Columna Poliédrica
La Universidad de Costa Rica (UCR) elige este año a su Rector. Así me lo han comentado queridos amigos y amigas que trabajan en ese centro de educación superior, se trata de una elección importante pero, pareciera, ya no con el grado de ponderación que se le otorgaba antes; en efecto, en otros tiempos esta elección tenía una gran repercusión mediática y la persona que se elegía, prácticamente, pasaba a ser una referencia nacional en virtud de la representación que se hace de la principal universidad de nuestro país.
El Rector que dejará el cargo a finales de noviembre, me dicen, pasará sin pena ni gloria. La opinión de una buena parte de las personas con las que he conversado es que se trata de una persona a la que le quedó grande el cargo, al punto que decidió renunciar públicamente a su reelección; en otras palabras, evidenció que la responsabilidad que asumió le sobrepasaba y que debe estar contando los días para, finalmente, dejar un cargo para el que no estaba preparado.
Hay personas que ya se escuchan con pretensiones para, al menos, postular su candidatura. Comentaba con estos amigos que en este tipo de elección uno no se postula, es decir, un candidato con posibilidades reales debe ser postulado por personas que ven en ella un liderazgo; dicho en palabras sencillas, uno no se postula, a uno lo postulan, sin embargo, hay personas que su ego o narcisismo los hace postularse casi en solitario y sin un apoyo claro de un colectivo de personas.
Quienes se postulan a estos puestos deben aprender a leer a los electores. Hay tres personas que pretenden volver a postularse y que ya el electorado universitario les ha dicho que no están dispuestos a elegirlos para el cargo de Rector, no obstante, vuelven a insistir en su postulación; en consecuencia, en estos casos es válido preguntarse por su verdadera intención que, casi siempre en estos casos, pasa por el hecho de negociar su apoyo para que el candidato ganador los designe en un puesto de jerarquía. Se trata de personas que no piensan en la institución, su único objetivo es saciar su ego y su narcisismo exacerbado, la UCR es un instrumento y no un fin para ellos.
Otro de los postulantes, me dicen, ha estado en puestos de decisión y jerarquía desde hace más de una década. En este sentido, los problemas que ha tenido la UCR, por ejemplo, en materia administrativa son parte de su responsabilidad; en otras palabras, la queja que mis amigos tienen y que es replicada por otras personas en relación con trámites que impiden el desarrollo de las actividades sustantivas de la institución, sin lugar a dudas, le atañen a él directamente y eso no es poca cosa.
Su postulación responde a intereses muy específicos y no a una visión institucional integral. Ha mostrado en su ejercicio como administrador, según los comentarios a los que he tenido acceso, una forma más burocrática de entender el funcionamiento de la UCR; ha estado en puestos en los que ha tenido la oportunidad de agilizar los trámites para un desarrollo más eficaz y efectivo de las actividades sustantivas de la universidad, sin embargo, no ha hecho absolutamente nada en este sentido.
Finalmente, me comentan que hay otro postulante que está siendo impulsado por una buena cantidad de académicos de la universidad. El hecho que su postulación obedezca a un apoyo colectivo es una buena señal, no obstante, me indican que es una persona muy política y que eso le puede pasar factura en sus aspiraciones; vamos a decirlo claramente, tener experiencia política no es malo per se, lo importante es cómo se canaliza esa experiencia en favor de una visión con altura de miras y no pensando en el corto plazo.
La UCR merece un Rector que comprenda cómo funciona la parte académica pero que también sepa lidiar con el entorno interno y externo de la universidad. La negociación que hizo la administración que estuvo en el período 2012-2020 del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES), por ejemplo, fue un desastre; cualquier persona que haya estado involucrada en estas negociaciones es digna de ser vista con desconfianza, ya que no solo permitieron que se volviera a una negociación anual, sino que lograron que los apoyos históricos que la UCR siempre tuvo a nivel social, laboral y político se enfriaran por la torpeza con que fueron manejadas.
Como le he dicho muchas veces, no tengo ninguna relación con la UCR. Mis vínculos se resumen a la amistad que tengo con muchas personas de las que trabajan en esa institución, no obstante, el camino que vaya a emprender esta institución impacta a toda la sociedad costarricense y a su devenir, especialmente, en materia social; no me cabe duda que si algo debe tener claro la persona que llegue al cargo de Rector o Rectora, es que la universidad ha sido y es, un vehículo de transformación social para la sociedad costarricense.
(*) Andi Mirom es Filósofo
andimirom@gmail.com
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Quedamos en el misterio.Sera esperar el proximo capitulo en que aparezcan los actores.
Ya veremos cómo los cursis “cultos” progres y sus troles, hacen causa común con algún fanático de esos aires. Lástima no conocer las gracias de los señalados por Mirom. Y apostemos, que ahorita saltan las usuales feminoidez de siempre. Y un primer tema, para el que venga: el soez nepotismo becario que sus familiares disfruta. Tuve una de mis gentes, que le hicieron un estudio socio económico y por tener sus padres, un carro viejo y casa, le negaron la beca. Algo parecido sucedió con mi suegro. ¿Harán lo mismo, con ese estudio socio-económico al aterro de sus pensionados que han ganado millones y hasta en prestaciones? Todos…, calladitos más bonitos.
Y aqui hablo el xenofobo sexista….digo, por otra respuesta que escribio el mismo Zuñiga en este mismo diario. Bueno, empezemos por el autor…el mismo dice que a el, que no tiene ninguna relación con la UCR, le dijeron, le comentaron y le opinaron (es decir el no sabe nada de nada de nada del tema, todo son opiniones de terceros anonimos), unas personas que nadie sabe quienes son, que las opciones son malas (revisen el texto, es exactamente lo que dice), ya por alli podemos ver la ¨seriedad¨ de este articulo. Lo voy a bautizar como El Rey de los Comentarios Obvios…El dice, muy ciertamente, que la universidad merece un Rector que comprenda cómo funciona la parte académica pero que también sepa lidiar con el entorno interno y externo de la universidad, lo que es cierto…que acaso no es lo mismo que merece cualquier elección?. Luego dice que hay que desconfiar de cualquiera que estuviera en esas negociaciones…porque su suprema majestad el Rey asi lo determina…se debe desconfiar de quien El diga. Tiene idea acaso de cuales fueron las posiciones que cada persona que estuvo en esa negociacion? y su hubo alguien que no estuviera a favor, pero igual el resto le paso por encima? No, eso no importa, hay que desconfiar porque El Rey lo dice. Igualmente, no le gusta el mecanismo de que cada quien se postule…no, no puede ser decision de nadie, tienen que postularte, porque al Rey le da la gana de que ese es el unico mecanismo valido…pero bueno…al menos debo reconocer que en los comentarios hubo alguien que dejo la criticadera (no, no fui yo…) y si propuso algo parecido a una sugerencia de que hacer…en vez de estar quejandose como los demas…incluido yo…
Dentro de las tareas prioritarias del nuevo rector están:
1- Despolitizar la UCR, se deben sacar corrientes políticas del campus, cada quién puede pensar y opinar, pero no utilizar a los estudiantes como una masa de contrapeso ante una decisión gubernamental.
2- El FEES no es un regalo o una piñata, es dinero del pueblo costarricense, por lo tanto: SE DEBE RENDIR CUENTAS POR CADA COLON, el FEES no es para privilegios o para que las federaciones de estudiantes lo utilicen irresponsablemente.
3- La UCR no es y tampoco debe ser el Olimpo que algunos académicos pretende que sea. La razón de ser de la universidad es formar profesionales y llevar conocimiento a toda la población en general. La universidad debe investigar, y esta investigación debe generar conocimiento y este conocimiento debe mejorar la calidad de vida en el país. El académico que quiera hacer investigación para mejorar su currículo que lo pague de su propia bolsa.