Washington, 26 ago (Prensa Latina) El mundo celebra hoy el Día Internacional contra el Dengue, una enfermedad que se transmite por la picadura de mosquitos infectados y amenaza actualmente de su contagio a más de la mitad de la población del orbe.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, el dengue afecta personas de todas las edades, con síntomas que varían entre una fiebre leve a una incapacitante, acompañado de dolor intenso de cabeza, dolor detrás de los ojos, dolor en músculos y articulaciones, y eritema.
La enfermedad puede progresar a formas graves, caracterizada principalmente por choque, dificultad respiratoria y/o daño grave de órganos.
El dengue tiene un comportamiento estacionario, es decir, en el hemisferio Sur la mayoría de los casos ocurren durante la primera mitad del año, en cambio, en el hemisferio Norte, los casos ocurren mayormente en la segunda mitad. Este patrón de comportamiento corresponde a los meses más cálidos y lluviosos.
Cerca de 500 millones de personas en las Américas están actualmente en riesgo de contraer dengue, cuyo vector principal responsable de su trasmisión es el mosquito Aedes aegypti.
Los 4 serotipos de dengue (DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DEN-V 4) circulan a lo largo de las Américas y en algunos casos lo hacen simultáneamente.
No hay medicina específica para tratar el dengue y su prevención y control debe ser intersectorial e involucrar a la familia y la comunidad.
El dengue provoca síntomas parecidos a los de una gripe, como fiebre, dolores musculares y de cabeza, escalofríos, náuseas y vómitos y en ocasiones evoluciona hasta convertirse en un cuadro potencialmente mortal, llamado dengue hemorrágico o grave.
Esta afección está muy extendida en zonas tropicales y últimamente se desarrolla de manera creciente en áreas urbanas, convirtiéndose en un problema grave de salud pública, junto con el Zika y Chikungunya.
Cada año se producen más de 390 millones de casos en el mundo, de los cuales 500 mil corresponden a la variedad más grave, el dengue hemorrágico, que causa unas 25 mil muertes.
Entre los consejos para prevenirlo está el controlar las poblaciones de mosquitos transmisores, pues el agua estancada es el hábitat para estos insectos.
Algunas recomendaciones son eliminar los desechos sólidos y líquidos, y evitar que los mosquitos encuentren lugares donde depositar sus huevos.
Asimismo, aplicar los tratamientos adecuados a los recipientes donde se almacene agua, cubrir, vaciar y limpiar periódicamente los envases donde se almacena agua para uso doméstico, limpiar las canaletas, bebederos de animales o lugares donde se guarda agua para otros usos.
Igualmente, mantener el césped corto, cambiar regularmente el agua de floreros.
Entre tanto, el dengue afecta cada vez más a zonas no endémicas.
El cambio climático desempeña un rol crucial en la expansión del dengue en entornos urbanos, pues las temperaturas más cálidas y las precipitaciones irregulares crean condiciones favorables para la reproducción y supervivencia del vector.