Sofía, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -El partido Ciudadanos para el Desarrollo Europeo de Bulgaria (GERB) de Boiko Borisov ha sido el más votado en las elecciones legislativa de este domingo, las séptimas en los tres últimos años, aunque tendrá que negociar para formar gobierno.
El conservador GERB ha logrado el 25,5 por ciento de votos y 67 escaños (de un total de 240), según las proyecciones publicadas por la prensa búlgara. En segunda posición se situaría Renacimiento (Vazrazhdane), con un 14,2 por ciento de votos, seguido de Continuamos el Cambio-Bulgaria Democrática (PP-DB, 14,1 por ciento).
En cuarta posición quedaría el Movimiento por los Derechos y Libertades (DPS, 10,2 por ciento), por delante de la Alianza por los Derechos y las Libertades (8,4 por ciento), de BSP por Bulgaria-Izquierda Unida (8,1 por ciento), de Existe Tal Pueblo (6,9 por ciento), Moralidad, Unidad y Honor (MECh, 4,8 por ciento) y Grandeza (Velichie, 4 por ciento).
Con estos resultados, Borisov necesitará a dos partidos más o incluso tres para poder formar un gobierno estable, lo que deja al país en la misma situación de precariedad política que antes de los comicios.
En cuanto a la participación, no se han cumplido los pronósticos de una abstención histórica y se ha alcanzado un 34 por ciento de asistencia, la misma cifra que en las elecciones del pasado mes de junio.
Borisov tiente la mano
Tras las elecciones, Borisov ha manifestado su disposición a dialogar con «todos los posibles socios», excepto con Renacimiento. «Gracias a todos los búlgaros que habéis votado. Con esta participación podemos hablar más seriamente sobre la representación en este parlameto. Desde hoy tenemos el compromiso de formar gobierno. La victoria de GERB es clara», ha argumentado.
Borisov ha destacado que su partido ha planteado numerosas promesas que respetarán por la confianza de los votantes. «Con esta victoria no vamos a sustituir el voto de la gente. Nuestro programa, el que ha votado la gente, será fundamental para cualquiera que quiera estar en el gobierno», ha argumentado.
«Hay quien ha empezado ya hoy a poner condiciones. Explican cómo el ganador debe cumplir las condiciones de quienes tienen la mitad de apoyo. No es bonito, ni justo», ha añadido.
Igualmente ha criticado la posibilidad de un primer ministro «equidistante». «Sería sustituir los votos de la gente. Nadie ha votado a esta persona. No sabemos ni quién es. Quien nos ha puesto en la sala de espera de la eurozona de la unión bancaria es el GERB y su primer ministro, Boiko Borisov», ha remachado.