viernes 19, abril 2024
spot_img

O nos salvamos o nos hundimos… todos

De cal y de arena

Admitiendo que el país no está quebrado, sí es de recibo la advertencia de que atraviesa momentos y circunstancias muy complejas, de muy difícil asunción vistas las limitaciones de los recursos con que cuenta el gobierno a los efectos de instrumentalizar las enmiendas de profundo calado, como han de ser si es que se quiere que el país se distancie del barranco.

La economía en general apenas comienza a recobrar aires. Y eso, en el segmento de las empresas acogidas a los regímenes de zonas francas y de centros de llamadas –por cierto muy importantes y determinantes- cosa que no se ve en el vasto mundo de la economía tradicional no amparada por regímenes de estímulos especiales. La economía, pues, pide a gritos aire y empujones, y una gestión política que desde el gobierno central y la Asamblea Legislativa posibilite tomar otro rumbo. El rumbo en que pueda dejar atrás  ese modelo que se ha cristalizado en la Costa Rica rica, la Costa Rica pobre… y la Costa Rica ignorada, de la que acertadamente advirtió en un mensaje apostólico el entonces Arzobispo Hugo Barrantes. Las tres Costa Rica –una verdad de a puño que pareciera haber quedado como prédica en el desierto-.

Pero antes, encarar una realidad propia de unas finanzas si no en quiebra, sí en peligrosa postración.

El tema de la deuda pública es crucial. Y si bien hay logros en el cambio de los vencimientos y en el ritmo de crecimiento, hay realidades acongojantes. La deuda del gobierno central fue de 27.3 billones de colones (68.3% del PIB) en diciembre pasado según estimó la Contraloría General de la República, ente que puntualizó que para que la deuda sea sostenible debe ser del 50% del PIB como máximo. En 2020 la relación deuda/PIB creció en casi 10.7 puntos, lo más alto en ocho años. El gobierno de Chaves debe pagar 9.6 billones de deuda pública durante los cuatro años de su mandato, una cifra no vista desde hace 20 años. Y para iniciar la faena, su administración ha de empezar a “guardar pesetas” desde ya para que en 2023 pueda devolver los 1.000 millones de dólares que nos prestaron vía colocación de eurobonos en la presidencia de doña Laura Chinchilla.

Aún hay más: falta acopiar los datos de las obligaciones pendientes con la Caja del Seguro Social por transferencias no concretadas, tema que en conjunto con otras “jáquimas” bien podría ascender a 2.3 billones de colones según el Ministerio de Hacienda.

¿Habrá plata para financiar la inversión en obras de desarrollo, para responder a las necesidades de la Costa Rica pobre y más aún de la Costa Rica ignorada, la Costa Rica que soporta pacientemente la humillación de la pobreza en su grado extremo?

Esa es la Costa Rica que agitó las catacumbas de la pasada campaña electoral, sin encontrar durante años las escuchas y atenciones precisas, en cuantía, en oportunidad y en formalidad. Fue su grito la demanda de acción efectiva y eficaz contra la exclusión, la inequidad, la ofensiva mala distribución de la riqueza y su siamesa la pobreza en sus distintos grados.

Rodrigo Chaves se comprometió a prestarles atención y a procurarles superación. Toda una bronca que él se obligó a encarar para contener las injusticias que en un mañana no lejano podrian prenderle fuego a esta sociedad. No fue el único candidato presidencial en atender ese grito, pero seguramente sí fue el que mejor supo construir un eco adecuado para abrir las puertas de la vía del triunfo.

Los hechos son fríos y escalofriantes. Y de verdad que van a tocar sentidamente todas las estructuras políticas formalmente constituidas en partidos. Y hasta las que no son partidos, cual resultan ser los grupos de presión. A todos va a tocar ponerle el pecho a esa balacera. Para encararlos responsablemente en el interés y necesidad de que esta sociedad pueda mantener sus equilibrios a partir de una prístina concepción de la justicia social.

La campaña electoral ya pasó. Lo sabe Rodrigo Chaves y lo saben quienes perdieron: por un lado, los que aseguraron su presencia en el Parlamento y por otro –descarnadamente afectados- también los que quedaron fuera de la representación popular, algunos en cero.

Llegó la hora de “comerse la bronca”. La tarea incumbe no sólo al presidente Chaves; Liberación Nacional, el Liberal Progresista, Restauración Nacional, el PUSC y FA bien claro han de tener que “comerse la bronca” contra la pobreza, la injusticia y la desigualdad social, la exclusión… esa cruda realidad que se expresa en la Costa Rica pobre y en la Costa Rica ignorada de que habló Mons. Barrantes, es tarea de todos ellos si es que quieren sobrevivir como actores políticos.

Bien dijo el presidente Chaves que rescatar a Costa Rica. Pero viendo los números fríamente, él no tiene cómo emprender esta ingente batalla solito y sin padrinos. Con una visión realista de los números y las conformaciones del poder político, está en sus manos facilitar el tejido de los acuerdos parlamentarios que impulsen las leyes idóneas para sacar al país del atolladero. Una actitud que bien se incubaría en la maternidad de los acuerdos parlamentarios que sugiere –y creo que seriamente- en distintos pronunciamientos el presidente del Congreso, Rodrigo Arias. Esa es la tónica que auspicia la mejor atmósfera para detener la descomposición social que se asoma.

Tómense en serio las palabras del presidente Chaves en su discurso de asunción del mando: “Aquí no hay distingos entre oficialismo y oposición: si una vez más la clase política falla, el país se puede desmoronar… Nos estamos viendo ante un espejo cuya imagen no nos gusta, porque  nos presenta dos caras que no parecen conciliarse. Es el rostro de los sin empleo, del empleo informal, del hambre en la mesa”.

Sí, señor Presidente Chaves. De seguro el país toma en serio sus palabras. Y en el grado en que maneje sus compromisos con seriedad y sentido realista y realizable dentro de una atmósfera propicia a la negociación con las cartas sobre la mesa, va a comprometer a las fracciones del frente para que aporten ideas y votos en la ruta de salvar al país del desmoronamiento.

Dos líderes políticos se perfilan con autoridad y capacidad desde la Asamblea: Rodrigo Arias y Eli Feinzag. Usted, señor Presidente de Costa Rica, debe aquilatar lo que ellos pueden significarle al país y a su administración.

(*) Lic. Álvaro Madrigal es Abogado y Notario

Noticias de Interés

5 COMENTARIOS

  1. Yo tengo una bronca con las grandes empresas trasnacionales que reportan 0 ganancias desde hace 8 años sin tributar lo que deben tributar. La otra bronca grande que tengo es ver que el escándalo mundial de los Panama Papers aquí no ha dado lugar a ningún suicidio de nadie ni renuncia o sanción cuando sí aparecen bufetes muy conocidos ticos y grandes empresas ticas colocando sus activos en paraisos fiscales con montajes y empresas de papel. Presidente Chaves ¿nos comemos la bronca?

  2. La bronca es que lo que vemos no es que estén volviendo los ojos a la Costa Rica olvidada y pobre. Veo muchos ojos volviendo los ojos hacia la pérdida de derechos de los trabajadores, el hacer todas las condiciones favorables a los empresarios, porque el pueblo pobre se nutre del goteo de los ricos. Puras falacias.
    Los liberales solo saben hacer descansar su pérdida de ganancias quitándole o reduciendo posibilidades a los pobres.
    Así que todos hablan de la Costa Rica pobre, la recuerdan en sus discursos de lucimiento; pero dónde están las acciones, dónde están generando esas condiciones para hacer una distribución más justa, el pueblo está cansado de que mejores y pongan al hilo las variables macroeconómicas, de las que el pueblo no sabe nada, no saben como le favorecen, porque sencillamente no lo hacen.

  3. Interesante punto de vista:…país puede desmoronarse…”, no lo veo así, nuestra democracia tiene una especie de blindaje auto generado que no contempla ese “desmoronarse”. Pueden creer que es broma, no obstante, revisen los últimos cien años.

  4. Rodrigo Arias Sánchez dirigiendo la Asamblea Legislativa es como tener a UCCAEP dirigiendo a la Asamblea Legislativa. Nos hundimos todos los costarricense, al menos que nos unamos y nos organicemos en contra de los intentos por desbaratar lo poco que queda de nuestro estado social de derecho que se van a venir.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Últimas Noticias