Introducción
Más allá de los comentarios y opiniones sobre la personalidad de Donald Trump, su contundente victoria responde a factores sociales objetivos que han moldeado la percepción de la mayoría de los votantes. Sostener que el electorado estadounidense carece de criterio o inteligencia no es una afirmación seria ni admisible desde una perspectiva sociológica. Aquí se propone un análisis basado en criterios objetivos, como si se tratara de la observación de un narrador imparcial, para comprender las razones de la derrota de Kamala Harris en esta contienda. Esta son algunas claves importantes, pero no son todas, y tampoco he sobreabundado con las que leerán. Pero estoy seguro que sirven para entablar una conversación seria y madura.
Factores Económicos y Sociales que Impactaron al Electorado
La derrota de Kamala Harris puede explicarse por una combinación de factores que afectaron a amplios sectores de la clase media, la Generación Z y las zonas rurales: la inflación en aumento, el deterioro del poder adquisitivo, la percepción de que los demócratas están desconectados de las preocupaciones de los trabajadores, la represión sindical y la polarización cultural marcada por la cultura “woke.” Estos elementos alimentaron un malestar que Trump supo aprovechar, conectando con votantes rurales y de clase trabajadora que consideran que el Partido Demócrata defiende intereses de élites urbanas alejadas de sus realidades.
El Impacto Económico en los Hogares
La inflación y el aumento del costo de vida han golpeado con dureza a los hogares de clase media y baja. En los últimos años, el precio de bienes esenciales, como alimentos, gasolina y vivienda, ha subido a un ritmo mayor que los salarios, erosionando el poder adquisitivo de las familias. Este empobrecimiento generó una clara desilusión entre los votantes, quienes buscan responsables en el gobierno actual.
Un estudio de Lending Club y PYMNTS.com reveló que en 2022, el 61% de los estadounidenses (aproximadamente 203 millones de personas) vivían de cheque en cheque. La pérdida de poder adquisitivo en la clase media ha sido notoria en las últimas dos décadas. Según el Instituto Ludwig para la Prosperidad Económica Compartida (LISEP), muchas ocupaciones en EE. UU. experimentaron una significativa disminución del poder adquisitivo debido al aumento del costo de vida. Los docentes, por ejemplo, perdieron alrededor del 13% de sus ingresos ajustados, y las enfermeras, un 6%. La inflación acumulada en el mandato de Biden alcanzó el 19.2%, afectando notablemente el costo de bienes de consumo, como la gasolina, que aumentó en un 46%.
El Desencanto de la Generación Z
La participación de la Generación Z en las elecciones de 2024 fue baja. Según datos preliminares, solo el 35% de los votantes de entre 18 y 27 años acudieron a las urnas, en comparación con el 50% en 2020. Esto refleja una profunda desconexión de los jóvenes con el sistema político actual, en parte debido a la falta de oportunidades económicas que enfrentan.
La realidad económica que viven les impide concretar metas fundamentales, como acceder a una vivienda propia o formar una familia. Muchos sienten que el gobierno no ha hecho lo suficiente para aliviar sus problemas, generando desconfianza hacia los políticos. Según Gallup, en 2024 la aprobación de Biden era del 38.7%, la más baja en décadas. Esto, sumado a la sensación de incertidumbre sobre el futuro, contribuyó a que muchos jóvenes optaran por abstenerse.
Harris y las Comunidades Latinas y Afroamericanas
En 2024, 36.2 millones de latinos fueron elegibles para votar, representando el 14.7% del electorado. Aunque la mayoría apoyó a Harris, su margen de victoria en este grupo fue inferior al de elecciones anteriores. Trump obtuvo el respaldo del 54% de los hombres latinos, mientras que el 44% votó por Harris. Entre las mujeres latinas, el apoyo fue del 55%, por debajo del 65% histórico para los demócratas. Una prueba: la victoria de Trump en Nevada.
Los afroamericanos también mostraron un leve distanciamiento. Aunque el 80% de los hombres afroamericanos votaron por Harris, esto fue una disminución en comparación con el 85% que respaldó a Biden en 2020. La percepción de incumplimiento de promesas fue clave en esta tendencia, ya que una parte de estos votantes sentía que la administración actual no había abordado adecuadamente sus preocupaciones.
Los Sindicatos y la Desconexión con los Demócratas
El distanciamiento entre los sindicatos y el Partido Demócrata fue otro factor relevante. Los sindicatos, históricamente aliados de los demócratas, se han sentido cada vez más relegados, ya que las políticas del partido priorizan temas urbanos y progresistas que no siempre benefician a los trabajadores. A pesar de los esfuerzos de Biden y Harris, muchos trabajadores sintieron que sus necesidades no estaban siendo abordadas y que el Partido Demócrata había dejado de representar sus intereses.
Este sentimiento se acentuó cuando Biden intervino en una disputa laboral entre trabajadores ferroviarios y empresas de carga, apoyando un acuerdo que fue percibido como una imposición. Este episodio afectó la relación entre los demócratas y los sindicatos, como los Teamsters, quienes optaron por no respaldar a ningún candidato presidencial en 2024.
El Enfoque Proteccionista de Trump
Trump supo capitalizar la percepción de que los demócratas están desconectados de las preocupaciones económicas de la clase trabajadora. Su promesa de regresar empleos industriales y renegociar acuerdos comerciales resonó en los estados industriales, donde los trabajadores valoran un enfoque más proteccionista y ven en Trump una defensa de sus empleos.
El Progresismo Urbano y la Cultura Woke
Mientras que la cultura woke y los temas progresistas han ganado apoyo en áreas urbanas, en zonas rurales se perciben como una distracción de los problemas económicos y una amenaza a los valores tradicionales. Muchos trabajadores ven en Trump un defensor de los valores tradicionales y un crítico de la «cultura woke», a la que consideran una agenda elitista y ajena a sus realidades.
Política Exterior y Desgaste por las «Guerras de Washington»
La prolongada participación de Estados Unidos en conflictos internacionales ha generado un desgaste en la opinión pública. Harris y Biden enfrentaron críticas por su papel en conflictos como los de Gaza, Ucrania y Líbano. El descontento con la política exterior y la percepción de que los recursos se destinan a guerras en lugar de a necesidades internas impulsaron el apoyo a Trump, quien se presentó como un líder dispuesto a priorizar los intereses domésticos.
Conclusión.
La derrota de Kamala Harris refleja las tensiones entre el Partido Demócrata y un electorado cada vez más afectado por la inflación, el costo de vida y la percepción de que los demócratas representan agendas alejadas de las realidades de los ciudadanos medios y las comunidades rurales. Si los demócratas desean reconectar con estos sectores, necesitarán una estrategia que priorice las preocupaciones económicas, respalde con firmeza los derechos laborales y balancee las agendas progresistas con políticas que atiendan el empobrecimiento de la clase media y los problemas de las comunidades rurales.
Mi Opinión
Un análisis materialista podría ver la victoria de Trump como una expresión del descontento de la clase trabajadora estadounidense, especialmente en áreas industriales que han sufrido años de desindustrialización, estancamiento salarial y pérdida de empleos. Estos sectores, particularmente los obreros y trabajadores industriales, vieron en Trump a alguien que desafiaba al “establishment” y prometía políticas proteccionistas, resonando con su resentimiento hacia las élites políticas y económicas.
Desde esta perspectiva, la clase trabajadora apoyó a Trump no necesariamente por afinidad política, sino como un voto de protesta contra una economía globalizada que los ha dejado rezagados. La llegada de Trump es una señal de la crisis del capitalismo neoliberal: tras décadas de políticas de desregulación, globalización y privatización, el sistema ha mostrado una creciente desigualdad y una disminución de la calidad de vida para muchos estadounidenses.
Cito al senador y amigo de Biden, el Senador Bernie Sanders:
«No debería ser una gran sorpresa que un Partido Demócrata que ha abandonado a la clase trabajadora descubra que la clase trabajadora los ha abandonado a ellos. Primero fue la clase trabajadora blanca, y ahora son también los trabajadores latinos y negros. Mientras el liderazgo demócrata defiende el status quo, el pueblo estadounidense está enojado y quiere cambio. Y tienen razón.(…) Hoy, mientras los muy ricos están teniendo un éxito fenomenal, el 60% de los estadounidenses vive de cheque en cheque y tenemos más desigualdad de ingresos y riqueza que nunca antes. Increíblemente, los salarios semanales reales ajustados por inflación para el trabajador estadounidense promedio son actualmente más bajos que hace 50 años.”
La victoria de Trump refleja las contradicciones internas del capitalismo, que genera crisis y empuja a sectores de la clase trabajadora hacia soluciones reaccionarias y figuras autoritarias.
Desde un punto de vista marxista, Trump utilizó la “falsa conciencia” y el nacionalismo para captar el apoyo de la clase trabajadora blanca. Los temas de inmigración y comercio, junto con la promesa de “hacer a Estados Unidos grande de nuevo,” fueron usados para desviar la atención del conflicto real de clases. Trump manipuló estos sentimientos para dividir a la clase trabajadora y evitar que se unieran contra el verdadero enemigo: el capital. Al culpar a los inmigrantes y a otros países, en lugar de a los dueños de los medios de producción, Trump promovió una narrativa distorsionada sobre los problemas económicos de Estados Unidos.
Trump es un producto del capitalismo financiero, distinto del capitalismo industrial. Su imperio empresarial se basa en la especulación inmobiliaria y el capital financiero, y no en la producción real de bienes o servicios. Esta situación subraya la crisis del capitalismo neoliberal, donde décadas de políticas desreguladoras y de globalización han resultado en una creciente desigualdad y un deterioro de la calidad de vida para amplios sectores.
Los próximos cuatro años serán duros. Es imperativo construir alternativas revolucionarias, socialistas y democráticas, y considero prioritario abogar por la creación o apoyo a los nuevos sindicatos independientes y clasistas. El enemigo no es el inmigrante indocumentado que cruza la frontera, sino el capital, sus oligarcas y el complejo militar-industrial.
(*) Allen Pérez es Abogado
Y para terminar de perder a los despistados, pretenden enterrar la intervención multimillonaria de Soros & Co., para los progres, wow, woke, quienes contrarios a los conservadores con principios, valores y moralidad, los blancos, latinos, negros y otros, jamás digerirán esos tufos, inmundos del “culto” jardín de Borrell. Por supuesto, bien lo esconden en las redes sociales, donde ese global referéndum al respecto, se agigantó a la máxima potencia. Kamala, una figurita mal actriz, abortista, creada por la improvisación e insuficiencia.
Muchas similitudes las de los democrátas con algunos partidos políticos que atraviesan una crisis en nuestro país, empezando por una desconexión con el pueblo en todos sus estratos, estructuras partidarias obsoletas, carentes de liderazgo e integridad, partidos defensores de sus intereses y del status quo de la corrupción que se extiende por toda la institucionalidad del país. La solución que como pueblo debemos plantearnos en 2026, es votar por una candidata o candidato integro, y también darle la mayoría legislativa para emprender la verdadera transformación que Costa Rica necesita.
La derrota de Kamala Harris no es solo un reflejo del descontento con el establishment, sino también un llamado a la acción para que el Partido Demócrata reevalúe sus estrategias y políticas. La clave para reconectar con el electorado radica en abordar las preocupaciones económicas de manera efectiva y en construir una narrativa que una, en lugar de dividir. En un contexto donde la desigualdad crece, es imperativo que los líderes políticos tomen en cuenta las voces de la clase trabajadora y promuevan un cambio real que beneficie a todos.
Interesante leer a Allen Perez de Massachussetts…………siguen equivocados.Primero ,los estados unidos,cada uno de los estados, un mundo,pretendiendo llevar ideas y proyectos socialistas fuera de California,Chicago,New York donde han fracasado,por una razon clara y contudente : EEUU es un pais CAPITALISTA.
Los medios a su favor y la misma Kamala,escondieron los problemas cognitivos de Biden,hasta que fue evidente, y le dieron un golpe de estado.Sin voto alguno ungieron a Kamala,cuya unica virtud es ser mujer y cafe con leche.Inepta total.Se tiraron al cuento del aborto,el cual no les resulto,pues la Corte Suprema paso el poder a cada estado para que a traves del voto decidieran.Para una mujer en Pennsylvannia,el aborto no es tema,pues tiene una legislacion liberal que le permite hacer lo que quiera.En Texas es diferente pero asi lo decidieron los votantes.Lo que preocupa es la economia….stupid !!,la frase de Carville.
El pais supo lo que era vivir con Trump,y era mucho mejor en todo aspecto que con Biden/Harris. El cuento de que tenemos a Hitler de presidente de EEUU ,ni el mismo Allen lo cree.Los democratas se gastaron 1 billon de dolares en la campaña y terminaron con 20 millones de deuda……que desperdicio!
Los latinos votaron por Trump,los morenos tambien.Kamala no gano una sola mesa en todo EEUU con votos superiores a los de Biden. Eso nos lleva a concluir que en efecto las elecciones del 2020 se las robaron a Trump.
Si no es asi, haga la matematica,Trump saca casi los mismos votos , y Kamala menos,pero muchos menos que Biden…….donde estan esos votos que le dieron el triunfo a Biden ???
El pueblo estadounidense es un pueblo domesticado y con un alto grado de ignorancia, al igual que son todos los pueblos donde rige el capitalismo neoliberal, no se vende una ideología colonialista, genocida, explotadora y saqueadora como esta a un pueblo culto y educado.
De veras es repugnante cuando en los EUA se refieren al partido demócrata como de izquierda, son la derecha y los republicanos son la extrema derecha y cada vez se asemejan más entre sí, en realidad son un solo partido y aunque solo para ahorrar saliva y tinta qué tal llamarlo “AIPAC”.
Este amañado circo electoral gringo propagado por esas enormes compañías de la desinformación es la mayor venta de humo en el mundo y por eso el genocidio en Gaza que lleva a cabo Biden continuará exactamente igual con Trump, más guerras militares o económicas vendrán no importa, pues al fin y al cabo son igual de dañinas.
Si a alguien debe Trump agradecerle su triunfo es a B. Obama, Bill Clinton y Bernie Sanders, si hay algo que un pueblo odia por ignorante que este sea es a cobardes y traidores como estos hablándoles con condescendencia.
Julio César Madrigal Mora
4-1150225
Seran 4 años durisimos para las personas de bajos recursos. En los ultimos dias la bolsa de valores esta extra positiva, el dolar en muchos paises donde esta weak (debil EJ C.R)) se levantara tormentosamente. Algunos que perdimos en las elecciones quizas seamos ganadores como ocurrio en el pasado y algunos ganadores en las elecciones quizas sean perdedores como lo fueron en el pasado. La persona que esta bien economicamente y con inversiones, generalmente la pasa mucho mejor con trump.
Ojala, que se le meta a las corporaciones que controlan los precios excesivos en carnes(res,cerdo,pollo etc), supermercados y medicinas.Lo veo un poco dificil ya que dichas corporaciones estan controlando los precios a nivel global y con mucho poder. Cuando se tiene la opcion de solo comprar lo que esta en oferta es una ventaja que muy pocos tenemos.
PD/ mi proyeccion financiera del precio del dolar en CR para mediados del 2025. Sera posiblemente de mas 750 por dolar como minimo.
Ojala, que arreglen la porqueria del aeropuerto de Liberia antes que trump lo ordene . Ya que pagamos una buena cantidad de impuestos por usarlo.