Moscú, 5 ago (Sputnik).- El comandante del Ejército de Bangladés, general Waker-uz-Zaman, anunció este lunes la dimisión de la primera ministra Sheikh Hasina y la formación de un gobierno provisional.
«La primera ministra Sheikh Hasina ha dimitido, se formará un gabinete interino para gobernar el país», adelantó el más alto cargo militar de Bangladés, citado por el diario The Daily Star, en un mensaje a la ciudadanía este lunes.
Más temprano, la agencia AFP informó de que la primera ministra y su hermana menor abandonaron su residencia en Daca y se dirigieron a un lugar más seguro. Por su parte, el diario Prothom Alo publicó que las dos salieron en un helicóptero militar hacia Bengala Occidental en la India.
Mientras, miles de manifestantes irrumpían hacia las 15:00 (GMT+6) en el recinto de Gono Bhaban, la residencia de los jefes del Gobierno bangladesíes.
En un principio, la alocución del jefe del Ejército a la nación se programó para las 14:00, pero luego se pospuso hasta las 15:00 y, más tarde, para las 16:00.
Según el diario Dhaka Tribune, el general Waker-uz-Zaman se reunió con anterioridad en el cuartel general del Ejército con los líderes de varios partidos políticos y personalidades destacadas de Bangladés.
«Después de mantener un debate fructífero con todos los partidos políticos, hemos decidido formar un gobierno provisional. Hablaremos ahora con el presidente Mohammed Shahabuddin para resolver la situación”, dijo el jefe del Ejército.
El general pidió a los manifestantes que cesen los actos de violencia y prometió que el nuevo gobierno llevaría ante la justicia a los responsables de las muertes que tuvieron lugar durante las protestas estudiantiles.
El periódico Dhaka Tribune indica que se le ha pedido al profesor Asif Nazrul, del Departamento de Derecho de la Universidad de Daca, que emita una declaración solicitando a los estudiantes que suspendan la protesta.
De 93 a 96 personas, entre ellas 14 policías, murieron en los violentos enfrentamientos que los partidarios del partido oficialista Liga Awami y las fuerzas de seguridad, de un lado, y los manifestantes que exigían la dimisión del actual gobierno, de otro, protagonizaron el domingo en varias partes de Bangladés, según diversos diarios locales.
El domingo, el gobierno declaró un toque de queda nacional a partir de las 18:00 (GMT+6), hasta nuevo aviso. Lunes, martes y miércoles de la semana que comienza fueron declarados días de descanso en todo Bangladés.
En lo que va de este lunes se reportaron nuevas movilizaciones a pesar del toque de queda y al menos seis muertos en nuevos choques entre manifestantes y policías en la zona de Daca, la capital de esta nación del sur de Asia.
El llamado Movimiento Estudiantil Antidiscriminatorio comenzó el domingo una campaña de desobediencia cívica para forzar la dimisión de Sheikh Hasina.
Los organizadores del movimiento instaron a los bangladesíes a dejar de pagar los impuestos y facturas de servicios públicos; paralizar el trabajo de todas las instituciones, empresas, puertos, centros de enseñanza, tribunales y transporte público; detener las remesas desde el extranjero; boicotear todas las reuniones, seminarios y eventos gubernamentales; cerrar las tiendas de artículos de lujo, salas de exposición, hoteles y restaurantes; limitar el trabajo de los bancos a transacciones urgentes los domingos para transacciones urgentes, etcétera.
La jornada de ayer elevó a más de 300 la cifra de muertos en varias semanas de protestas en Bangladés cuyo detonante, en julio pasado, fue la preservación de un controvertido sistema de cuotas reservando hasta el 30 por ciento de los empleos públicos a familiares de veteranos que lucharon en la Guerra de liberación de Bangladés en 1971.
La oposición sostenía que el sistema de cuotas era discriminatorio e insistía en desmantelarlo, ya que beneficia a los partidarios de Sheikh Hasina cuyo partido, Liga Awami, encabezó el movimiento independentista en 1971.
Las violentas protestas en Bangladés dispararon las alarmas en la vecina India.
Según la agencia ANI, las tropas de Fronteras reforzarán la vigilancia en el estado de Bengala Occidental, limítrofe con Bangladés. (Sputnik)