Los juegos olímpicos actuales pretendieron continuar la tradición de sus fundadores hace siglos de hacer pausa en las guerras entre países y obtener unos días de paz y tranquilidad.
Sin embargo, este objetivo no siempre fue logrado, en especial en la época de los mutuos boicots entre Estados Unidos y la Unión Soviética.
Esos tiempos que creíamos olvidados ha regresado con el veto a las delegaciones de deportistas de Rusia y Bielorrusia a participar en las olimpiadas de París, so pretexto de la intervención de Rusia mediante la Operación militar especial para detener el genocidio que estaban perpetrando las fuerzas armadas de Ucrania apoyadas por la OTAN contra los habitantes del Donbás desde 2014 y hasta 2022.
Los atletas se preparan durante meses y años para estas competencias, algunos toda su vida y muchos no podrán saborear plenamente las medallas obtenidas, sabiendo que muchos de los mejores atletas del mundo no podrán participar por haber infiltrado la política en este evento.
La Ministra de deportes de Francia se bañó en el Sena para demostrar que es un río limpio, Macron ya no lo hará. Muchos sospechan que ese río no ha escapado a los abusos contaminantes de la sociedad de consumo del capitalismo salvaje.
Los europeos se contentarán con unas desteñidas olimpiadas sin la participación de Rusia y Bielorrusia, en lugar de esforzarse por buscar la paz en la guerra contra Rusia que desarrollan en Ucrania, todo lo contrario, sabotean lo esfuerzos del húngaro Viktor Orban, quien preside la Unión Europea por seis meses y se ha desplazado a Ucrania, Rusia, China y Estados Unidos buscando un resquicio para la paz.
Pero no les preocupa el doble discurso, la doble cara, cuando no aplican la misma receta a Israel que ya llevan, en alianza con Estados Unidos y la UE, cerca de cuarenta mil asesinatos en el genocidio que perpetran conta Palestina, principalmente mujeres y niños.
(*) Juan Félix Montero Aguilar es profesor pensionado
Queda tanto por decir… Hace ya un par de días, que estoy advirtiendo de la cuenta regresiva de una nueva masacre , simplemente sincronizando con la de la inauguración de éstos «Juegos Olímpicos:»
TODOS sabemos que, …mientras veamos la espectacularidad de ésa inauguración, al unísono estarán cayendo bombas, cohetes y proyectiles sobre la población de Palestina. En la de el mundial de «Rio 2014», fue con fósforo blanco y bombas de racimo. Y así ha sucedido en cada evento mundialista, cada olimpiáda, «SuperBowl», …festejos de fin de año, o hasta la muerte de una celebridad o un accidente con dimensiones de catástrofe. Queda mucho por decir. Pero, el medio, …se llama «El País..», que es como decir «Clarín», o «El Mercurio», …o el «NewYork Times» de nuestros tiempos. Agregar «Costa Rica», …no es para nada una aclaratoria que marque distancia. Masacres o genocidios que ya sean «agenda», demandan únicamente ser silenciados o aberrantemente justificados. Entonces, pareciera que el único valor o coraje al que llama éste y otros artículos, …es que cada vez nos cueste menos nuestra apatía y negación, …y al respecto, cada vez parece costarnos menos. (…)
Macron y su gobierno pertenece a la familia satánica de los
Rothschild ,por eso son pervertidos, anticristianos ,enemigos de su pueblo , ya lo demostraron en la inauguración de esas olimpiadas .