lunes 13, enero 2025
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Debemos luchar por la salud pública costarricense

Columna Poliédrica

Los intereses de las personas siempre prevalecen sobre cualquier otra cosa. Esa es la fortaleza del individualismo y del capitalismo, la gente se mueve y hace hasta lo imposible por conseguir sus objetivos; en especial, esto es particularmente cierto cuando se trata de un beneficio económico y de un aumento patrimonial que les permite satisfacer los más variados sueños de consumo.

Estos intereses que buscan acumular más riqueza, es lo que permite el desmantelamiento de la institucionalidad social que tuvo el Estado costarricense. La actividad en que esto se ha vuelto más evidente es el sector salud en que, incluso, hay organizaciones de diverso tipo (cooperativas, asociaciones, sociedades anónimas) que han asumido actividades del primer, segundo y tercer nivel de los servicios de salud; no obstante, el punto fundamental es que en todos los casos existen Médicos y Médicas dispuestas a ganar dinero a toda cosa y en perjuicio de la Seguridad Social, así como lo escribo y así como usted lo lee.

Hay profesionales en salud, no todos, que sabotean a la salud pública desde adentro. Estamos hablando de personas que se mantienen como funcionarios, por ejemplo, de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y que tienen intereses en organizaciones del sector privado relacionadas con la salud; en otras palabras, ya no es el biombo clásico que todos conocimos, ahora se promueve que el paciente vaya y pague su tratamiento en el sector privado, para ello las Aseguradoras privadas son el mecanismo principal que se está usando y cuando algo sale mal, mandan al paciente a morir a la CCSS.

Lo que está sucediendo con el desmantelamiento de la salud pública es de conocimiento de personas y sectores que están llamadas a defenderla. Los Sindicatos, los Colegios Profesionales, los grupos organizados y otros sectores de la sociedad civil, todos deben alzar la voz para denunciar lo que está ocurriendo; vamos a decirlo con absoluta claridad, la institucionalidad del salud pública costarricense está siendo subastada y los mercaderes de la salud lo saben, nadie absolutamente nadie se les está oponiendo, ya que quienes deben hacerlo no están dispuestos a hacerlo.

Entre quienes deberían defender a la institucionalidad del sector salud hay división. Mientras los intereses económicos tienen la facultad de unir a las personas alrededor de un interés común, la defensa del sector salud y cómo hacerla, tiene la desgracia de dividir a las personas que deberían hacer esa defensa; se trata de una paradoja que se desarrolla a favor de los intereses individuales y está en contra de los colectivos, es decir, la solidaridad está de capa caída y el egoísmo campea a sus anchas.

La sociedad costarricense está en un punto de inflexión en su historia. O defendemos al Estado Social hasta las últimas consecuencias, o la mayoría de las nuevas generaciones se sumirán en una época por la que siempre nos harán responsables de haber dejado que los mercaderes de la salud se salieran con la suya.

Quienes luchamos por el Estado Social y por la salud pública costarricense, debemos estar unidos y no al contrario.

(*) Andi Mirom es Filósofo
andimirom@gmail.com
columna poliédrica.blogspot

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1 COMENTARIO

  1. El problema de la CCSS es muy fácil de resolver si se hace sin la política de por medio, si se coloca al costarricense en el centro las soluciones fluyen. El verdadero problema es que cada grupo de poder ve perjudicados sus intereses si el problema se aborda bajo este enfoque, y cualquiera que se atreva a cuestionar el modelo actual puede terminar en un viaje judicial desde PZ hasta SJ.

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