Imagínese a una persona recién graduada del colegio, que entra al mundo real con sueños y aspiraciones, pero con un conocimiento financiero y económico muy limitado, como, por ejemplo, el no saber sobre cómo administrar su dinero, solicitar una tarjeta de débito, crédito. Esta es la realidad para muchos en nuestro país, donde la educación financiera ha sido un tema que prácticamente no se ha enseñado en nuestras aulas. Mientras otros países se han actualizado con medidas para enseñarles a sus jóvenes a tener una vida financiera estable, en Costa Rica, la educación en este aspecto ha sido olvidada, se pretende que las personas ya sepan qué es una tasa de interés, un crédito o los impuestos”.
Pese a que vivimos en una era en donde las personas se mantienen en constante aprendizaje mediante las redes sociales y que las economías globales y locales se vuelven más comúnmente un tema de conversación entre nosotros, nuestro sistema educativo sigue con el enfoque tradicional, no prioriza la educación financiera, y con esto, no se dice que se tenga que dejar de lado otras materias importantes, pero sí se debería de implementar en nuestras aulas con más importancia. La estructura curricular del sistema educativo costarricense no incluye asignaturas que preparen a los estudiantes para enfrentar desafíos de la vida cotidiana con respecto a problemas financieros, lo que hace que muchas personas no tengan la capacidad necesaria para poder tomar decisiones financieras construidas sobre qué es lo mejor para lograr desarrollar una vida financiera sana y activa.
Una gran parte de la población costarricense no sabe el significado de conceptos financieros básicos, según el estudio Encuesta sobre cultura financiera de los costarricenses, a cargo del Centro Internacional de Política Económica para el Desarrollo Sostenible (CINPE), un 19,12% de los costarricenses ha recibido algún tipo de educación financiera, lo que demuestra que la mayoría de la población no tiene un conocimiento básico para gestionar de forma correcta sus finanzas personales. Esta falta educativa se podría resolver desde temprana edad con un cambio en el sistema educativo.
Esta falta de educación financiera tiene serias consecuencias en la vida de los costarricenses. Según el mismo estudio, un 30,91% de los ciudadanos está endeudado actualmente y casi la mitad de la población (47,45%) destina estos recursos a la compra o adquisición de bienes muebles e inmuebles. Esto demuestra que, al no poder entender cómo funcionan las finanzas personales, muchos caen en períodos de endeudamiento que son difíciles de manejar. Escogen créditos sin saber realmente las condiciones, y la mayoría no tiene hábitos de ahorro que los podrían proteger en momentos económicamente críticos. Además, un 18,18% de las personas ha estado morosas alguna vez, lo que se debe principalmente a emergencias imprevistas o a una falta de planificación financiera.
Aparte, esta falta de educación impulsa una cultura de dependencia, donde las decisiones financieras se basan en consejos mal informados o en experiencias de familiares, en vez de un conocimiento realmente útil y sólido. Esto no solo tiene un gran impacto en las familias, sino que también tiene un impacto en la economía nacional. “Somos el reflejo de nuestro gobierno”.
Referencia:
Vargas, L y Vásquez, N. (marzo de 2024). “Encuesta sobre cultura financiera de los costarricenses”. Centro Internacional de Política Económica. Universidad Nacional. Encuesta-Cultura-financiera-de-los-costarricenses CINPE-UNA
(*) Franco Ocampo Esquivel, Estudiante de la carrera de Economía, UNA.