Ciudad de Guatemala, 28 ene (Prensa Latina) El 20 de enero arrancó oficialmente la carrera electoral en Guatemala con 29 partidos políticos inscritos, algunos con caras y proyectos novedosos y otros con más de lo mismo y figuras recicladas.
La convocatoria del Tribunal Supremo Electoral (TSE) se realizó en medio del temor a un fraude y cuestionamientos sobre su papel en los próximos meses y hasta el 25 de junio, fecha de apertura de las urnas.
Con la certeza de que todos los ojos estarán puestos en la institución, su presidenta, Irma Palencia, reafirmó la voluntad y el compromiso de cuidar el ejercicio de los derechos políticos de los guatemaltecos con un proceso transparente, plural, seguro y participativo.
El banderín de arranque dio paso a la inscripción de los futuros binomios presidenciales y de otros cargos públicos como los 160 diputados al Congreso, 20 al Parlamento Centroamericano y 340 corporaciones municipales, todo un espectáculo a las puertas del Registro de Ciudadanos para entregar de primeros su papelería.
Entre los rostros que ya despuntan están viejos conocidos como Zury Ríos (partido Valor), hija del exdictador Efraín Ríos Montt; la persistente Sandra Torres (tercera ocasión con la Unidad Nacional de la Esperanza); Edmon Mulet (ahora con Cabal); Isaac Farchi (otro repitente, esta vez con Azul), y Roberto Arzú (Podemos).
Por otro lado, la izquierda vuelve a presentarse fragmentada: solo Winaq y Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca anunciaron coalición, mientras que el Movimiento para la Liberación Nacional irá por segunda vez de forma independiente con Thelma Cabrera, cuarta en las elecciones de 2019.
Hasta el momento, 15 organizaciones políticas presentaron sus presidenciables y 12 entregaron papelería para la inscripcióncon cierre el 26 de marzo.
Hasta entonces, solo se permite el proselitismo, aunque la línea que lo separa de la campaña electoral es tan fina que el TSE tendrá muchos dolores de cabeza para hacer cumplir la ley o seguirá con “la vista gorda” como hasta ahora. Es muy pronto para vaticinar posibles ganadores, pero ya hay varias preguntas en el aire: ¿podrá esta vez Zury Ríos competir pese a la prohibición constitucional?, ¿será un proceso tan judicializado como en 2019? o ¿cuántos caerán al no pasar la prueba de los temibles finiquitos? De todo promete este tablero y sus fichas.
