sábado 25, enero 2025
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Colombia conmemora cinco años del estallido social que marcó su historia reciente

Bogotá, 22 nov (Sputnik).- Colombia conmemoró este 21 de noviembre el quinto aniversario del estallido social de 2019, uno de los momentos más significativos en la historia reciente del país: con marchas convocadas por organizaciones sociales, sindicales y estudiantiles, la fecha sigue siendo un símbolo de transformación política y social.

El Paro Nacional de 2019 fue convocado en medio del descontento ciudadano frente a las políticas del gobierno de Iván Duque. La presión social llevó a importantes cambios políticos, como la renuncia del ministro de Defensa, Guillermo Botero, tras revelarse operaciones militares cuestionadas, y el retiro de propuestas de reformas laborales y pensionales que habían generado un amplio rechazo.

El movimiento social no solo evidenció una crisis de legitimidad del gobierno de Duque, sino que sentó las bases para una mayor participación política de sectores históricamente marginados. La elección de Gustavo Petro como el primer presidente de izquierda de Colombia en 2022 es vista como uno de los efectos de este estallido social.

Para el abogado Jorge Iván Cuervo Restrepo, docente y experto en política de la Universidad Externado de Colombia, dichas protestas propiciaron un impacto importante en la representación política de sectores históricamente marginados.

«La elección del presidente Petro es, junto a otras variables, un resultado de ello. La participación del Pacto Histórico y otros grupos de izquierda en el Congreso también refleja este fenómeno», indicó Cuervo Restrepo, en diálogo con la Agencia Sputnik.

Sin embargo, Cuervo advirtió que muchos de los líderes locales de las protestas no lograron consolidarse políticamente. «No todos los líderes que estuvieron al frente de las movilizaciones y marchas lograron hacer el tránsito hacia la política», señaló.

El estallido social puso en el centro del debate público problemáticas estructurales como la desigualdad, la corrupción y la violencia contra líderes sociales.

Aunque las manifestaciones fueron mayoritariamente pacíficas, en varios casos se registró el uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades, lo que generó llamados a reformar las fuerzas de seguridad y garantizar el respeto a los derechos humanos.

El movimiento también fortaleció a la sociedad civil, con la creación de nuevos colectivos y movimientos que buscan promover cambios en áreas como la educación, la salud y el medio ambiente.

La conmemoración de este aniversario ha impulsado iniciativas de memoria histórica, como la inauguración en octubre de 2024 del parque memorial «6.402 razones para no olvidar» en Bogotá, dedicado a las víctimas de ejecuciones extrajudiciales conocidas como «falsos positivos». Este espacio busca mantener viva la memoria y fomentar la reflexión sobre las injusticias del pasado.

A pesar de los avances, persisten retos significativos para abordar las demandas estructurales que surgieron durante el estallido social. Aunque el gobierno de Petro ha intentado impulsar cambios en línea con las exigencias de 2019, el camino no ha estado exento de dificultades.

«En su Plan de Desarrollo, el Gobierno Nacional fue coherente con algunas de esas ideas, aunque enfrentó problemas de configuración, estructuración y evaluación de políticas, programas y proyectos», indicó Cuervo.

No obstante, destacó que la narrativa del presidente ha mantenido viva la agenda del estallido, con un discurso antiélite y a favor de los sectores más vulnerables.

«Aunque no se han logrado los cambios estructurales esperados, el tema ha quedado en la agenda política, y eso es relevante», concluyó el experto.

Este aniversario no solo es un recordatorio de los desafíos que enfrenta Colombia, sino de los grandes retos que aún tiene el país por delante y que podrían desembocar en un nuevo estallido. (Sputnik)

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