Moscú, 14 jul (Sputnik).- La administración de Joe Biden en Estados Unidos creó un ambiente propicio para el atentado que dejó herido al expresidente Donald Trump (2017-2021), dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
«Después de múltiples intentos de eliminar la candidatura de Trump del escenario político, primero con el uso de instrumentos legales como la Fiscalía y los tribunales, y los intentos de desprestigiar y comprometer a este candidato políticamente, era obvio para cualquier observador externo que su vida corre peligro «, declaró Peskov a los periodistas.
«Condenamos enérgicamente cualquier manifestación de violencia en la lucha política», dijo Peskov a los periodistas.
Rusia expresa asimismo sus condolencias a la familia del fallecido en el ataque y desea una pronta recuperación a los heridos, señaló el portavoz.
También dijo, en respuesta a la pregunta correspondiente, que el mandatario ruso, Vladímir Putin, no tiene planes de sostener una llamada telefónica con Trump.
El portavoz recordó que en el historial del sistema político de EEUU ha habido «repetidos casos de presidentes heridos y hasta asesinados».
«No pensamos que el atentado para eliminar a Trump haya sido orquestado por el gobierno actual, pero este ha creado en las pugnas políticas en torno al candidato un ambiente que ha provocado eso con lo que EEUU se ha enfrentado hoy», sentenció Peskov.
El representante del Kremlin señaló que, voluntaria o involuntariamente, la administración Biden trasladó al ámbito de política interna los métodos que acostumbra a utilizar en el escenario internacional, lo que se traduce ahora en la aparición de «un estilo de decisiones violentas».
El 45 presidente de EEUU, Donald Trump, sufrió una herida leve en la oreja derecha durante un atentado con arma de fuego que se produjo el sábado por la tarde en un mitin electoral en Butler, en el estado de Pensilvania, dos días antes de la Convención Republicana que le nominará como candidato oficial para las presidenciales de noviembre próximo.
El autor del ataque, que habría disparado desde el tejado de un edificio situado a una distancia de más de cien metros, según algunos medios, fue abatido por agentes del Servicio Secreto.
Los disparos mataron también a un asistente al mitin y dejaron gravemente heridos a otros dos.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) calificó el suceso como «un intento de asesinato» contra el expresidente Trump.
El atacante, cuyos motivos se desconocen aún, fue identificado como Thomas Matthew Crooks, de 20 años, residente en Bethel Park, Pensilvania y, según los registros, votante republicano.
Un agente especial del FBI dijo que no hay información alguna sobre otras amenazas en relación con el incidente.
El ataque contra Donald Trump suscitó el repudio unánime de la comunidad internacional cuyos líderes se volcaron en las redes sociales para condenar el atentado y desear una pronta recuperación al expresidente. (Sputnik)
El francotirador falló por centímetros acertarle a Donald Trump en el medio de la cabeza a 150 metros de distancia. Ese acto manifiesta un alto grado de pericia con una rifle de precisión y largo alcance–me explica un amigo que es aficionado al deporte de disparo de precisión con mira telescópica. ¿Cómo logró el francotirador posicionarse en el techo del edificio? ¿Por qué su ubicación evadió a la seguridad del Servicio Secreto? El francotirador hizo varios disparos seguidos. Tuvo tiempo de hacerlo, antes de ser abatido por un francotirador del Servicio Secreto. Los muertos no hablan. Su muerte nos recuerda a Oswad y el asesinato de J.F. Kennedy. Más alimento, para las teorías de la conspiración y la mano oscura de los servicios secretos, los que han sido constituidos para eliminar a los opositores, asesinándolos en medio de una maraña de dudas y falsedades. Notorios son los ingleses, los israelíes, los rusos y los estadounidenses, por tener organizaciones secretas para eliminar objetivos específicos en circunstancias nebulosas.