Hiroshima (Japón), 21 may (Sputnik).- Estados Unidos (EEUU) continuará ayudando a Taiwán a fortalecer la defensa, sin esperar a que haga una proclamación unilateral de la independencia, y responderá a un eventual ataque de China contra la isla, declaró el presidente estadounidense, Joe Biden.
«Hay un claro entendimiento entre la mayoría de los aliados de EEUU de que habrá una respuesta si China actúa unilateralmente contra Taiwán», dijo Biden durante una rueda de prensa que tuvo lugar este domingo al término de la cumbre del G7 en Hiroshima, Japón.
Asimismo, según destacó Biden, Washington tampoco espera «que Taiwán proclame de forme independiente su independencia», pero seguirá contribuyendo a que la isla «esté en condiciones de defenderse a sí misma».
El Congreso de EEUU autorizó en el presupuesto de 2023 un gasto de hasta 1.000 millones de dólares en suministros de material bélico a Taiwán.
A principios de este mes, la Casa Blanca se comprometió a brindar ayuda militar gratuita por valor de 500 millones de dólares a Taiwán debido a los retrasos en las entregas de armas estadounidenses, incluidos los misiles Stinger y los aviones de combate F-16V.
El martes, el secretario de Defensa de EEUU, Lloyd Austin, comunicó a los congresistas que ciertas armas serían proporcionadas a Taiwán de forma gratuita bajo el mismo concepto de ayuda de emergencia que se utiliza para apoyar a Ucrania.
Por su parte, el ministro de Defensa taiwanés, Chiu Kuo-cheng, afirmó el lunes pasado que tales armas no se deducirían de la lista de ítems retrasados.
Las tensiones en el estrecho de Taiwán fueron en aumento a principios de agosto pasado, luego de que la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, realizara una vista a la isla rebelde desoyendo las reiteradas advertencias de Pekín.
Su visita duró menos de 24 horas, pero fue la del mayor nivel en los últimos 25 años y la primera desde 1997 que incluyó a un titular de la Cámara.
La Casa Blanca se distanció del viaje de Pelosi a Taiwán, alegando que la presidencia de la Cámara de Representantes toma sus propias decisiones.
China, que percibe estas visitas como un incentivo a los secesionistas, lanzó en agosto un amplio ejercicio militar que incluyó fuego real de largo alcance en seis zonas adyacentes a la isla rebelde, y una batería de restricciones económicas a proveedores taiwaneses.
También suspendió la cooperación con EEUU sobre repatriación de inmigrantes ilegales, asistencia legal en materia criminal, lucha contra delincuencia transnacional, narcotráfico, así como las conversaciones sobre el cambio climático y una serie de consultas bilaterales al nivel de jefes militares. (Sputnik)
