El Cairo, 31 ago (Sputnik).- El cierre de los yacimientos petrolíferos en Libia ha provocado una disminución de la producción del crudo en un 63%, según una declaración de la Corporación Nacional de Petróleo de Libia (NOC, por sus siglas en inglés).
«Los recientes cierres han provocado la pérdida de aproximadamente el 63% de la producción total de petróleo, lo que representa un gran desafío para la economía nacional y afecta directamente a la vida de los ciudadanos libios», declaró NOC en un comunicado.
El organismo destaca que los repetidos cierres de yacimientos están causando la pérdida de una parte significativa de la producción de petróleo y un deterioro de las infraestructuras del sector petrolífero libio.
La víspera, la NOC denunció que las pérdidas económicas debido a la suspensión de la producción de petróleo superaron los 120 millones de dólares en solo tres días, con una pérdida total de alrededor de 1,504 millones de barriles desde el inicio del cierre de los yacimientos
El lunes pasado, el Gobierno en el este de Libia, investido de poderes por la Cámara de Representantes, anunció la suspensión de la producción de petróleo y declaró fuerza mayor en todos los yacimientos. Explicó que las medidas se deben a ataques e intentos de incursión en la sede del Banco Central de Libia en Trípoli.
El pasado 7 de agosto, la NOC anunció la reducción de la extracción petrolífera en el yacimiento de Sharara por fuerza mayor en medio de las protestas del llamado Movimiento por los Derechos de la Región de Fezán, una de las tres regiones históricas de Libia junto con Cirenaica y Tripolitania.
El movimiento fue fundado por los activistas locales en octubre de 2018 con el objetivo de conseguir la participación más activa de la región en la vida política y económica del país. La organización recibió amplio apoyo de las tribus locales.
Libia quedó dividida tras el derrocamiento del Gobierno de Muamar Gadafi, en 2011, y durante una década vivió violentos enfrentamientos entre facciones rivales que crearon estructuras del poder paralelas en el oeste y el este del país que no se reconocen el uno al otro.
El primero, el Gobierno de Unidad Nacional, funciona en Trípoli bajo el liderazgo de Abdulhamid Dbeibah, y es apoyado por las Naciones Unidas; el segundo, investido de poderes por la Cámara de Representantes, tiene su sede en Sirte y es dirigido provisionalmente por Osama Hamad.
En 2021, el foro para el diálogo político libio, celebrado en Ginebra bajo auspicios de la ONU, eligió a unas autoridades provisionales para el período de transición, y señaló que duraría hasta las elecciones generales, que no se han celebrado hasta la fecha. (Sputnik)