La Habana, 19 jul (Xinhua) — El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, ratificó la voluntad de su Gobierno de enfrentar el descontrol y las ilegalidades, al clausurar en La Habana las jornadas de trabajo de la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral).
«El enfrentamiento será contra el descontrol, las ilegalidades, la especulación y el fraude, vengan de donde vengan, sean estatales o no», afirmó el mandatario ante los parlamentarios.
Díaz-Canel aclaró que no habrá «una cacería de brujas» contra los negocios privados, aunque afirmó que muchos «no respondieron a la confianza del Estado con la honestidad y la transparencia que demanda y exige una sociedad mínimamente organizada».
Desde hace tres años, el Gobierno inició un proceso de creación y legalización de pequeñas empresas privadas, cuyo número en la actualidad ronda las 11.000.
«Existe una gran distorsión y buena parte de esas entidades se han dedicado a la comercialización de productos importados que, aunque resuelven algunas carencias inmediatas de la ciudadanía, no aportan al desarrollo sostenible del país», aseveró.
El mandatario reconoció que la «muy compleja situación económica» del país se refleja actualmente en casi todos los ámbitos de la economía, pero «hay algunos donde el efecto de las carencias es más doloroso y significativo».
En ese sentido, citó la imposibilidad de asegurar el suministro de los escasos productos de la canasta familiar subsidiada, que se entrega mensualmente a las familias o la falta de medicamentos.
También enumeró la inestabilidad del sistema eléctrico y energético nacional y el descontrol de los precios excesivamente elevados, que limitan el poder adquisitivo de una parte considerable de la población.
«Paralelamente, y como consecuencia de las sostenidas carencias y limitaciones, crecen las manifestaciones de indisciplina, violencia social, adicciones y vandalismo que atentan contra la tranquilidad ciudadana, entre otros problemas», subrayó.
Para enfrentar esa situación, Díaz-Canel demandó implementar acciones concretas de inmediato, con el debido control, que deberán ser apoyadas por una adecuada estrategia de comunicación política e institucional.
«Es hora de superar los diagnósticos y pasar a las acciones. Debemos hacer que se cumpla lo aprobado, definiendo bien los objetivos», exigió el presidente.
Más adelante, afirmó que las seis nuevas leyes aprobadas esta semana por la Asamblea Nacional responden a demandas de interés público y amplían los derechos de los ciudadanos.
Aseguró que esas normativas legales son de gran trascendencia para la sociedad, desarrollan preceptos constitucionales y tres de ellas aparecen por primera vez en el ordenamiento jurídico de la isla.
Los legisladores aprobaron las leyes de Migración, Extranjería, Condecoraciones y títulos honoríficos, Ciudadanía, Procedimiento Administrativo y Transparencia y Acceso a la Información Pública, las tres últimas inéditas en Cuba.
Este año, los parlamentarios cubanos deben discutir 17 leyes y 15 decretos-leyes como parte del cronograma legislativo anual.
En los siguientes tres años, está previsto elaborar, discutir y aprobar otras 37 normativas legales.
Todas esas legislaciones conforman un cuerpo legal que complementa la nueva Constitución aprobada en referendo popular el 24 de febrero de 2019.