Beijing, 8 nov (Prensa Latina) El presidente italiano, Sergio Mattarella, comenzó hoy su agenda en China con un recorrido por el Palacio de Verano, uno de los sitios culturales y turísticos más emblemáticos de la capital.
Previo a su llegada, Roma y Beijing expresaron su interés en aprovechar esta visita de Estado para reforzar la cooperación en diversas áreas prácticas y fortalecer los intercambios culturales, con el objetivo de consolidar los lazos entre los dos países y sus pueblos.
La llegada de Mattarella ocurre en medio de las celebraciones por los 20 años del establecimiento de la asociación estratégica integral entre ambas naciones y coincide con el 700 aniversario de la muerte de Marco Polo, el célebre viajero italiano.
Según criterio de observadores, Italia trata de encontrar canales de diálogo adecuados con un país considerado entre las principales potencias mundiales, integrante del importante grupo Brics, actor internacional con una influencia política, económica y comercial considerable en la actualidad que tiende a ampliarse en el futuro.
La agenda del jefe de Estado se extenderá hasta el 12 de noviembre e incluye reuniones con su homólogo, Xi Jinping, y con el primer ministro del país asiático, Li Qiang.
Mattarella también se encontrará con el presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional, Zhao Leji, e impartirá una conferencia magistral en la Universidad Beida de Beijing.
En el centro de sus conversaciones con el líder chino y otras altas autoridades de la nación asiática estarán las relaciones económicas y comerciales.
China e Italia emitieron recientemente un plan de acción para fortalecer la asociación estratégica integral (2024-2027), después del encuentro aquí entre el presidente Xi y la primera ministra Meloni.
Roma salió a finales del año pasado de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, propuesta por China hace 11 años.
Italia era el único país del G7 que había adherido al megaproyecto de infraestructura que busca conectar a Asia, Europa y África principalmente.
Por otro lado, Italia fue uno de los 10 países de la UE que respaldaron la imposición de aranceles a la importación de vehículos eléctricos desde el gigante asiático, una decisión que rechazó Beijing tras calificarla de injusta, proteccionista y poco razonable.