San José, 20 Nov (DNP).- El uso que se le da al aguinaldo, que se paga en diciembre, puede ser no solo variado, sino también incorrecto.
Pago de deudas, viajes, regalos, marchamos, ahorros… La canasta de posibilidades es amplia y de ahí la importancia de tener un plan adecuado para aprovechar de mejor manera el conocido “decimotercer mes de salario”.
Con el analista financiero Juan Diego Sánchez, docente de posgrado de la Escuela de Administración de la Universidad Nacional (UNA), se valoraron algunas opciones para que ese dinero que ingresa a las manos de las personas asalariadas represente un beneficio en la economía personal y familiar.
1. El pago de deudas debe ocupar la prioridad en el uso del aguinaldo. “Debemos considerar que el aguinaldo yo no debería tomarlo como un plus para gastar, sino entender que, si yo tengo deudas, debo abonar todo lo que pueda a esa deuda. Eso me va a bajar la cantidad de intereses en el largo plazo e incluso me permitiría renegociar la cuota por mes y hasta bajarla”, manifestó Sánchez.
Otros gastos de temporada, como el pago del marchamo, impuestos municipales, membresías, por citar los más recurrentes, también deben tener ese grado de priorización.
2. Evitar los “sesgos de validación”. Estos nacen a partir de frases como “yo me lo merezco” o “para eso trabajo”, que pueden producirse por un exceso de dopamina (vinculada con el deseo) y serotonina (que causa satisfacción) en el organismo.
Si bien la persona tiene todo el derecho de disponer de sus recursos para la compra de bienes o servicios enfocados en estas áreas, lo importante es que no pierda de vista que decisiones desmedidas puedan generar un desequilibrio financiero. “Debemos valorar que las emociones desbordadas nos pueden afectar en el largo plazo por el disfrute en el corto plazo”.
3. Darle cabida al presupuesto. El control de las emociones se logra con medidas que apunten a la racionalidad. El experto en finanzas de la UNA considera que sentarse a hacer un presupuesto de cómo distribuir el aguinaldo atendiendo las prioridades señaladas genera conexiones neuronales que reducen esa carga emocional.
4. Volver al “lápiz y al papel”. Sánchez, incluso, va más allá con la técnica del presupuesto. Si bien hacerlo en una hoja de Excel es propicio, hacerlo a puño y letra activa y estimula hormonas como el cortisol, que es un precursor del estrés, pero que sirve de alerta sobre el control que debe tener una persona sobre el manejo de sus recursos.
“En Costa Rica, desde hace unos años se descartaron los dictados, mientras que, en países desarrollados, principalmente los nórdicos, se descubrió que activar la escritura a nivel motor activa lóbulos temporales que genera rutas de pensamiento repetitivos, criterio experto y conexiones neuronales”, detalló Sánchez.
¿Y cuánto ahorrar?
Para muchas personas que reciben el aguinaldo, la alternativa es “ahorrar lo que se pueda”. Ahora, si descontados los gastos urgentes y según el presupuesto, queda un remanente, el docente de la UNA se refirió a las tres teorías del ahorro que pueden considerarse.
“Desde un punto de vista académico, se habla de que ahorrar una tercera parte de ese ingreso es lo recomendable. Ahora, si se habla en términos de una persona inversionista que pueda destinar la mitad de su aguinaldo a estos fines se puede considerar que es alguien con una salud financiera bastante alta”, estimó Juan Diego Sánchez.
El tercer escenario es el pragmático donde no existe un monto o porcentaje definido. Refiere a las personas que cuentan con una o varias deudas y apuesta a la amortización de su crédito con el aguinaldo y puede destinar una porción al ahorro, “porque al final de cuentas, lo que podamos guardar, ya se considera ganancia”, indicó.
Hacia futuro
Puede ser que el aguinaldo 2024 ya esté comprometido por obligaciones económicas anteriores o por pagos venideros. Pero esto no implica que las personas que reciban este ingreso puedan hacer un “borrón y cuenta nueva” y proyectar cómo prepararse para el ingreso del 2025.
En esta línea, la principal recomendación de Sánchez es evitar las tentaciones de los ofrecimientos de “adelanto de aguinaldo” que brindan algunas entidades. Con este mecanismo, el trabajador recibirá en adelante la proyección de este ingreso con base en su salario, el cual saldará posteriormente cuando lo reciba.
Al respecto señaló dos riesgos: primero, si la persona pierde su trabajo en el transcurso del año podría quedar con una deuda cuyo pago se dificultaría y podría afectar hasta su récord crediticio. Segundo: las tasas de interés que se cobran en algunas ocasiones pueden superar el 25%, con un peso muy importante sobre el ingreso que se percibe.
De nuevo, el académico insta a que en esta etapa se proceda con la elaboración de un presupuesto que considere el aguinaldo que podría recibir y apuntó como eje adicional, incorporar a la familia (incluidos a los hijos, si los hay), para que se incentive en ellos la planificación y la educación financiera.
“En hogares donde hay problemas financieros, el tema del dinero es un tabú, no se habla de él o genera rencillas. Debemos formar a futuros ciudadanos que crezcan sin miedo al dinero, donde puedan referirse a él de manera abierta”, agregó.
Por otra parte, instó a prestar atención a los “gurús” o influencers financieros que desde plataformas como Instagram o TikTok suelen dar consejos en esta materia, sin ningún criterio experto con lo que podrían inducir a la toma de decisiones poco acertadas o contraproducentes.