nivel de atención.

El hospital de Turrialba está en plena construcción y comenzará a funcionar el próximo año. El hospital de Puntarenas también está en construcción y es actualmente el proyecto más grande en la historia de la Caja. Comenzará a funcionar en 2024. Todo está dispuesto para iniciar el Hospital de Cartago.

Cuando inicie, ese hospital será, a su vez, el proyecto más grande de la historia de la Caja. Sobre el hospital para Limón, ya inició la expropiación del terreno. Días atrás inició la preparación del terreno para la futura construcción de la Torre de la Esperanza de Hospital de Niños.

En materia de acueductos y saneamiento, en 4 años se invirtieron 278.311 millones de colones, se completaron 38 obras que beneficiaron a más de 50 mil personas, siempre con el compromiso de atender los problemas de déficit de agua y asegurar una mejor calidad de vida mediante acciones de saneamiento.

Se finalizaron proyectos en Upala, Sixaola, Alto Telire y el Gran Área Metropolitana. Se encuentran en operación obras en Nicoya, Ciudad Cortés, Talamanca, Limón y la Zona Norte, beneficiando a la población. También acueductos en Liberia, Nicoya, Bagaces y Colorado, y los acueductos Trancas I y II en Santa Cruz.

Se encuentra en proceso avanzado de construcción el sistema integrado de Neily- Canoas, Laurel; así como acueductos rurales en Sarapiquí. Ya finalizaron las obras en Santa Rosa de Pocosol y Santa Fe de los Chiles, Veracruz, Moravia de Cutris, y en los territorios indígenas de Zapatón, Altamira, Telire y Sibujú.

La nueva planta potabilizadora de Cañas-Bebedero ya se encuentra en plena operación, con tecnología de punta. Así se resuelve el grave problema de la contaminación de arsénico. Y este cantón volverá a tener agua potable las 24 horas del día.

Sí, mucho falta por hacer. Pero sí, se hizo mucho.

Pero los cimientos de un país no son solo de carácter material. Un país está fundado en sus valores y principios. Nuestra guía como república de libertad, paz y solidaridad, está inscrita en la ética de los Derechos Humanos Universales. Conforme a esas altas normas hemos actuado en estos años. Nadie puede ser discriminado por creencias religiosas, por etnia, género, orientación sexual o edad. Porque creemos en esto trabajamos como un gobierno laico, de todas y todos. En la libertad de las personas reside el derecho del individuo a la autodeterminación. En la libertad de los otros, está mi libertad.

Defendimos el derecho de toda persona a casarse con su pareja frente al Estado, y hoy tenemos una sociedad más libre e inclusiva gracias al matrimonio igualitario. También aplicamos una serie de políticas públicas de reconocimiento de derechos para la población LGTBIQ, incluida la legislación contra los crímenes de odio.

En la agenda de las mujeres, el país hizo importantes avances aprobando múltiples leyes para resguardar sus derechos, como la ley contra el acoso callejero o la erradicación de la violencia política contra las mujeres.

Desplegamos una estrategia desde agosto de 2018 para luchar contra la violencia a las mujeres.

Firmamos la norma técnica para hacer cumplir la ley sobre el aborto terapéutico en casos de riesgo de vida de la mujer. También con el Ministerio de Salud habilitamos la anticoncepción de emergencia. Mantuvimos los cuatro años un gobierno paritario, porque solo en igualdad real Costa Rica podrá prosperar verdaderamente.

Cumplimos en materia de derechos humanos poniendo a disposición de la población la Unidad de Medicina Reproductiva de Alta Complejidad de la CCSS para la fertilización in vitro para ayudar a las parejas que desean ser padres de familia. Un servicio público de primer mundo abierto a toda la población.

Para este año, como nunca antes, nuestro país tiene presupuestados ₡3.200 millones para el inicio del proceso de indemnización y devolución de tierras a favor de las comunidades indígenas, para saldar una deuda histórica con nuestros pueblos originarios y a la vez compensar a tenedores de tierra de buena fe.

En agosto pasado me correspondió firmar la Ley de acciones afirmativas a favor de las personas afrodescendientes, esto para promover la igualdad, la justicia y el reconocimiento de nuestra población afrocostarricense. Nuestro legado afro es valiosísimo, es de todos tanto como lo es la guanacastequidad o el aporte de Mora.

Orgullosos y orgullosas de ese legado fue que Costa Rica, junto a Chad, y de la mano de la Vicepresidenta de la República Epsy Campbell, y el embajador Rodrigo Alberto Carazo, lideraron en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas la creación del Foro Permanente de Afrodescendientes.

Cerca de 10 años se debatió sobre la creación de este foro, con oposición basada en el temor. Pero se logró. Este foro en el marco de la ONU busca y cito en palabras de la primera vicepresidenta afrodescendiente de América Latina: “construir sociedades verdaderamente inclusivas, diversas, pacíficas y justas”.

En 2019, se concretó una reforma Constitucional esencial. El artículo 51 de nuestra Constitución decía: “tendrán derecho a esa protección la madre, el niño, el anciano y el enfermo desvalido.” Eso se corrigió a: “la madre, el niño y la niña, las personas adultas mayores y las personas con discapacidad”.

Con esta visión, y el liderazgo del vicepresidente Marvin Rodríguez, materializamos la línea dorada para atención a la persona adulta mayor, dictamos los lineamientos del Sistema Nacional de Empleo para garantizar las necesidades y requerimientos de las personas con discapacidad, y declaramos el Programa “Inserta Por Talento” de interés público.

Esta es la visión de Derechos Humanos que debe prevalecer en la Costa Rica del Siglo XXI. Si somos la sede de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Si protegimos al INAMU para que no fuera cerrado o quitado a las mujeres. Es por estos principios: inclusión y Derechos Humanos.

Han sido años difíciles, porque ya teníamos nuestros retos y a esto se sumó la pandemia del COVID-19. Este virus y sus consecuencias han sacudido al mundo, y a nuestro país por más de dos años. Murieron más de 8.400 costarricenses por esa causa. Y también vimos afectado el empleo.

Ya comenzamos a ver la luz al final del túnel. Por ello es buen momento para ver hacia atrás y preguntarnos ¿enfrentó el país bien o mal la pandemia?

Los datos comparados de economía y salud son los que nos pueden decir cómo se manejó la pandemia en nuestro país.

Con orgullo podemos decir que Costa Rica pertenece a un pequeño grupo de países del mundo que se distinguieron durante la pandemia por lograr tener los menores índices de muertes por millón de habitantes y al mismo tiempo contar con los mayores crecimientos económicos per cápita entre 2019 y 2021.

Nuestro desempeño frente a la pandemia tiene resultados similares a los de Alemania, Suiza y Luxemburgo. Con una diferencia. Esos son países ricos y nosotros un país de ingreso medio. Nuestros resultados se explican por el talento humano, por nuestra seguridad social y una población que enfrentó apropiadamente el reto.

Como escribió don Alejandro Urbina, quien acopió estos datos comparativos: “Ni los resultados de Costa Rica, ni de ninguno de los países han ocurrido por casualidad; Son el efecto de las decisiones, acertadas o no de las autoridades públicas y de las reacciones correspondientes de la población”:

cierro la cita.

Gracias al trabajo de décadas del Ministerio de Salud y de la Caja, somos un país pro vacunas. Hemos aplicado más de 10,6 millones de dosis. Somos parte del selecto grupo de países en el mundo que tiene más del 85% de su población vacunada con al menos una dosis.

Gracias al trabajo en equipo de la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología, del Ministerio de Salud, la Comisión Nacional de Emergencias, la Caja, la Cancillería y la Presidencia, fuimos el séptimo país del mundo en recibir vacunas, en diciembre de 2020.

Toda mi vida les estaré agradecido por ello.

Se adoptaron decisiones difíciles en el marco de la atención de la emergencia.

El esfuerzo de la población en el uso de la mascarilla, el lavado de manos, el distanciamiento físico, la restricción vehicular sanitaria, los protocolos el actividades y locales comerciales, los aforos reducidos, fueron sacrificios necesarios para protegernos.

Un estudio científico publicado este año en la Revista Panamericana de Salud Pública, indica: “En Costa Rica, la adopción de medidas dirigidas a evitar el contagio ha logrado una reducción de casos en momentos diferentes de la pandemia. El estudio (…) reveló que conforme aumentaban la cantidad de casos por contener de contagio de COVID-19, las medidas generaban el contrapeso necesario para la mitigación del contagio…”

En todo momento buscamos adoptar las decisiones basados en la mejor información científica disponible y en la asesoría de los mejores técnicos.

Buscamos siempre mantener un balance entre la salud de nuestra población y la salud de nuestra economía y empleo. Rehuimos en todo momento del populismo político de pandemia.

El aparato público se puso a prueba. La Cancillería coordinó la repatriación de 9.300 costarricenses. El MEP y el CNP entregaron alimentos a 850 mil estudiantes durante la suspensión de clases. El IMAS y el MTSS desarrollaron el bono Proteger, que dio alivio económico a 724 mil personas afectadas laboralmente.

Parece increíble recordar que en marzo de 2020 Costa Rica contaba solo con 30 camas de Cuidados intensivos para COVID-19. Gracias a la habilitación del CEACO, a la nueva Torre Este del Calderón, la nueva Torre Quirúrgica del México y al esfuerzo de toda la red hospitalaria, esta nunca colapsó.

Hoy se han habilitado 359 unidades de Cuidados Intensivos y mil de camas de salón para atender patologías COVID o de otras enfermedades. Gracias a todo el personal de primera respuesta, gracias al sector privado por su mano solidaria, gracias a toda Costa Rica por demostrar que sí se puede.

En los momentos más duros de esta tormenta el barco, aunque sacudido, se mantuvo firme. Tengo un profundo agradecimiento para todos los que, desde sus ámbitos, ayudaron a navegar estas aguas turbulentas. Nos queda de experiencia: somos muy capaces y debemos combatir los recurrentes cantos del populismo y la ignorancia.

El reto más grande de la humanidad, y de nuestro país también, es afrontar la crisis climática y la acelerada pérdida de la biodiversidad. Este año el Foro Económico Mundial señaló estos como los principales riesgos globales. Abolir el uso de combustibles fósiles es la gran tarea de nuestra generación.

Eso dije hace 4 años al iniciar mi mandato. Y lo vuelvo a sostener hoy. Costa Rica ha avanzado mucho en materia ambiental, incluso liderando el debate global sobre la acción climática. Pero sobre todo porque esta tarea, por el bien de nuestra niñez, debe ser sostenida en el tiempo.

En diciembre pasado firmamos el decreto que amplió el Parque Nacional Isla del Coco y creó el Área Marina de Manejo del Bicentenario. Costa Rica pasó de proteger solo 2,7% de su mar, a cuidar el 30%. Este Parque hoy tiene prácticamente el mismo tamaño que la Costa Rica continental.

Esta acción pionera responde al compromiso que Costa Rica asumió desde la Pre-COP25 realizada en nuestro país, de liderar junto a Francia y Reino Unido, la Coalición de Alta Ambición por la Naturaleza y las Personas, cuyo propósito es conservar el 30% de la superficie terrestre y marina para 2030.

Los ecosistemas nos dan agua fresca, aire limpio, moderan la temperatura, nos dan alimentos y tienen la biblioteca del ADN de la vida. Las soluciones basadas en la naturaleza son las soluciones para el planeta y la humanidad.

Costa Rica por ello es líder mundial en acción climática y conservación. Por esa coherencia, veté la ley que buscaba reactivar la pesca de arrastre. Acorde con esta visión, actuamos para crear el Parque Nacional Volcán Miravalles-Jorge Manuel Dengo, la Reserva Biológica del Bicentenario de la República-Pájaro Campana, con el apoyo del Congreso el Parque Nacional Isla San Lucas, y adicionamos el cerro Ena al Parque Nacional Chirripó. Todos estos regalos a la futura generación.

Costa Rica es un ejemplo para el mundo, no solo de que es posible conservar el ambiente y producir electricidad 99% limpia y renovable, sino también de que podemos hacer esto generando crecimiento sostenible y que además impulsa y atrae industrias como el turismo sostenible y la inversión extranjera responsable.

En febrero 2019 lanzamos el Plan Nacional de Descarbonización, uno de los primeros y más ambiciosos del mundo. Este delinea la ruta para que Costa Rica se transforme en un país de cero emisiones netas al 2050, apostando por el crecimiento verde, mejor calidad de vida y la inclusión social.

El país cumplirá para 2022, con el 83% de las metas planteadas para la primera etapa del Plan de Descarbonización. Con la instalación de centros de recarga hoy se puede recorrer todo el país en carros eléctricos. El método de producción NAMA está ya en café, ganadería, caña y musáceas.

Quedan listos para desarrollarse dos proyectos de trenes eléctricos. El Tren Eléctrico Metropolitano, con el primer crédito que el Fondo Verde del Clima ha otorgado mundialmente a un proyecto ferroviario. Tiene condiciones inmejorables y con la opinión del Fondo Verde de que es de los mejores proyectos que han analizado.

El otro proyecto, el Tren Eléctrico Limonense de Carga, recorrerá Limón y conectará esta región con la Zona Norte. Es tan rentable que puede ser desarrollado en alianzas público privadas. Estos proyectos no solo mejorarán la salud, reducirán presas y tiempos de traslado, también nos harán más verdes y competitivos.

Estos proyectos tienen el potencial de inyectar al país 2.000 millones de dólares en inversión para reactivar la economía y el empleo. Son parte del portafolio que el país y la próxima administración podrán ejecutar por el bien de Costa Rica. Los trenes son para y por Costa Rica. ¡Hagámoslos!

Está demostrado que el Plan de Descarbonización además de éticamente correcto, es también económicamente deseable. El estudio del BID, la UCR y la corporación RAND arroja que el Plan al 2050 generará, escúchese bien, 41 mil millones de dólares en beneficios netos para el país. Por sus beneficios, debe continuarse.

Hoy la humanidad como nunca antes está frente al dilema de su propia extinción. Es imperativo prohibamos la explotación y exploración petrolera, y de gas. Son prácticas nocivas para el planeta y contrarias al modelo costarricense. También invito con respeto al Congreso a aprobar el acuerdo global forjado en Escazú.

Nuestra política ambiental es buena para atraer turismo e inversión extranjera responsable. Un ejemplo claro es la inversión de $200 millones que Bayer inició en nuestro país el año pasado. La gran empresa alemana respaldó su decisión de invertir aquí por la afinidad con la política de sostenibilidad del país.

Lo mismo ocurre con el desarrollo de la industria del hidrógeno verde. En 2018 el gabinete llegó a la toma de posesión en bus de hidrógeno y no fue solo un gesto. El gobierno desarrolló la Política Nacional de Hidrógeno con el trabajo de MINAE, el ICE y la ARESEP.

Hoy el país ya tiene tarifas disponibles para conectarse a su matriz eléctrica y producir hidrógeno verde, una energía que solo libera agua al utilizarse.

Ya empresas nacionales e internacionales se preparan para explotar esta industria verde y sostenible. Debemos dar tributo a pioneros en la materia como Franklin Chang.

Los reconocimientos para el país en estos 4 años, como el premio Campeones de la Tierra a la Acción Mundial sobre el Clima de la ONU, o el Premio Earthshot otorgado por la Royal Foundation del Reino Unido, nos han colocado como líderes mundiales. Puesto de honor que debemos conservar.

Necesitamos mantener esta casa común como una casa segura, una de paz. Desde el inicio de nuestra administración hicimos de la seguridad una prioridad. La labor policial es una de protección y de contención. No podemos pretender mantener la cohesión social desde la represión y a eso me referiré luego.

La acción en seguridad ciudadana fue intensiva. Desde 2018 se realizaron cerca de 500 megaoperativos. Esto permitió reducir los asaltos violentos de 16.641 en 2019 a 8.824 en el 2021. Las cifras de Seguridad Pública también señalan una disminución en hurtos, robo y tacha de vehículos y robo de ganado.

Mientras en 2018 y 2019 incautamos 35 y 46 toneladas de cocaína y marihuana respectivamente, en 2020 y 2021 se atraparon cada año más de 71 toneladas, siendo estas cifras récord. Esto demuestra nuestra mejorada capacidad operativa contra el narcotráfico. Pero también refleja la preocupante dimensión del tránsito de drogas.

En tiempos difíciles para las finanzas públicas, mejoramos los salarios de los policías. Además, en este periodo compramos más de 80 mil uniformes, más de 6.000 chalecos antibalas nuevos, 18 mil pares de botas nuevas, 1.500 unidades móviles nuevas, y se pusieron en operación 9 embarcaciones y 3 aeronaves adicionales.

Desde 2018 y hasta la fecha se han realizado 221 interdicciones a embarcaciones, y con la ley aprobada por el Congreso en 2021 ya se han destruido 9 pistas clandestinas, y se continúa. Se atendieron las manifestaciones sociales, donde la profesional acción policial evitó que hubiera heridos civiles de gravedad.

Pasamos de tener el año más violento en 2017, con un índice de 12,2 homicidios por cada 100.000 habitantes, a cifras de 11,7 en 2018, 11,2 en 2019 y 2020, y 11,4 en 2021. Este trabajo lo realizaron los cuerpos de seguridad ciudadana, al mismo tiempo que atendieron la pandemia.

Logramos una disminución histórica del hacinamiento carcelario. El país pasó de tener más del 40% de hacinamiento, a tener en marzo de este año solo un 5,8% de sobrepoblación. Esto gracias a los 2.200 nuevos espacios creados, como con el complejo Terrazas, o rehabilitados, con una inversión de ¢22.879 millones.

Se inauguró el Programa de Regionalización de la Mujer con sedes en Pococí, Pérez Zeledón y Puntarenas, para acercar a las mujeres privadas de libertad a sus comunidades, a sus familias y sus redes de apoyo durante el cumplimiento de su sentencia, con una inversión de más de ¢1.460 millones.}

También se concretó el mayor ingreso de policías penitenciarios de la historia, con 675 nuevos oficiales, saldando una deuda histórica con el fortalecimiento del sistema penitenciario. Todo esto para dar cumplimiento a la ley, y proteger los derechos humanos tanto de las víctimas como de las personas privadas de libertad.

Quedan disponibles para ejecución del próximo gobierno los recursos del crédito aprobado con el BID para la construcción de 8 centros cívicos más en distintas partes del país, así como de varias delegaciones nuevas de policía.

Esto permitirá seguir fortaleciendo la prevención así como la seguridad ciudadana de Costa Rica.

Señoras y señores diputados,

Costarricenses:

Lo que he dicho son todos hechos constatables por cifras, u obras palpables sujetas a comprobación. Son fruto del trabajo y la colaboración de muchas personas y entidades, incluyendo alianzas público-privadas, y las veo como prueba de que en tiempos difíciles este país puede progresar.

Ejemplo es nuestro ingreso a la OCDE, lo cual requirió la aprobación de 14 leyes
y la superación de 12 comités de evaluación para hacernos orgullosamente el cuarto país de Latinoamérica, el primero en Centroamérica, en ser parte de esta ventajosa organización en términos de gobernanza democrática y eficiencia pública.

Ejemplo es que el INS, una empresa pública que alcanzó en 2021 récord de
utilidades por ¢198.414 millones, 64% más que el año pasado. Una empresa
que es de y para los costarricenses, y que pudo otorgar ¢75 mil millones,
más de $110 millones, para las familias del bono Proteger.

En el caso del ICE se tomaron las acciones financieras y operativas para darle mayor robustez. Gracias a ello, el ICE cerró el 2021 con una significativa reducción de su deuda, y disminución de su riesgo cambiario. El ICE aplica y tiene certificadas las normas NIIF desde diciembre de 2020.

En el siglo XXI, con los retos de la energía limpia y la digitalización por delante, así como el desarrollo de otras industrias como el hidrógeno, el rol de una empresa pública como el ICE es clave. Estamos dejando un Grupo ICE fortalecido, en mejor posición para acometer esos desafíos.

En JAPDEVA se realizó una transformación radical, donde la institución pasó de tener 1.189 empleados a tener ahora 480, respetando los derechos de los trabajadores, que fueron prejubilados, trasladados a otras instituciones o formaron sociedades de servicios portuarios. Es ahora una empresa que está en ruta a su estabilidad económica.

Ha aumentado sus negocios en carga y cruceros, y están en trámite los proyectos del canon, los cuales se encuentran en fase de aprobación presupuestaria ante la Contraloría. La transición al funcionamiento de la Terminal de Contenedores y de JAPDEVA se logró en paz y sin detener la actividad portuaria.

Estos son ejemplos de que las empresas del Estado, tomando decisiones y acciones, pueden ser reencauzadas y bien administradas para el bienestar del país. Hemos logrado cambios sustantivos en las finanzas y la eficiencia pública sin necesidad de echar mano de privatizaciones o de debilitar nuestro Estado Social de Derecho.

Quiero dejar constancia de que creo en el rol que juega el CNP, para el país y para sus agricultores. Si no existiese el Programa de Abastecimiento Institucional (PAI), nuestros agricultores perderían un mercado natural que les da certeza y precio. Sí, al CNP hay que seguirlo haciendo más eficiente. Pero desaparecer al CNP y al PAI eliminaría ese mercado institucional para nuestros pequeños productores. Con lo cual solo lograríamos aumentar la migración del campo a la ciudad y perder las bases de nuestra seguridad alimentaria, en tiempos inciertos en el mundo donde no hay garantías plenas del abastecimiento alimentario.

Por eso, hace cinco semanas señalé que una limitación derivada de la regla fiscal impediría al CNP abastecer de alimentos a los comedores escolares, hospitales y centros penitenciarios en el segundo semestre. Ya existe un proyecto en este Congreso para hacer un ajuste por este año y solventar el problema.

Este país es capaz de lograr mucho. En 7 años de estar vigente la Estrategia Nacional de Reducción de la Pobreza Puente al Desarrollo brindó atención integral a 113 mil hogares, los más vulnerables del país, 80% liderados por mujeres. Usando herramientas innovadoras, como el Sinirube, para combatir la pobreza.

Un ejemplo dentro de la estrategia es el programa NiDO que brinda atención integral e interinstitucional a hogares en situación de pobreza extrema con mujeres en estado de gestación o lactancia. Hay en el programa 1.300 mujeres de las más vulnerables del país y habrá 3.000 al final del año.

Para profundizar la protección, desde el PANI se crearon las Unidades de Respuesta de Atención Inmediata que ahora brindan servicio 24/7 durante los 365 días del año, en todo el país, para emergencias que ponen en riesgo la integridad física y emocional de los derechos de niñez y adolescentes.

Este país también es capaz de hacer reformas claves. Fuimos capaces de hacer la ley de educación dual, que esperó una década para ser aprobada.

Por esta ley jóvenes hoy se están educando y a la vez haciendo prácticas de empleo en empresas como Intel, zonas francas, industrias y hoteles.

Fuimos capaces de reformar la Ley del INA y modernizar a esta institución, para flexibilizarla y que pudiera responder a los retos surgidos de un mundo laboral cambiante, contratando los aprendizajes de última tecnología para formar a nuestra gente, becando a más estudiantes y a la vez haciéndonos más competitivos.

Costa Rica fue capaz de aprobar una Ley de Empleo Público que traerá orden y mayor equidad entre trabajadores públicos y entre trabajadores privados y públicos. Sin despedir personas y sin bajar salarios, logrando ahorros considerables en las finanzas públicas, las finanzas de todas las personas contribuyentes en el país.

A través de decisiones adoptadas por la CCSS en este cuatrienio, Costa Rica amplió la sostenibilidad de su IVM al menos hasta el 2050, extendiendo en 15 años la suficiencia de la reserva a través de la eliminación de la pensión anticipada. Esto para garantizar a más personas su pensión.

En este periodo se limitaron al máximo constitucional las pensiones de lujo. Se aprobó la ley que obliga a estas pensiones a aportar la contribución solidaria para la lucha contra la pobreza, logrando así un ahorro anual de más de 17 mil millones y saldando una deuda moral del país.

Después de 20 años de debate público, y luego de la efervescencia social de finales del 2020, se creó el Consejo Consultivo Económico y Social. Este reúne sectores de todo tipo de la sociedad civil con una amplísima representación.

Es una herramienta valiosísima para el diálogo y la paz social.

También con la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas se obligó a profesionales liberales a registrar sus cobros para evitar evasión. Igual que el IVA redujo la evasión fiscal gracias a la trazabilidad y puso a pagar a sectores que antes no contribuían. Esto es justicia social y responsabilidad.

En política exterior no solo lideramos en materia ambiental. Junto a Panamá y República Dominicana, lanzamos la Alianza para el Desarrollo en Democracia, hito democrático en una región que requiere de ese esfuerzo.

Asimismo, junto a la OMS lideramos la creación del repositorio libre de tecnologías contra el COVID 19.

Con un exhaustivo trabajo del sector público y privado, logramos emitir el decreto para registrar nuevas moléculas y formulados agroquímicos, permitiendo un balance entre proteger la salud, el ambiente y reducir los costos de producción para nuestros agricultores. Una deuda a la que se le puso un check de cumplido.

Después de 20 años de retraso, en este periodo se logró diseñar la sectorización del transporte urbano modalidad buses. Ya se tienen 21 contratos firmados para la entrada en operación de los nuevos esquemas y rutas de buses que modernizarán el transporte público en 8 sectores delGran Área Metropolitana.

El país sigue dando pasos hacia un transporte público moderno y eficiente.

Además de invertir en trenes nuevos, el viernes pasado lanzamos el pago electrónico en buses, como ya habíamos hecho en el tren. Esto permitirá que las personas usuarias realicen sus pagos de manera más rápida, fácil y segura.

Estos son ejemplos de que sí se puede. De que este es un país a veces difícil de gobernar, sí, pero donde es posible gobernar con claridad, tenacidad y persistencia. Claro, el que existan logros, necesarios de resaltar, no opaca que hay retos pendientes y desafíos grandes para el país.

Lo más común después de estos informes presidenciales es que los actores políticos aleguen que el Presidente de la República pinta otro país al que existe. Creo que lo correcto es reconocer todos que los logros coexisten con los desafíos. Y que ambos los debemos ver con realismo y madurez.

Como parte de mi deber, de mi aprendizaje de estos años, comparto lo que creo es nuestro principal desafío. Es mi convicción que Costa Rica debe  afrontar en los años venideros la creciente desigualdad, que se refleja en pérdida de la cohesión social. Y esto se manifiesta en varios campos.

Hay quienes preguntarán si este gobierno hizo suficiente en esta materia. Les diría que la base fundamental para enfrentar este problema es asegurar un Estado viable y robusto que pueda acometer la desigualdad. Un Estado quebrado, en default, y una economía en picada solo lo agravarían. Resolvimos primero lo primero.

Con esa base, debemos acometer las fuertes desigualdades territoriales, en oportunidades educativas, entre hombres y mujeres, y de ingreso entre sectores. Una sociedad desigual tiene el riesgo de perder su cohesión y puede incubar violencia. La ruta costarricense es la de la solidaridad y la del Estado Social de Derecho.

Una de las tareas necesarias se relaciona con la educación, con recuperar los rezagos generados por la pandemia y elevar la calidad de la educación pública. Debemos aspirar a que sea tan buena como la privada o mejor. Una educación de oportunidades para todas y todos en todo el país.

Esto también requiere una mejor infraestructura educativa, tanto física como tecnológica. En la física invertimos más de 247.000 millones de colones en más de 582 obras que beneficiaron a 220.000 estudiantes en todo el país. Pero la pandemia dejó en evidencia la imperativa necesidad de fortalecer el acceso a tecnología.

Por ello, ruego a las nuevas autoridades del Ejecutivo y Legislativo considerar el proyecto de alfabetización digital, o cualquiera que dote de equipo y conexión a cada estudiante de la educación pública. En el siglo XXI, no dar esta oportunidad a nuestra juventud es inaceptable para un país como Costa Rica.

También ruego continuar con la Alianza por el Bilingüismo, la cual tuvo importantes avances en estos cuatro años. Hoy, por ejemplo, cada maestra nueva de preescolar que ingresa al servicio es bilingüe. La proyección actual es que para 2040 cada estudiante que se gradúe de la educación pública sea bilingüe.

De la desigualdad hay dos manifestaciones que son de especial preocupación.

Una es el desempleo, que en nuestro caso tiene la característica de castigar a los hogares de baja escolaridad y formación. Es más fuerte en mujeres, jóvenes y fuera del Gran Área Metropolitana. Es necesario seguir combatiendo esta realidad.

En este contexto, un segundo fenómeno de suma preocupación es el narcotráfico y lavado de dinero. Hemos presenciado como el narcotráfico ha penetrado comunidades y el crimen organizado se ha acercado a personas en posiciones de poder. Desde el esfuerzo conjunto de los Poderes de la República lo hemos combatido.

Tanto el Poder Judicial como el Ejecutivo han desmantelado bandas de este tipo. Y por esfuerzo conjunto de todos los Poderes, en este Congreso están convocados varios proyectos contra el crimen organizado. Cifro muchas esperanzas en la entrada en funcionamiento este año de la Jurisdicción especializada contra el crimen organizado.

Mi ruego es que sigamos luchando de manera implacable contra el crimen organizado Porque este flagelo es una amenaza para la cohesión social de este país que amamos. Además de la firmeza, el mejor blindaje que podemos establecer para Costa Rica es una sociedad más inclusiva, igualitaria y de oportunidades.

Otro desafío que tendrán esta Asamblea y el Ejecutivo entrante será resolver faltantes que tienen varios ministerios para su operación este año.

Como señalamos desde octubre, cambios de partidas que hizo el Congreso anterior provocan que varios ministerios no tengan en algunos rubros lo suficiente para cubrir parte del año.

Mediante presupuestos extraordinarios esto puede solventarse, como tuvimos que hacer nosotros durante este período. La ventaja es que hay recursos suficientes, dada la actual situación fiscal y los financiamientos que se dejan aprobados, listos para presupuestar. Los casos de limitaciones derivadas de la regla fiscal, pueden solucionarse vía reforma puntual.

Costarricenses,

Han sido años duros y en los que cumplimos con el compromiso de trabajar, trabajar y trabajar.

Agradezco de corazón a mi Gabinete porque en las más duras tempestades se mantuvieron atados al mástil conmigo, para sacar este barco adelante.

A mis vicepresidentes, por su lealtad y consejo.

A Claudia por sacar tantos proyectos de relevancia adelante, por dejar a las mujeres en alto y por sostenerme en los momentos más duros. Estoy muy orgulloso de nuestra Primera Dama.

A la fracción oficialista, la más pequeña de la historia hasta entonces, pero enorme en resultados. La que tuvo que tolerar y sacrificar. Hoy el fruto de su sacrificio está en todo lo que se ha logrado. Y a la Asamblea Legislativa por su apoyo en legislación de gran importancia.

A mis manos, mis asesores, por estar ahí con mística, con amor, con honestidad y por Costa Rica.

A mi familia por sobrellevar esta dura carga. A mi hijo Gabriel, por ser mi razón de ser, mi inspiración, mi todo. Agradezco de corazón a tantas personas que oraron por mí y por mi gobierno.

Agradezco también a quienes nos lastimaron de palabra. No lo entendí al inicio. Pero a la postre comprendí que eso solo nos hizo más fuertes.

Mucho se puede discutir de los últimos 8 años, o de estos 4 años. Con convicción, sé que han sido lo mejor para nuestra casa común, Costa Rica.
Me confieso amante de este país. El más bello y maravilloso del mundo. El que no tiene ejército, el que recibe mandatarios con niños y niñas con banderas, el defensor por excelencia de los Derechos Humanos, la paz y la democracia. El que lidera al mundo en la lucha contra el cambio climático y da esperanza a la humanidad.

Por eso, y de todo corazón, en mis últimas palabras como Presidente les digo:

¡Qué viva Costa Rica, Qué viva Costa Rica, Qué viva mil veces Costa Rica!

 

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6 COMENTARIOS

  1. Mil gracias sr presidente Carlos Alvarado. Seguro que hubo errores y fallas , como en todo grupo humano , Pero también muchos aciertos y grandes logros. ; junto a una gran mística , dedicación y arduo trabajo , de usted y su equipo de gobierno.

  2. Se hizo mucho, y nunca se comunicó correctamente. Sus ministros de Comunicación fueron un rotundo fracaso, uno tras otro. Así las cosas, así fue la sanción y el resultado desastroso para el PAC en las elecciones. Comunicar es lo básico – lo más básico señor Presidente/periodista – en una sociedad de la información y de las redes sociales. No supo comunicar el primer comunicador que llega a ejercer la Presidencia en Costa Rica.

  3. Hay tres verdades en política, la real que muestran los hechos, la que muestra la prensa, y la que muestra la oposición.
    En este período de gobierno la «verdad» que imperó fué la que mostraron los medios y la oposición, hay que analizar los hechos, para eso se requiere conocer cómo funciona el Estado y tener sentido común, cosa que carecemos lamentablemente los ticos, nos dejamos llevar por la «verdad» que nos ponen en la cara y no vemos que más hay detrás de eso.
    No le vi mala intención a este gobierno saliente por parte del Ejecutivo, lo que sí vi fué una falta de comunicación terrible, y falta de carácter por parte del Presidente para poner a mucha gente en su lugar, se le fué la mano en lo salomónico.

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