4 COMENTARIOS

  1. Rogelio : Los vecinos estan felices. Esos eran unos potreros con una de gallineros hediondos y una tierra pesima para el cultivo.Con los proyectos que han hecho al dia de hoy y los que vienen el valor de la tierra ha subido enormemente,haciendo ricos a los vecinos.Anda pregunta cuanto vale el metro cuadrado ahi con el Parque Viva de vecino.Donde estan los vecinos quejandose ? No te das cuenta que todos ellos se ganan su buena plata en los dias de los espectaculos. Y la Municipalidad de Alajuela ? quien crees que el mayor pagador de impuestos de la Guacima de Alajuela ?
    Lo que se necesita es que den los permisos (dado en el fallo ) para que entre la carretera desde la 27 hasta el Parque directo y con ello se mejora la viabilidad y los hoteles,oficinas y zona franca. Mucho progreso para La Guacima.

  2. Al diario La Nación que ya ni siquiera es una empresa periodística sino el apéndice de una venta de salchichas y cervezas, un parque de diversiones o cualquier cosa que se les ocurra, le sobran defensores de oficio entre sus víctimas reales y potenciales: Nos lo presentan como la ¿Garantía de la libertad de expresión?, no me hagan reír ante tanto cinismo estúpido, después de que han ejercido la censura y la autocensura durante 76 años, operando como los dueños de lo que podamos expresar, si es que lo que decimos resulta de su agrado, de lo contrario aplican restricciones ¿de la libre información como un servicio público?, mucho menos, este vocero de la oligarquía de los Licos sólo informa lo que les interesa a ellos. Es un diario que de independiente sólo tiene la fachada, un slogan para cazar incautos. Ahora, resulta que los vecinos de la Guácima están muy contentos con el ruido y los embotellamientos de tránsito que provoca el Parque Viva o de los vivos, no tenemos prueba fehaciente alguna que así nos lo compruebe ¿será que acaso perdieron la razón?. Con el fallo de la Sala Constitucional en contra de los vecinos lo único que nos quedó claro es que esas gentes son ciudadanos de segunda frente a los intereses de un poderoso holding empresarial, en este país la verdad difícilmente podrá abrirse paso alguna vez.

  3. Lo que Monsiváis, el gran lector de la cultura popular mexicanhabía había dicho sobre Chavela Vargas
    LOS BLUES DE LA MADRUGADA.
    Por Carlos Monsiváis | 21/08/2012 | Cultura
    Fuentes: Pagina/12
    Chavela es el abandono y la tristeza de la canción mexicana. Pero ella lo recupera todo para darle una profundidad única. Para que haya singularidad, para que entendamos que se dirige a nosotros, se requiere que esa profesión del abandono se convierta en el arte del abandono. Cuando Chavela empezó a cantar a finales de […]
    Chavela es el abandono y la tristeza de la canción mexicana. Pero ella lo recupera todo para darle una profundidad única. Para que haya singularidad, para que entendamos que se dirige a nosotros, se requiere que esa profesión del abandono se convierta en el arte del abandono.
    Cuando Chavela empezó a cantar a finales de los ’50, sorprendió por su actitud desafiante y su apuesta radical. No sólo fue su apariencia la que se saltaba las reglas establecidas sino que musicalmente prescindió del mariachi, con lo que eliminó de las rancheras su carácter de fiesta y mostró al desnudo su profunda desolación: añadió a la música ranchera la soledad radical, donde la música y las letras alcanzan el nivel de confesión de madrugada y ha sabido expresar la desolación de esas rancheras con la radical desnudez del blues.
    A su vuelta a los escenarios en 1991, México entendió ya mucho mejor su heterodoxia. El país es hoy un mundo caótico, donde las señas de identidad sólo las recupera el mariachi y la selección de fútbol y, por tanto, la gente se concentra mucho más en la letra. Esos versos que hablan de dolor y de derrota y de marginalidad cuadran a la perfección con una sociedad donde todo gira ya en torno de la supervivencia.
    Fuente: http://www.pagina12.com.ar/…/8144-1769-2012-08-19.html

  4. El naufragio cultural en que nos encontramos sumidos es de tal magnitud que mucha gente no se percata siquiera de ello, la decadencia empezó mucho tiempo atrás y se vino exacerbando con una nota de integrismo religioso, de la que se deriva la imposibilidad de reconocer por parte de mucha gente eso que llamamos la distancia entre lo sublime y lo rídículo. Ese benemeritazgo (de las artes patrias) no tiene pies ni cabeza, es un ornitorrinco australiano metido en Manhattan, por parte de unos diputados que no sabían lo que estaban aprobando. Los fabricios y la Navas denostando a Chavela Vargas por no responder a su pobre visión de la cultura y la identidad nacional, mientras otros que votaron el otorgamiento de ese reconocimiento-desconocimiento por compromiso, resultaron ser unas gentes que jamás entendieron lo que representó Chavela, la del escritor mexicano Carlos Monsiváis… la del arte del abandono y la radical desnudez del blues, con la que supo expresar la canción ranchera, reflejando los sentimientos del México profundo.

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