Bogotá, 7 ago (Sputnik). – El presidente de Colombia, Gustavo Petro, el primer mandatario de izquierda en la historia del país, llega este miércoles a la mitad de su gobierno con algunos logros importantes en su haber y con grandes desafíos en los dos años que le quedan en el Palacio de Nariño.
A pesar de haber logrado que se aprobara la reforma al sistema de pensiones e instalar mesas de diálogo con diferentes actores armados, en lo que Petro definió como «paz total», el mandatario tiene tres grandes retos de cara a la segunda mitad de su Gobierno: la seguridad, la reactivación económica del país y la gobernabilidad que le permita alcanzar esos objetivos.
«Van a ser varios retos y uno ya está bastante claro: el tema de la seguridad, que es el principal dolor de cabeza para el Gobierno en este momento, tanto la rural como la urbana; el segundo tema es la ejecución presupuestal y el otro es el costo de vida», dijo a la Agencia Sputnik el congresista Ariel Ávila, de la oficialista Alianza Verde (centroizquierda).
Paz total
La importante presencia de grupos armados como el Estado Mayor Central (EMC), una disidencia de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), han perpetuado un clima de terror para la población civil en algunas zonas del país, principalmente el Cauca (oeste).
Para Ávila tanto la paz total como los ceses al fuego «deberán ser revisados» para que empiecen a dar resultados.
«Su política tendrá que demostrar eficacia», dijo el legislador, para quien avanzar en las negociaciones con los grupos armados no será una tarea sencilla.
«Lo del EMC será un problema muy grave. Creo que el Gobierno se dará cuenta, más tarde que temprano, de que no hay nada allí y eso costará mucho. Pero creo que la única mesa (de negociación) que tendrá alguna perspectiva será la del ELN (Ejército de Liberación Nacional). La del Estado Mayor fracasará rápidamente este año y la Segunda Marquetalia será una negociación más fácil de llevar a cabo en la práctica, porque es un grupo derrotado», indicó.
La Segunda Marquetalia es el nombre del grupo que lidera Iván Márquez, quien fuera uno de los jefes negociadores de las FARC en 2016, cuando la guerrilla firmó un acuerdo de paz con el Gobierno, pero que luego volvería a la lucha armada.
En junio, el Gobierno el inicio de las conversaciones de paz con el grupo liderado por Márquez; el primer ciclo de estos diálogos se llevó a cabo en Caracas y su avance es lento.
El Gobierno de Petro busca dialogar con el Clan del Golfo, las Autodefensas de la Sierra Nevada y grupos criminales como Los Shottas, y Los Espartanos, entre otros.
El Clan del Golfo es una estructura dedicada al narcotráfico y otros crímenes a nivel internacional, con la que Petro intentó entablar conversaciones, pero no se logró hasta el momento ningún avance.
De acuerdo con la fundación Ideas para la Paz, entre 2018 y 2023, el pie de fuerza de este grupo creció en un 58 por ciento (de 3.803 a 6.015 integrantes) y pasó de tener influencia en 188 municipios a 214.
Con grupos del crimen organizado como Los Shottas y Los Espartanos, la Oficina del Alto Comisionado para la Paz cambió recientemente los delegados de la mesa de conversación, que ha logrado sobrevivir un año logrando una tregua que podría romperse en cualquier momento.
La mesa del diálogo con el ELN es la más avanzada dentro del plan de paz total, pero se encuentra en crisis actualmente debido a que finalizó el cese al fuego entre las Fuerzas Armadas y la guerrilla.
A pesar de la presión ejercida por las comunidades, la Iglesia y los pedidos de la Organización de las Naciones Unidas, la posibilidad de extender el cese del fuego -el más prolongado logrado con ese grupo armado en 60 años– no está cerca de concretarse.
Así, el Gobierno se enfrenta a una situación sin precedentes desde el restablecimiento de los diálogos a finales de 2022: tendrá que intentar descongelar un proceso al mismo tiempo que no existe un pacto de no agresión vigente.
Este será, sin dudas, uno de los principales desafíos del Ejecutivo que preside Petro para los dos años que restan de su administración, según Ávila.
Reactivación económica
El otro gran reto de Petro para los próximos dos años es la reactivación económica del país.
Colombia no vive una crisis profunda, pues a nivel macro el producto interior bruto en el primer trimestre de 2024 ha crecido un 1,1 por ciento interanual; no obstante, se trata de un incremento modesto.
Asimismo, las cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) revelan que en junio hubo 2,62 millones de personas desocupadas, una tasa del 10,3 por ciento, lo que supone un leve aumento (0,9 puntos porcentuales) respecto al mismo mes de 2023.
Para Ávila, el principal desafío será «reactivar la economía sin que esto repercuta en la inflación».
En una reciente entrevista con el diario económico La República, la directora del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, Laura Sarabia, dijo que el Gobierno busca fomentar el acceso a créditos para pequeños productores, fortaleciendo así el sector agrícola, así como atraer inversión extranjera para potenciar la industria del turismo.
Además, se promoverán proyectos en energía renovable con el objetivo de reducir las tarifas y avanzar hacia una matriz más sostenible. Paralelamente, se invertirá en infraestructura, especialmente en vías 4G, para mejorar la calidad de vida en todas las regiones del país, según la funcionaria.
En este sentido, la implementación de proyectos relacionados con el acuerdo de paz es crucial para consolidar la estabilidad y la reconciliación en el país.
Otro de los puntos críticos del Gobierno en materia económica es la ejecución del presupuesto general, que en 2023 alcanzó el 87,3 por ciento, la cifra más baja en la última década, según datos oficiales.
En este 2024, durante el primer semestre se ejecutó el 36,6 por ciento del presupuesto, el indicador más bajo en lo que va de este siglo, según un estudio de la empresa de inversiones Corficolombiana.
En «el año de la reactivación económica», como lo ha denominado el propio ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, los sectores académicos y empresariales esperan una aceleración en la ejecución presupuestal. Sin embargo, hasta ahora estas expectativas no se han cumplido.
El especialista espera que en los próximos meses «efectivamente se realicen obras en las regiones, es decir, que los ministerios tengan una mayor operatividad».
Logros
Pese a las dificultades, el Gobierno ha desarrollado varias iniciativas que han tenido un funcionamiento exitoso, entre las que se destaca la reforma pensional, que permite que quienes no logren los requisitos de pensión antes de cumplir con la edad de retiro, puedan tener una renta al igual que quienes están por fuera del sistema.
Otra medida importante de la administración Petro fue la creación de un programa para proteger la Amazonía, al que se destinarán 200 millones de dólares anuales durante 20 años.
El Gobierno también abrió el diálogo de participación ciudadana en el Plan Nacional de Desarrollo, donde se realizaron más de 34 conversaciones regionales vinculantes con la participación de más de 200 mil personas y marcó la hoja de ruta de los proyectos gubernamentales.
Inició además una reforma agraria, identificando las tierras fértiles de Colombia, que ha comprado y entregado a los campesinos y víctimas de la violencia armada.
Activó y puso en marcha un plan para reactivar las vías férreas del país y se espera reducir el 26 por ciento de los costos de transporte en el país, según el Ministerio de Transporte.
Gobernabilidad
El Congreso ha sido el campo de batalla donde el Gobierno ha luchado para lograr la aprobación de sus principales propuestas y reformas.
El partido de Petro, Pacto Histórico, es el que tiene más representantes en el Congreso, pero la unión de los legisladores opositores del Partido Conservador, el Centro Democrático y Cambio Radical, todos de derecha, ha impedido la aprobación o avance de reformas importantes, como la de la salud y la laboral, así como demandar la recién aprobada reforma pensional.
Otros partidos como el Liberal (centroizquierda), de La U (centroderecha), y Alianza Verde (centroizquierda) han acompañado al gobierno en ciertas iniciativas, pero se han opuesto a otras, como la de la salud, dificultando la gobernabilidad.
Para Ávila, el presidente no tiene mucho tiempo de maniobra para poder pasar sus reformas, ya que la relación con el Congreso se deteriorará en anticipación a las elecciones presidenciales de 2026.
«Creo que (la relación) será igual de compleja (que lo que fue hasta el momento) y debería deteriorarse muchísimo. Pero creo que estos cuatro o cinco meses, con la llegada del nuevo ministro (de Interior, Juan Fernando) Cristo, habrá una especie de paz política. Sin embargo, después de diciembre esto se complicará muchísimo», resaltó.
El analista cree que tanto la oposición como el Gobierno se radicalizarán de cara a las elecciones y empezará una carrera para escoger al sucesor de Petro.
«La oposición estará en lo suyo, el Gobierno también, y el presidente se radicalizará, al igual que la oposición. Cuando todos se radicalizan, las cosas salen mal. La campaña presidencial se adelantará, lo que significa que la maniobrabilidad del Gobierno será de aquí a diciembre. Más allá será muy difícil, porque todo esto se adelanta y es lógico. No veo que eso vaya a funcionar. Ese proceso electoral afectará las reformas que él quiere implementar», opinó Ávila.
Petro llega al Ecuador de su mandato con algunos logros concretos y destacables, pero varias promesas en el debe y poco tiempo y gobernabilidad para concretarlas antes de que los colombianos vuelvan a elegir presidente. (Sputnik)