Tel Aviv, 13 may (Sputnik).- Las sirenas por los miles de muertos israelíes en todas las guerras y ataques sonaron el domingo al anochecer en todo el país, 24 horas de duelo que pasan ininterrumpidamente a las celebraciones de la independencia, que este año, en medio de la guerra en Gaza, parecen estar en suspenso.
«Siento el peso sobre mis hombros todos los días y en mi corazón comprendo plenamente su significado», dijo el jefe del Estado mayo del Ejército, Herzl Halevi, en la ceremonia inaugural del Día de los Caídos en el Muro de los Lamentos, en Jerusalén. «Llevo conmigo todos los días el recuerdo de los caídos y soy responsable de responder a las preguntas difíciles que alejan el sueño de vuestros ojos», añadió, dirigiéndose a los miembros de las familias dolientes.
Halevi agregó: «No tuve tiempo de visitar sus hogares, pero siempre estaré comprometido con ustedes: los padres, las hijas y los hijos, los hermanos y hermanas, los cónyuges, los abuelos. Me paro humildemente ante su valentía para hacer frente al dolor, encontrar la fuerza cada día a la sombra de una gran pérdida y verter un nuevo significado en el vacío».
El jefe del Estado mayor añadió que se debe recordar a todos los caídos, incluidos los que murieron en accidentes y los que fallecieron por «enfermedades físicas o trastornos mentales». Prometió apoyar a los heridos, en cuerpo y alma, y hacer todo lo posible para liberar a los rehenes.
Hoy el diario Haaretz reveló también que por lo menos diez soldados se suicidaron desde el 7 de octubre.
La solemne ceremonia comenzó con la lectura de los nombres de los soldados caídos en el Monte Herzl, y luego el país se detuvo a las 11 de la mañana con una sirena de dos minutos. Tras ella, se sucedieron a lo largo del día las ceremonias conmemorativas estatales en 54 cementerios militares y sitios conmemorativos en todo el país.
Políticos no bienvenidos
En los cementerios militares, algunas familias de soldados israelíes caídos expresaron su protesta contra el gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu, y sus representantes. Durante el discurso del propio Netanyahu en la ceremonia en el Monte Herzl, muchas personas abandonaron el cementerio en señal de protesta.
En su discurso, Netanyahu dijo: «Estamos decididos a ganar la lucha, hemos cobrado y cobraremos un alto precio del enemigo por sus acciones criminales. Llevaremos a cabo los objetivos de la victoria. El principal de ellos es el regreso de todos nuestros rehenes a casa, pero el precio que pagamos es muy alto».
En un momento dado, Doris Liber, la madre del rehén asesinado, Guy Iluz, se dirigió al primer ministro y le increpó: «No tengo una tumba a la que ir, devuélvanoslos», refriéndose también a los secuestrados muertos que Hamás retiene en Gaza.
Paralelamente, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, comenzaba su discurso en el cementerio militar de Tel Aviv, entre la multitud ondeaban carteles de protesta con el lema «su sangre está en vuestras manos».
En el cementerio militar de Ashodod, al sur del país, antes del discurso del ministro de Seguridad Pública, Itamar Ben-Gvir, algunas familias presentes gritaron: «Fuera de aquí, criminal. Basura, no has estado en el Ejército ni un minuto», refiréndose al pasado del ministro, convicto por terrorismo y quien no cumplió el servicio militar obligatorio.
Mientras otros gritaban: «Vergüenza, ustedes, izquierdistas traidores». Los gritos duraron todo el discurso de Ben Gvir, tan solo se detuvieron con el sonar de la sirena, cuando los presentes callaron y bajaron las cabezas en señal de respeto, pero continuaron inmediatamente después. (Sputnik)
La mayor cantidad de víctimas de la Alemania nazi liderada por Hitler, con su invasión a la URSS y otros países de Europa en la ll guerra mundial, no fueron los judíos, fueron 27 millones de soviéticos, principalmente civiles.