Río de Janeiro (Brasil), 22 nov (Sputnik).- La Policía Federal de Brasil considera que el expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022) era el líder de la organización criminal que planeaba dar un golpe de Estado tras las elecciones de 2022 para mantenerse en el poder y evitar que el mandatario electo Luiz Inácio Lula da Silva asumiera el Gobierno, según medios locales.
El informe policial que denunció a Bolsonaro y otras 36 personas se conoció parcialmente el jueves y permanece bajo secreto de sumario, pero según medios como CNN Brasil, en sus más de 800 páginas Bolsonaro es señalado como «líder de la organización criminal» porque transitaba en todos los núcleos organizativos estructurados para dar el golpe de Estado.
La Policía Federal detalló que la trama golpista organizó al menos seis grupos diferentes: uno dedicado a la desinformación y los ataques al sistema electoral, otro para estimular que los militares se sumaran al golpe de Estado, un núcleo jurídico, otro para apoyar las acciones golpistas, un departamento de inteligencia paralela y uno operacional para cumplir medidas cautelares.
Según el informe policial citado por CNN, Bolsonaro «permeó todos los núcleos», aunque «actuó directamente en la desinformación y ataque al sistema electoral (núcleo A)».
El documento policial también señala claramente que «el objetivo de la organización criminal era mantener a Bolsonaro en el poder».
Tras diez meses de investigaciones, el jueves la Policía Federal concluyó un informe en el que acusa a Bolsonaro y otras 36 personas, entre ellas tres exministros de su Gobierno y varios militares de alto cargo.
Los indicios encontrados por la policía incluyen tanto el intento de golpe de Estado del 8 de enero de 2023 en Brasilia, cuando miles de bolsonaristas invadieron las sedes de los tres poderes, como planes que se conocieron más recientemente, como la idea de asesinar a Lula, al vicepresidente Geraldo Alckmin y al juez del Tribunal Supremo Federal Alexandre de Moraes.
El informe policial ya está en manos del juez Moraes, quien lidera las investigaciones desde el principio, y después pasará a manos de la Procuraduría General de la República (la Fiscalía), que lo analizará con detalle y decidirá si presenta denuncias formales para que Bolsonaro y el resto de presuntos implicados pasen a la condición de imputados.
Solo después, Bolsonaro y los otros supuestos integrantes del plan golpista serían juzgados, algo que según los cálculos de la mayoría de analistas políticos y juristas podría ocurrir entre 2025 y 2026.
Los delitos de los que está acusado Bolsonaro (golpe de Estado, violación del Estado democrático de Derecho y pertenencia a organización criminal) pueden sumar, en total, hasta 28 años de cárcel. (Sputnik)