Caracas, 9 dic (Sputnik).- Que se silencien los fusiles para siempre… Ese es el anhelo de los colombianos que recalaron en Venezuela, huyendo del conflicto armado que desangra hace más de seis décadas al país neogranadino.
Por ello la reciente reanudación del proceso de diálogo entre el Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) generó altas expectativas en esa diáspora, que además aspira a ser parte de las conversaciones, para contribuir desde el extranjero a un plan de país.
«Nosotros esperaríamos que este diálogo concluya de manera positiva, y que finalmente los fusiles se silencien, se callen por siempre, que se permita lógicamente el sonido de la voz de la colombianidad en territorio venezolano, que además podamos pensar como construir una dinámica de participación para el plan de desarrollo del país, desde los que vivimos en el exterior», dijo a la Agencia Sputnik el director de la Asociación Civil Colombianos en Venezuela, Juan Carlos Tanus.
Fundada en 1964 y considerada una de las guerrillas más poderosas de Colombia, el ELN dio junto a la administración del presidente Gustavo Petro un paso hacia la búsqueda de la paz, tras reanudar el pasado 21 de noviembre sus conversaciones en la ciudad de Caracas.
La iniciativa forma parte de las primeras acciones de Petro al asumir la presidencia, y tras reactivar los contactos con la guerrilla, ambas partes acordaron el 4 de octubre restablecer el diálogo.
Antes, durante el mandato del entonces presidente Juan Manuel Santos (2010-2018), las partes habían logrado establecer una agenda, suspendida en 2019 con la llegada al poder de Iván Duque.
Paz con justicia
Durante la instalación de la mesa, las partes expresaron su voluntad de construir una paz con justicia, así como de lograr cambios tangibles para Colombia, compromiso con el cual coincide el ciudadano colombiano Jairo González, radicado hace 34 años en Venezuela.
En diálogo con la Agencia Sputnik, González expresó su acuerdo con las conversaciones, pero consideró que el diálogo no debe estar marcado por la impunidad.
«Tenemos que tomar en cuenta que la paz no puede ir ligada de, simple y llanamente, perdón, sino que debe prevalecer la justicia en el proceso: si hay quienes cometieron delitos que deben ser penados por la justicia, deben cumplir su condena», recalcó.
González, quien llegó con tan solo 15 años a Venezuela junto a sus padres y cuatro hermanos, se desempeña como abogado y es residente de la localidad de Higuerote, en el norteño estado Miranda, donde vive con su esposa e hijo.
En su opinión, un conflicto armado no es positivo para ningún país, por ello la consolidación de la paz en Colombia beneficia a ambas naciones.
Papel de Venezuela
Tras ser consultado sobre el papel de Venezuela, el Tanus aseguró que esta nación caribeña juega un papel importante en el proceso, debido a la confianza que le tienen las partes..
«Venezuela ha sufrido daños colaterales producto del conflicto de orden social, militar y político colombiano. Venezuela en esta coyuntura juega un papel importante en su acompañamiento porque junta la confianza de ambos sectores», expresó el activista.
En septiembre pasado, Petro le pidió a su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, ser garante en las conversaciones de paz con el ELN, y este aceptó.
De hecho, Maduro ha dicho en varias ocasiones que su Gobierno está comprometido con la paz de Colombia y que no escatimará esfuerzos para consolidarla.
Venezuela acompañó en 2016 la primera fase de las conversaciones con el ELN, junto a Cuba, Noruega, Chile, Brasil y Ecuador.
El director de la Asociación Civil Colombianos en Venezuela agregó que la posibilidad de un acuerdo de paz tendría un impacto positivo en este país, sobre todo en las regiones fronterizas, donde se desarrollaron acciones violentas en el marco del conflicto armado.
Además, Tanus señaló que durante años Venezuela ha sido un país receptor de migrantes colombianos.
Participación
Activista de derechos humanos y migratorios, Tanus subrayó que desde la Asociación Civil hicieron un llamado público para reunirse con el ELN, con el objetivo de intercambiar ideas y presentar sus aportes a la mesa.
El representante de los colombianos en Venezuela espera que los elementos políticos y sociales de su comunidad puedan ser considerados, puesto que ellos representan un factor importante del proceso por haber padecido los embates de la guerra y la migración.
Espera, además, que estas conversaciones concluyan en una paz definitiva para Colombia y que eso derive en un plan de retorno digno para quienes deseen volver a su tierra natal.
Por lo pronto, el proceso de diálogo comienza a arrojar frutos con el logro de un primer acuerdo, el cual consiste en facilitar el regreso de comunidades desplazadas a su lugar de origen, el municipio de Murindó, en Antioquia (noroeste).
A la par, prosiguen las acciones diplomáticas para invitar a Estados Unidos a participar con un enviado especial en la mesa de paz. (Sputnik)