Buenos Aires, 5 nov (Sputnik).- El nuevo ministro argentino de Relaciones Exteriores, Gerardo Werthein, exigió la renuncia de todos los secretario y subsecretarios que trabajan en la Cancillería a pocas horas de haber asumido en funciones, confirmaron a la Agencia Sputnik fuentes de la cartera.
«Renuncian todos nivel secretario y subsecretario», informaron desde el Palacio San Martín, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores.
El intento de eliminar cualquier disenso quedó en claro con un correo electrónico que envió el propio Milei al cuerpo diplomático hace unos días, en el que advirtió que todos aquellos que no asumiesen las directrices de la actual gestión debían «dar un paso al costado».
El único alto cargo que permanece en su puesto es el secretario de Culto, y Civilización, Nahuel Sotelo, que hasta ahora era presidente de la coalición gobernante, La Libertad Avanza (ultraderecha), en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires (este).
Este funcionario de 29 años, un católico conservador negacionista del terrorismo de Estado de la última dictadura (1976-1983), tendrá dos subsecretarías a cargo: la de Culto y la de Asuntos Internacionales en Derechos Humanos y Civilización, en una ampliación de las competencias de su área.
El resto de secretarios y subsecretarios dependerán de la voluntad del ministro de Relaciones Exteriores para continuar en sus puestos.
Werthein, un empresario que fue presidente del Comité Olímpico Argentino entre 2009 y 2021, se desempeñaba como embajador en Estados Unidos desde abril hasta que fue elegido por Milei para reemplazar en su cargo a la anterior canciller, Diana Mondino.
La antecesora de Werthein, una economista sin experiencia en relaciones internacionales, fue obligada a dimitir el miércoles tras el voto de Argentina a favor del levantamiento del bloqueo estadounidense contra Cuba en la Asamblea General de Naciones Unidas.
El propio presidente sostuvo que fue un error el posicionamiento tradicional de Argentina junto con el de otros 186 países, pues su política exterior está alineada de manera incondicional a Estados Unidos e Israel, las únicas dos naciones que votaron en contra de esa resolución. (Sputnik)