La democracia se basa, como elemento primigenio, en el derecho del pueblo a decidir. Luego viene el cómo y el cuándo, así como los principios y reglas para la toma de decisiones y en particular en el garantizar la mayor libertad y transparencia en la elección, así como para evitar que una mayoría imponga su voluntad de manera de limitar derechos y libertades de los demás.
Es así como el pueblo norteamericano decidió recientemente que quería como gobernante por los próximos cuatro años, a una persona de la cual se conocen actuaciones delictivas comprobadas, e incluso condenadas por los tribunales competentes, y aunque todavía se encuentran en curso varias causas por juzgar, todo se suspende por el momento, debido a que los gobernantes gozan de inmunidad (relativa) durante su período de gobierno.
Varias acusaciones en su contra tienen que ver primero con el soborno a la actriz de películas para adultos y las matráfulas en los registros financieros necesarios para ello, la segunda con la retención de documentos clasificados después de dejar la presidencia. La tercera acusación de Trump es el resultado de la investigación del fiscal especial Jack Smith sobre los supuestos esfuerzos del expresidente y sus aliados para anular las elecciones de 2020.
La acusación formal alega que Trump y un cómplice “intentaron explotar la violencia y el caos en el Capitolio llamando a los legisladores para convencerlos… de retrasar la certificación” de las elecciones. También alega que otro cómplice presionó al entonces vicepresidente Mike Pence a “violar la ley” para retrasar la victoria del presidente Joe Biden. La campaña de Trump emitió un comunicado poco después de la acusación negando las acusaciones. Trump se declaró inocente de los cuatro cargos.
El 6 de febrero de 2024, un tribunal federal de apelaciones dictaminó que Trump no es inmune al procesamiento por presuntos delitos que cometió durante su presidencia para revertir los resultados de las elecciones de 2020. El 1 de julio, la Corte Suprema rechazó esa decisión y dictaminó que Trump puede reclamar inmunidad limitada frente a un proceso penal por acciones tomadas en el cargo, lo que probablemente retrasará aún más el juicio en el caso.
Los documentos de acusación hacen referencia repetidamente a seis cómplices, pero como es práctica común, sus identidades se mantienen en reserva porque no han sido acusados de ningún delito.
Las acusaciones se pueden resumir en lo siguiente:
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Conspiración para defraudar a Estados Unidos
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Conspiración para obstruir un acto oficial
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Obstrucción e intento de obstruir un acto oficial
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Conspiración contra los derechos de otros
Las declaraciones públicas de Trump en las que —según los fiscales federales— durante más de dos meses después del día de las elecciones el 3 de noviembre de 2020 el entonces presidente “difundió mentiras de que hubo un fraude que determinó el resultado de las elecciones y que en realidad había ganado”. “Poco después del día de las elecciones, el acusado también buscó medios ilegales para descontar votos legítimos y subvertir los resultados de las elecciones”, sostiene la acusación.
Una llamada telefónica del 2 de enero de 2021 entre el entonces presidente Donald Trump y el secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, en la que Trump “mintió” en un intento de “inducirlo” a anular las elecciones y encontrar el número exacto de votos para obtener ventaja.
Este es el individuo que ha de gobernar el país más poderoso, aparentemente, de la tierra, y aunque los que no tenemos ninguna oportunidad á hacer valer nuestra opinión lo consideremos un ser peligroso, tanto para la estabilidad de su propio país como para la paz mundial, sí tenemos la obligación de respetar la decisión del pueblo norteamericano, ignorante e inculto como casi todos los del planeta. Ignorancia inducida generalmente a través de programas educativos que los propios gobiernos han implementado para hacer cada vez más fácil la manipulación de las decisiones ciudadanas, sobre todo en las campañas políticas.
Por ello, así como en ocasiones anteriores hemos solicitado respeto hacia las decisiones ciudadanas, cuando países latinoamericanos han escogido como gobernantes a personajes calificados como de izquierda, en esta oportunidad lo solicitamos cuando el pueblo norteamericano ha escogido un delincuente descarado como su presidente. Así es la democracia, nos guste o no.
Todas las acusaciones se llevaron a cabo,porque lo que habia que lograr, utilizando a la Corte, era impedir a Trump su participacion electoral.El electorado asi lo comprendio aumentando su popularidad cada vez que tenia que presentarse en los juzgados.Intentos de asesinato.El pueblo lo vio como la victima, de un entablado de la izquierda norteamericana que creyo que todavia dominaba a los latinos y negros a su antojo, para de ellos obtener los votos.Esa fue la sorpresa, ademas que Kamala no es una mujer brillante.
A veces pienso en el PAC en Costa Rica. Los temas que los llevaron al gobierno hoy dia no son los mismos.Eso deben pensar los del Partido Democrata,pues Trump se les metio en New York , New Jersey y la misma California fuertemente.
Alfonso : Vos que sos un estudioso :En el 2020 Biden obtuvo 81.2 millones de votos y Trump 74.2 millones.
No se han terminado de contarlos votos pero Trump obtendra en este 2024 unos 76 millones y hace mesa gallega.Kamala anda por los 71 millones.Que se hicieron esos 10 millones de votantes del 2020 que ejercieron su derecho al voto por correo durante la pandemia ?? Sera que de verdad se la robaron en el 2020?
Millones de dólares invertidos en una campaña de desprestigio para Trump y sus millones de seguidores. Temas como un país dividido, retrocesos en derechos humanos y libertad de expresión fueron los argumentos demócratas para tratar de ganar votos, sumado a esto también la industria cinematográfica y sus estrellas tratando por medio de las redes sociales de atrapar el voto joven. El proceso electoral de Estados Unidos debe ser observado en Costa Rica por el TSE, para desde ya marcar la cancha para la próxima contienda, se viene un 2025 donde algunas agrupaciones tratarán de aferrarse con todas las fuerzas a pesar de que ya son cementerios políticos en lugar de partidos políticos.
La democracia se asienta en un juego limpio, no en el triste espectáculo que pudimos ver
Las consecuencias de esta «elección* las sufrirá todo el planeta
En otra época hubiera preferido los demócratas, pero esa guerra en Ucrania y los negocios del hijo de Biden dejan muchisimo que desear.