Washington, 27 feb (Prensa Latina) Millones de estadounidenses de bajos ingresos se preparan hoy para enfrentar saldos más pequeños en las cuentas usadas para pagar la comida, cuando entre en vigor un recorte de los cupones para alimentos en el país.
A partir del próximo 1 de marzo, la asignación de emergencia para personas y familias inscritas en el Programa Federal de Asistencia Nutricional Suplementaria, o SNAP, finalizará en 32 estados, el Distrito de Columbia, Guam y las Islas Vírgenes de Estados Unidos.
Según el Centro de Prioridades Presupuestarias y Políticas eso significa que los hogares beneficiarios verán reducidas sus asignaciones mensuales de comestibles, justo tras un incremento del 10 por ciento en el precio de los alimentos en enero con respecto al mismo mes del año pasado.
Más de 42 millones de personas se favorecieron de SNAP a partir de octubre pasado, el último período para el que se dispone de datos federales, acorde con un reporte de la cadena NBC News.
Una investigación realizada por Urban Institute, un grupo de expertos no partidista sobre política económica y social con sede en Washington, encontró que los beneficios del programa mantuvieron a cuatro millones 200 mil personas por encima del umbral de pobreza en el último trimestre de 2021.
Aunque la fecha tope para usar los beneficios es hasta el próximo 1 de marzo, Florida, Arkansas, Mississippi y Georgia optaron por finalizar antes la asignación de emergencia.
En ese último territorio, que finalizó el programa en mayo de 2022, el Banco de Alimentos de la Comunidad de Atlanta le dijo a NBC News a principios de este mes que las visitas aumentaron un 34 por ciento hasta diciembre.
En un sondeo reciente de Bankrate, el 39 por ciento de los adultos estadounidenses informaron tener menos ahorros ahora que el año pasado, mientras el 10 por ciento que dijo no tener reservas de emergencia en 2022 todavía carece de ellas.
A medida que disminuyen los amortiguadores financieros, las mejoras de SNAP han brindado un colchón crucial, aunque parcial, para muchos estadounidenses, expresó Mark Hamrick, analista económico jefe de Bankrate.
Recortarlos ahora “es eliminar un componente de la red de seguridad social que hará que algunas personas se enfrenten a la inseguridad alimentaria. La caducidad o falta de disponibilidad de este beneficio realmente no podía ocurrir en un momento menos oportuno”, declaró a la fuente noticiosa.
