Durante varios años y varios gobiernos, han hecho iniciativas para mejorar las condiciones de quienes lo hacen, la mayoría extranjeros.
Se han facilitado los trámites migratorios, en casos de personas que viven en zonas fronterizas donde su nacionalidad es confusa, como en el Sur, se han modificado reglas para que sea más expedito el proceso. Más recientemente, incluso han sido asegurados por la Caja Costarricense del Seguro Social.
Pero esos trabajadores, fundamentales para la economía de la Nación, siguen siendo ciudadanos de segunda o tercera categoría cuando se trata de su alojamiento y transporte.
En Costa Rica es prohibido que viajen pasajeros en camiones de carga por el obvio riesgo para su seguridad. Los cogedores de café lo hacen y con un riesgo mayor, viajan en carretas de chapulines.
Hoy, desgraciadamente, hubo un accidente en Sarchí cuando volcó un chapulín que transportaba varias decenas de ellos con el saldo de heridos graves.
¿Hasta cuando permitiremos la violación de sus derechos?