Columna Poliédrica
El Banco Nacional de Costa Rica es una vergüenza en materia informática. Un día sí y otro también ese ente financiero presenta problemas con sus plataformas informáticas y lo único que hacen es minimizar la situación, todo ello en perjuicio de los clientes y del patrimonio de ellos.
Cada vez que hay un problema lo que hacen es individualizarlo para evitar que trascienda y se evidencie la cantidad de clientes afectados. Se trata de la vieja táctica de dividir para que las personas no puedan unirse contra un Banco cuya seguridad informática deja mucho que desear, se trata de una situación recurrente de la que ya hemos escrito en el pasado; sin embargo, por más que se denuncia, por más que es evidente la incompetencia de sus técnicos, nuevamente, no pasa absolutamente nada.
Cuando decimos Banco Nacional de Costa Rica hablamos de un abstracto. En realidad los responsables del desastre de la inseguridad informática de las plataformas de ese ente financiero son los miembros de su Junta Directiva y todas las gerencias, y de ahí para abajo; el nivel de incompetencia es tal que le extraen a la gente el dinero y pretenden, siempre, responsabilizar a los usuarios de los problemas que presenta su plataforma informática.
Debido a la pauta publicitaria del Banco en los medios de comunicación, las barbaridades que han ocurrido no trascienden a la opinión pública. En las últimas dos semanas se han dado denuncias de los clientes y los periodistas en lugar de investigar la situación y el problema que se está denunciando, terminan asumiendo la versión oficial del Banco; en otras palabras, lo que informan es lo que el ente financiero dice, es decir, que el problema ya está controlado y que se atenderá individualmente a las personas que han sido afectadas.
A los medios de comunicación se une la Superintendencia General de Entidades Financieras. Esa instancia y sobretodo la señora que la dirige no sirven para absolutamente nada, no controlan nada y tampoco hacen nada cuando se presentan estos problemas; lo único que hace la señora es cobrar su jugoso salario y reunirse con los miembros del sector bancario para decir que todo está bien; dicho de otro modo, se escudan en un discurso técnico financiero para evadir sus responsabilidades ante quienes pagan sus salarios, solo les importa sus incentivos y sus bonos por concepto de utilidades generadas en el ejercicio anual del negocio financiero.
Las jurisdicciones que les ha tocado atender estos casos, tampoco han hecho absolutamente nada por los desamparados clientes. Los jueces como de costumbre se aferran a su interpretación positivista y atendiendo al planteamiento de los abogados del Banco, procuran en todo momento responsabilizar a los clientes de dar los datos a quienes le sustraen el dinero de las cuentas del ente financiero; los jueces no se preocupan por hurgar en los problemas de las plataformas informáticas del Banco Nacional, probablemente porque no tienen el conocimiento, ni el deseo, de comprender cómo se perjudica el patrimonio de los depositantes.
Así las cosas, la impunidad de los responsables del Banco Nacional de Costa Rica está asegurada. ¡Que siga la fiesta en contra de los clientes de este ente financiero !
(*) Andi Mirom es Filósofo
andimirom@gmail.com
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El Banco Nacional se ha vuelto tóxico. Sus propios empleados le robaron una millonada al Banco, por falta de controles internos adecuados, debido a rangos administrativos incompetentes e indolentes. Ahora, ha creado una plataforma llamada QBienN, que en realidad es QMalN, con un impuesto a las comunicaciones entre del Banco con el cliente de 5 colones por cada mensaje, con el fin de reponer los millones que le saquearon los propios suyos. Tal parece que al Banco Nacional los clientes–un monto significado somos jubilados–tendremos que entrar con un sobre de manila y salvar nuestros exiguos ahorros antes que también acabemos como Coopeservidores, haciendo fila para rescatar lo que, para empezar, era nuestro. El Banco Nacional huele mal, muy mal, huele a podrido. Pero, igual andan los controles financieros que deberían regular estas actividades–si sólo el público supiera del monto salarial de las argollas gerenciales en algunas cooperativas de educadores–pegarían el grito al cielo alarmados.
Muy cierto, los periodistas en Costa Rica no hacen su tarea, no investigan, se convierten en voceros .
Hoy precisamente me pasó algo con un banco del Estado, el BPDC, ¿Cual será peor? Se dan duro, como decimos los ticos! Hice una transferencia sinpe en la web de Popular, me mando el código de autorización al correo y al procesarse me rebajo doble. Mandé un correo y nada de respuesta. Por su canal de Whatsapp, el funcionario de turno se dejó decir que si el pago se acreditó al destinatario no procedía el reclamo. Le expliqué en más de una forma, que yo NO había autorizado el pago doble, y su mismo sistema les podía indicar fue solo un pin de un solo uso, no dos. Por lo tanto la autorización era para un solo pago. El funcionario después de varios alegatos ilógicos accedió a tomar mi queja. Con estas basuras de banco el responsable siempre es uno.
Hoy tuve que actuar y moverme a otro banco, ante la incertidumbre y la indefensos en la que me puso el BNCR.
Sus excusas no son de recibo. Simplistas e irrespetuosas
El BNCR debe darnos un responsable de nivel gerencial y despedirlo, por la razón, de la desconfianza y incertidumbre que nos produce a sus clientes y el gra daño a la imagen del BNCR.