Roma, 7 Feb. (EUROPA PRESS) – La Iglesia católica alemana y también la irlandesa han pedido incluir a las víctimas de abusos sexuales en el proceso del Sínodo sobre la Sinodalidad, convocado por el Papa Francisco en 2021 y que concluirá en 2024, durante la celebración de la etapa continental de este proceso de escucha que se desarrolla del 5 al 12 de febrero en Praga.
Así, el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Georg Bätzing, ha denunciado que las víctimas de abusos en la Iglesia «no tienen voz en el Sínodo».
«En Europa hay miles de víctimas de abusos en la Iglesia, no tienen voz en el sínodo. No podemos avanzar sin dejar hablar a estas personas, a las que la Iglesia ha herido», ha asegurado Baetzing.
Durante su intervención en la cita de Praga, donde se desarrolla la fase de la Asamblea continental, el obispo alemán ha destacado la falta de consideración hacia las víctimas de abusos. «El perdón también debe concederse antes de emprender un nuevo camino hacia el futuro», ha manifestado
Por su parte, la delegación irlandesa se ha sumado a las voces de inclusión de las víctimas de abusos en el proceso del Sínodo. «Mujeres y hombres hablaron con valentía de los abusos sexuales, institucionales, emocionales, psicológicos, físicos y espirituales cometidos por miembros de la Iglesia en Irlanda. Su voz llegó al corazón mismo de lo que necesita nuestra Iglesia: la conversión», ha señalado durante la segunda jornada de trabajo de la Asamblea Europea, en Praga, la delegada Julieann Moran.
Según informa ‘The Synodal Times’, medio de comunicación irlandés del Sínodo, Moran ha afirmado que hay «una rabia, una tristeza, una sensación de pérdida -incluyendo en algunos casos una pérdida de fe- que sienten más agudamente quienes fueron víctimas de abusos». «Pero también lo sienten los fieles laicos, los sacerdotes, los obispos, los religiosos y religiosas, los que se han quedado y los que se han ido porque ya no oyen la buena noticia en una Iglesia que ha fallado a tantos», ha añadido.
Sacerdocio femenino
Por otro lado, la delegación irlandesa ha hecho hincapié en el «dolor» que sienten muchas mujeres ante «la negación de su participación en la vida y misión de la Iglesia». «Las mujeres desempeñan un papel fundamental en la vida de la Iglesia, pero muchos hombres y mujeres han hablado de que la Iglesia excluye la plenitud de los dones de las mujeres. En muchas comunicaciones se pedía la admisión de las mujeres al diaconado y al sacerdocio», ha asegurado la delegada irlandesa citando el documento de trabajo elaborado con las propuestas de laicos y religiosos de su país.
En todo caso, a finales de enero, la Secretaría General del Sínodo del Vaticano pidió a todos los obispos del mundo que no introdujesen «subrepticiamente» otros temas de debate en el proceso de escucha que ha abierto el Papa en la Iglesia católica y que culminará con una reunión episcopal en octubre de 2024 y alertó de querer «imponer un orden del día» que no respete la «lógica que rige el proceso sinodal».
En una misiva, firmada por el secretario General del Sínodo, el cardenal Mario Grech, y por el relator general, el cardenal arzobispo de Luxemburgo, Jean Claude Hollerich, se alertó de que algunos «querrían imponer un orden del día al Sínodo, con la intención de dirigir el debate y condicionar sus resultados».
En la carta, en la que se deja claro que el Papa ha asignado a la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos el tema ‘Por una Iglesia sinodal: comunión, participación, misión y no otro-, no se identificó al sujeto de estas acusaciones. Sin embargo, fue remitida el pasado 26 de enero, después de que el presidente del episcopado alemán, Georg Bätzing, incidiera en una entrevista con ‘Die Welt’ en las diferencias de concepto de que el Papa y ellos entienden por Sínodo.
«El Papa lo entiende como una amplia recolección de impulsos de todos los rincones de la Iglesia, luego los obispos la discuten más concretamente, y al final hay un hombre en la cúspide que toma la decisión. No creo que ese sea el tipo de sinodalidad sostenible en el siglo XXI –señaló Bätzing en esa ocasión–. La única opción alternativa es que nos quedamos con este modelo y simplemente le añadimos tareas importantes que son factibles en términos de derecho eclesiástico».
El Vaticano dejó claro que si bien las expectativas para el Sínodo 2021-2024 son «muchas y variadas», no es tarea de la Asamblea «abordar todas las cuestiones en torno a las cuales se debate en la Iglesia». «Quien pretenda imponer algún tema al Sínodo olvida la lógica que rige el proceso sinodal», se lee en la misiva.
El proceso sinodal fue abierto por el Papa en octubre de 2021 en San Pedro. Tras redactar el Documento de Trabajo para la Etapa Continental (DEC), el Vaticano ha abierto la fase de la Asamblea Continental. Con todo, la Secretaría General del Sínodo del Vaticano ha dejado claro que los temas que se proponen en esta etapa «no constituyen la agenda de la próxima Asamblea del Sínodo de los Obispos, sino que devuelven fielmente lo que emerge de las síntesis enviadas por los Sínodos/Consejos de las Iglesias ‘sui iuris’ y por las Conferencias Episcopales, dejando entrever el rostro de una Iglesia que está aprendiendo a escuchar al Espíritu a través de la escucha recíproca».
