viernes 19, abril 2024
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La enseñanza del Inglés

En estos días entrevistamos a cinco personas para un puesto de ejecutivo (a) en la CID/Gallup (sigue vacante) y necesitamos que la persona domine el inglés.  Todos venían con currículo que decía “inglés avanzado.”  ¡Ninguno tenía la capacidad de conversar ni siquiera de entender las preguntas que se le hicieron!  Y no eran preguntas difíciles.

Un ejemplo es “¿a qué se dedica hacer en su tiempo libre?” Otra es “usted reporta que ha viajado al exterior.  ¿A dónde fue y como era?”  No es que no podían contar al respecto.  Es que ni siquiera entendían qué era lo que se preguntaba.  La persona que realizó la entrevista después le tradujo al español lo que se preguntaba y aun así no podían relatar en el inglés lo que hacían en su tiempo libre o como era el lugar en el exterior que visitó.

Una investigación revela de que hay literalmente cienes de escuelas, institutos, empresas, consultores, y academias ofreciendo enseñanza a los que quieren aprender ese idioma. La publicidad que se encuentra incluye los siguientes: “Aprende inglés con solo 10 minutos al día.”, “aprende inglés mientras duermes,” “aprender inglés en 7 días,” “aprender inglés en 8 días,” “8 tips (note el uso de la palabra en inglés) para aprender inglés” también hay “12 tips” y luego “22 tips.”  Otros no son tan burdos, pero viene implícito en casi todos que la institución o persona va a resolver el desafío de enseñar al que pague como manejar ese idioma.

No voy a recomendar como solución que se introduzca un ente regulador respaldado con una ley para controlar la enseñanza del inglés.  Ya está claro que las reguladoras actuales no están cumpliendo con sus deberes. ¿Para qué otro?  Preguntarles a los inversionistas en una empresa que ofrecía varios proyectos en Papagayo que resultaron ser ficticios.  Preguntar a los usuarios del servicio de autobús.  Preguntar a los ahorrantes en el ROP.  Y varios ejemplos más.

Si Costa Rica quiere realmente transformarse en un país bilingüe en 20 años una manera de hacerlo es mandar los educadores (ahorita enseñar inglés no requiere que el profesor sepa hablar ese idioma en el sector público) por un año a los Estados Unidos a vivir con una familia en un lugar donde no hay latinos.  Mientras tanto que ese país norteamericano mande profesores para sustituir a los costarricenses que están allá aprendiendo.

Seguir con ese proceso hasta que se pudiera convertir a toda escuela y colegio en uno bilingüe. Pero bilingüe de verdad con educandos norteamericanos y donde se prohíbe hablar el español en los recreos de la mañana. (En la tarde más bien se podrá prohibir el uso del inglés)

Algunos preguntarán del porque se necesita ser un país bilingüe. La razón es sencilla; si Costa Rica desea competir con Irlanda, Singapur y la India, si quiere lograr cuatro millones de turistas para el 2030, si quiere subir el ingreso per cápita a $30 mil para ese mismo año, es obligado a ofrecer una fuerza laboral que domina ese idioma.

(*) Carlos Denton – cdenton@cidgallup.com

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