viernes 29, marzo 2024
spot_img

Caja Única: ¿Caja chica?

Hay la pretensión de engordar, al máximo, hasta la obesidad, la Caja Única del Estado, que es una serie de cuentas bancarias, en el Banco Central, donde radica la liquidez de la Tesorería Nacional. Precisaré en qué sentido es que nos interesa el tema. Adelanto que crear un fideicomiso, para separar plata y limitarlo a que transfiera los fondos a Caja Única, como que huele a soberana vacilada. Esto, por cuanto, elemental, Caja Única no reconoce un peso de intereses. Y porque si la plata se separó es porque hay un destino legal a respetar.

El asunto es amplio y complejo. Por ahora solo nos interesa, uno, determinar la naturaleza de la Caja única. Su finalidad es reforzar la liquidez en la ejecución del Presupuesto Nacional. Ergo, no se trata de fondos a disponer a la libre, cuando son ingresos con destino concreto, a manejar por órganos con desconcentración presupuestaria. Sea. NO ES una caja chica. No es que la plata llega y chao, que pueda esfumarse como por arte de magia. Esto no se puede, pues no es plata presupuestada para gastarla a titulo de ejecución del Presupuesto Nacional, aparte de que se violentaría el fin específico de algunos fondos. Creemos, entonces, tener claro que estos fondos que provienen de destinos legales no pueden quedar disponibles para ser fagocitados por el Gobierno, porque Caja única no es una caja chica, y porque si los fondos pueden ser usados solo a título de solventar una falta de liquidez temporal, deben ineludiblemente ser reintegrados y dentro de fecha cierta.

Lo otro: veamos el caso de los Parques Nacionales. Hay dos fideicomisos: uno para Manuel Antonio y otro para el resto. Eso de que la plata de los fideicomisos se traslade a Caja Única y de que aquí (es lo que se oye decir) se “desaparece” (sea, se gaste), es absolutamente contrario a la naturaleza de una Caja única, donde la plata tiene que reponerse, de modo que no se “desaparezca”, donde entonces para qué fideicomisos, y, lo peor, donde gastar la plata es descuidar los Parques, tuguriarlos como se ha admitido en todas las asambleas legislativas, por los mismos diputados, lo que implica  incurrir en regresión, respecto del deber constitucional de protección del ambiente. Porque, Costa Rica mantiene un doble discurso en este campo: la plata que producen los parques en su mayor parte acaba fagocitada en el campo de exterminio de la Caja única, mientras intenta el país vender la imagen de un fervoroso amante de la protección de la Naturaleza. Lo cual es doblemente idiota, porque es desconocer que es un excelente negocio sostener y mejorar los Parques. Y es que, de todos modos, los Parques no fueron creados para que sus ingresos principalmente nutrieren las pendejas finanzas nacionales, desnutridas permanentemente por un desastroso manejo de los políticos.

Y que quede nítido: si así no están las cosas, entonces que se aclaren debidamente. Porque, no se da información concreta, se certifican saldos de miles de millones, pero son saldos meramente contables, sea que no son reales, pues la plata no ´tá. Porque nadie define nada. Hay iniciativas legislativas para entronizar el desmadre, para legitimar el desafuero, pero nadie aclara qué se hicieron tantos miles de millones. Ni a nadie le preocupa. Sigamos en la gozadera. Pero es un crimen abandonar el grandioso desarrollo quepeño dependiente del Parque Manuel Antonio, Parque que puede producir muchísimo más. Esto no es ya miopía. Es ceguera. Y en cuanto a que, parece no más, los fondos ajenos en Caja única se evaporan, son cosas que deberían asustar. Será que jalan con cualquier ventolera, deslizamiento o inundación. Veremos.

(*) Lic. Mauro Murillo Arias es Abogado

Noticias de Interés

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Últimas Noticias