Lausana, Suiza, 6 nov (Prensa Latina) La boxeadora argelina Imane Khelif prepara una acción judicial tras la publicación en los últimos días de informes que ponen en duda su género, confirmó hoy el Comité Olímpico Internacional (COI).
El COI no realizará ningún comentario mientras haya una acción judicial en curso, ni sobre los artículos de prensa sobre documentos no verificados cuyo origen no puede ser confirmado, añadió la entidad.
A finales de octubre, la web francófona «Le Correspondant» afirmó en un artículo que la campeona olímpica de París 2024 en la división de hasta 66 kilogramos tiene cromosomas masculinos XY.
La información se basa en análisis realizados en el hospital Kremlin-Bicetre (región de París) y del hospital Mohamed Lamine Debaghine de Argel.
El COI está afligido por los ataques que sufre actualmente Imane Khelif. Como en anteriores competiciones olímpicas de boxeo, el sexo y la edad de los deportistas se determinan según las informaciones que figuran en sus pasaportes, subrayó el organismo.
La polémica sobre Khelif se basa en su exclusión del Mundial de boxeo de marzo de 2023, cuando según la Federación Internacional de Boxeo (IBA) no superó un test destinado a establecer su género.
Sin embargo, la IBA, no reconocida por el mundo olímpico, rechazó precisar qué pruebas realizó para tomar su decisión.
La justicia francesa abrió en agosto una investigación después de que Khelif presentará una denuncia por el ciberacoso sufrido durante la cita bajo los cinco aros.
La alcahuetería del sistema mundial nos lleva a aceptar tales hechos. Pero lo también impactante, es el global y acusador silencio que las feminoides sustenta, cuando es evidente su desigual competitividad. Algo parecido sucedió en la desprestigiada España, por sus «logros» progres, donde asintieron las mujeres, disque representantes de esa mayoría, el enviar y dar como aceptable otro trans en la competencia Miss Universo. Hubo tibios tintineos, pero global lenocinio. Definitivo, las damas deben ponerse verdaderamente alertas con sus auténticas y legítimas luchas sociales, exigiendo su genuino rol, sin dejar jamás de combatir el machismo, sin abatir al hombre.