miércoles 24, abril 2024
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La democracia en Brasil está en peligro

Columna Poliédrica

La columna de este lunes iba a versar en relación con el Poder Judicial, sin embargo, lo que está aconteciendo en Brasil es algo prioritario y nos debe importar a todos democratas. Creo que a toda persona medianamente informada le habrá pasado por la cabeza el temor de que en este país suramericano podría darse alguna circunstancia que atentara contra la democracia, principalmente, por el vínculo de Bolsonaro con el Ejército.

Desgraciadamente esos temores se han comenzado a hacer realidad este domingo 8 de enero de 2023. Al mejor estilo de lo sucedido en el Congreso de los Estados Unidos, personas afines al bolsonariosmo tomaron el parlamento brasileño y solicitaron al Ejército que den un golpe de Estado; es decir, se trata de una práctica que nos hace recordar los episodios más tristes de la América Latina de los años sesenta y setenta del siglo XX.

Para nadie es un secreto que los militares latinoamericanos siempre han usado el desorden como excusa para justificar los golpes de Estado. En no pocas ocasiones en el siglo pasado rompieron el orden constitucional aludiendo que la seguridad de los ciudadanos se veía comprometida por “actos de desorden social”; es decir, cualquier excusa era posible con tal de tomar el poder por la fuerza y en el caso de Brasil esto es una historia conocida y sino que lo digan aquellas personas que vivieron el régimen militar que depuso el gobierno de João Belchior Marques Goulart, conocido como Jango.

Los militares en América Latina han sido una desgracia para la democracia. En aquellos países en que se ha desarrollado una clase castrense vinculada con actividades económicas de diverso tipo, cada vez que grupos ideológicos de centro izquierda o de izquierda han ganado las elecciones, han asumido posiciones contrarias al orden constitucional; es decir, en algunos casos se han abstenido de ir más allá de manifestar publicamente sus posiciones, pero en otros casos han pasado de las palabras a los hechos.

Bolsonaro es un militar y ha dejado claro que no acepta el resultado de las elecciones en Brasil. Ello se ha manifestado en su no presencia en el traspaso de poderes sino que ha mantenido en silencio después de la contienda electoral, esta conducta hace pensar que ha estado ocupado en organizar acciones como la que estamos presenciando y que hace preveer la inminencia de una acción militar del Ejército; si ello ocurriere, estaríamos retrocediendo más de cincuenta años en el avance democrático que había tenido la región.

Vamos a decirlo con absoluta claridad, el peligro de las dictaduras está presente en ambos lados del espectro político. Es una realidad que tanto la ideología política de derecho como de izquierda han generado régimenes dictatoriales a lo largo de la historia, cada uno con sus características particulares; se trata de una práctica que perjudica a los más vulnerables, a los más pobres, es decir, a las personas de a pie que ven limitados sus derechos fundamentales y en las mayoría de los casos, disminuida su calidad de vida en lo económico y lo social.

Ojalá que los grupos de poder en Brasil cierren filas en favor de la democracia. Que haya altura de miras y al igual que sucedió en los Estados Unidos, la clase política entienda que un golpe de Estado no beneficia a la sociedad brasileña y que debe prevalecer la institucionalidad sobre el interés de un grupo específico representado por Jair Bolsonaro; en otras palabras, estamos en un momento muy delicado para toda la región latinoamericana, ya que se está volviendo frecuente atentar contra el régimen democrático y contra la voluntad del pueblo manifestada por medio del voto en las elecciones realizadas en los diferentes países.

En Brasil debe prevalecer la democracia, esperemos que así sea y que no termine muriendo casi al mismo tiempo que Pelé.

(*) Andi Mirom es Filósofo

andimirom@gmail.com

columna poliédrica.blogspot

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3 COMENTARIOS

  1. Doña Flora por qué tan desanimada. No se preocupe, ahora si hay presidente en Costa Rica. Si está tan dolida puede hacer maletas e ir a distraerse a otro país.

  2. Es simpático que un filosofo sea tan reduccionista como para decir que la democracia esta en riesgo por ese acontecimiento especifico. La democracia en Brasil esta en peligro desde hace como 20 años, cuando eligieron como presidente a un hombre de izquierda que permitió los peores delitos de corrupción a nivel global de una empresa PRIVADA, respaldada por el ESTADO (lo que prueba que privados y públicos son capaces de gigantes actos de corrupción). Volvió a estar en peligro cuando los brasileños eligieron una presidenta no por su capacidad, sino por su relación con el anterior presidente. Se puso aun mas en peligro cuando eligieron un populista de derecha que decía que la gente iba a morir y el no iba a hacer nada porque no era su problema. Y se puso en peligro aun peor cuando volvieron a elegir presidente a un hombre que salio de la carcel no por estar libre de culpa, sino porque alguien decidió que no le habían jugado limpio, y que debían volver a juzgarlo y sorpresa…los crímenes de los que lo acusaban prescribieron. La gente interpreta cada cosa loca de estos acontecimientos: Lula NO demostró su inocencia…en su lugar se demostró que la justicia esta hecha para que los poderosos la aprovechen. Se bien que tendemos a juzgar mas severamente los acontecimientos recientes porque están mas frescos en la memoria, pero todo lo malo que hizo Bolsonaro, mas lo que hizo mal Rousseff, mas lo que hizo mal Temer, no llegan a los pies de la corrupción que se desato durante la época de Lula a nivel internacional gracias a su apoyo a Odebrecht y los desmadres de Petrobras.

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