Puerto Príncipe, 4 feb (Prensa Latina) Policías enfurecidos se manifestaron esta semana en la capital de Haití, quemaron llantas de vehículos, bloquearon vías importantes y agredieron las residencias del primer ministro Ariel Henry, así como las instalaciones del aeropuerto Toussaint Louverture, tras el asesinato de seis compañeros de armas en Liancourt, una comuna del departamento Artibonite.
Muchas escuelas tuvieron que despedir a sus estudiantes, se paralizó la actividad económica e inclusolos oficiales descontentos detuvieron a funcionarios de misiones diplomáticas y los despojaron de sus vehículos, lo cual generó denuncias internacionales.
A su regreso de la reciente Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, celebrada en Argentina, Henry quedó varado en el aeropuerto durante la jornada de protestas y tuvo que reforzarse el dispositivo de seguridad.
Este es solo el más reciente capítulo de la crisis que atraviesa el país caribeño, con una historia dramática de disturbios políticos, intervenciones militares extranjeras, cambio de jefes de Estado y pobreza casi desde sus inicios como nación independiente.
“Estamos viviendo un momento que podría conducir al colapso total si no se fija un nuevo rumbo de manera urgente”, dijo a Orbe el analista político Franck Saint Jean.
Las violentas manifestaciones de las fuerzas del orden cuestionaron el envío de oficiales a enfrentar a las pandillas sin los medios adecuados, mientras los grupos criminales son cada vez más poderosos.
El director de la Policía, Frantz Elbé, confirmó que durante el primer mes del año 11 agentes fueron asesinados, tres sufrieron heridas y dos se encuentran desaparecidos, sin embargo, organizaciones sindicales y de derechos humanos aseguran que la cifra es aún mayor.
Un informe de la Red Nacional en Defensa de los Derechos Humanos reveló que, desde julio de 2021, cuando Henry asumió el poder, 78 policías murieron violentamente, lo cual representa un promedio de más de cuatro ejecuciones por mes.
La plataforma responsabilizó al primer ministro y a Elbé por las muertes e insinuó supuestos lazos del Gobierno con las pandillas.
Saint Jean también señala una conexión entre las bandas y sectores influyentes, que además se articulan con el proyecto de extrema derecha y con redes trasnacionales de crimen organizado.
A su juicio, el reciente recrudecimiento de la violencia podría tener relación con la solicitud gubernamental de desplegar tropas extranjeras en el territorio para, presuntamente, contener a las pandillas.
Actualmente, la ciudad de Puerto Príncipe se encuentra sitiada por grupos criminales,los cuales, desde que debutó el año, aumentaron los secuestros y las acciones para ampliar sus zonas de influencia, mientras la policía parece superada.
