En el Día del Agricultor y la Familia, les envío a todas y todos los costarricenses un cordial saludo.
La familia es esperanza en medio de la fuerte onda de violencia que nuestra sociedad enfrenta. Es la familia la que puede sostener con fuerza los valores de nuestra sociedad, para recuperar nuestra población, nuestro crecimiento y nuestra paz.
Necesitamos una política familiar que ayude a todas y todos, a recuperar nuestra paz por medio de valores sólidos. Necesitamos la suma de docentes, padres de familia y municipalidades con sólidos aportes para Costa Rica.
Por otra parte, los agricultores son el corazón de Costa Rica. No solo producen nuestro alimentos y gran parte de lo que exportamos, sino que también sustentan las bases de nuestra estabilidad social y democrática.
Costa Rica se distingue por ser un país construido por las manos y el sudor de agricultores incansables, que han labrado el camino hacia el país que somos hoy. Nos enfrentamos a importantes retos: mercados cada vez más exigentes, cambio climático, suelos que se han ido agotando. Estos desafíos requieren innovación, el uso de tecnologías avanzadas y una producción cada vez más sostenible…
En este día especial quiero expresar mi más profundo agradecimiento a ustedes familias y a los agricultores que son la base de nuestra democracia y el motor que impulsa nuestro país hacía adelante.
(*) María Marta Padilla es Legisladora independiente
Esperemos que tal felicitación a los agricultores no sea extensible a los grandes consorcios agrícolas trasnacionales, los cuales siguen deforestando miles de hectáreas en muchas partes de nuestro país a vista y paciencia de ustedes, políticos. Además, los agricultores y sus familias en Costa Rica están siendo diezmados, no solo por progres y sus aberrantes persecuciones, sino también con fuertes impuestos y cargas fiscales, municipales, insumos, herramientas y servicios sociales, etc., donde ni por asomo, solo dan enclenques ayudas que los supuestos representantes del pueblo deberían palpar. Bonitas palabras de la arrepentida diputada, pero son solo eso, palabras, con los sonoros usuales ecos burocráticos de siempre. Y no es solo usted, la interpelada.
Comparto la felicitación pero discrepo de la relación entre agricultura y democracia, o si existe alguna relación con cualquier otro sistema político. La agricultura produce alimentos, y la sana y adecuada alimentación es un derecho humano que esta por sobre cualquier postura política e ideológica.
La agricultura es un tema que se vuelve «tendencia» en mayo, el resto del año solamente cuando se requiere apoyar alguna manifestación. La verdadera forma de fortalecer la agricultura es fortaleciendo la competitividad, y para fortalecer la competitividad se requiere de nuevas moléculas, mejor extensionismo por parte de universidades y el ministerio respectivo, no proteger gremios que no aportan y solamente saben pedir (arroceros, paperos, cebolleros, lecheros, entre otros). Muchos de los líderes de estos grupos son hijos de agricultores pero pocos tienen tierra en las manos. Un verdadero agricultor no tiene tiempo para andar luchando en las calles a cambio de «ayudas», un verdadero agricultor está luchando en el campo contra la adversidad.