miércoles 24, abril 2024
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El medio ambiente no se recicla: sombras y presagios…

Desde tener una isla llena de plásticos, cientos y cientos de toneladas de basura en crematorios municipales, hasta creer que el medio ambiente no importa, porque la otra mitad nunca existió. De esta manera tan vil, hemos tratado a la naturaleza y después cuando reacciona le llamamos “violenta” y “despiadada” sin pensar antes que solo nos está devolviendo -con algo de furia- un poco del daño que le hemos hecho.

Y es que en los últimos años, los avistamientos de barcos dejando residuos de petróleo en el mar, la caza indiscriminada de diferentes especies que hoy yacen en peligro de extinción y la brutalidad con la que el hombre se ha negado a reducir su huella de carbono, han ido en aumento a tales extremos que, organizaciones tanto nacionales como internacionales han hecho un llamado urgente a las sociedades, llamado que, no ha sido tomado tan en serio por algunos sectores y esto me parece una bofetada y un insulto para quienes han luchado y siguen luchando por el respeto profundo que desde hace mucho se le ha negado a la madre naturaleza.

Siempre vamos con vehemencia a talar árboles, y sin piedad alguna destruimos los hogares de nuestra flora y fauna, para luego llamarle a esto “castigo divino” cuando en realidad el castigo lo recibe cada roble, cada pino, cada ardilla, cada pájaro que se ve obligado a migrar por el simple hecho de que se nos ocurrió que la vida de ellos está en nuestras manos y no en la de su proceso de envejecimiento natural.

Pero, como en la vida casi todo es un boomerang, parece que a la humanidad la sombra de sus acciones ha empezado a preocuparle. Por ejemplo en Centroamérica después de tantas tormentas tropicales y huracanes que nos han golpeado con fuerza, vemos ahora como nuestras sociedades van tomando un poco de conciencia y se van volviendo parte de movimientos o los forman para conservar la belleza de la tierra y la naturaleza. Quizá como mencionan los biólogos y ambientalistas; “un poco tarde pero sigue siendo justo y necesario”. Y es que es difícil creer que un par de años de conciencia podrán reparar cientos de abandono y los presagios nos auguran temporadas oscuras, temporadas por las que el ser humano tendrá que dar cuenta en esta vida, o en la que viene.

(*) Omar Cruz es hondureño por nacimiento, estudiante de Periodismo y Antropología, autor del poemario: Hologramas de ayer, hoy y para siempre… (Atea Editorial, 2019

 

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