Ciudad de México, 26 nov (Sputnik).- El embajador de EEUU en México, Ken Salazar, alertó el martes que la inseguridad atenta contra la democracia en el país, y genera migración como en Haití y Venezuela.
«La democracia requiere la seguridad del pueblo, sin la seguridad del pueblo tiembla la democracia, y esa es la realidad en lugares como Haití, como Venezuela, y por supuesto, lo puedo decir, también aquí en México», dijo Salazar en conferencia de prensa en la Ciudad de México.
El representante del Gobierno del presidente de EEUU, Joe Biden, sostuvo en la residencia oficial que los cuatro países latinoamericanos de donde están saliendo migrantes en números muy altos son Venezuela, Nicaragua, Haití y Cuba, donde considera que hay falta democracia, inseguridad y crisis económicas.
«Venezuela es el primero, donde han salido siete millones de migrantes por la falta de la democracia y de una economía que trabaje para el bienestar de la gente», agregó el diplomático.
Salazar agregó que la población mexicana también está migrando de los cuatro estados que sufren más violencia del crimen organizado: Chiapas, Michoacán, Guerrero y Guanajuato (centro-sur).
«¿Por qué están saliendo tanto mexicano de sus estados? es porque se requiere la seguridad, esa es la realidad de México que se reconoce donde quiera», aseguró.
Tráfico de drogas y armas
El embajador también aceptó las críticas de la presidenta Claudia Sheinbaum ante el anuncio del próximo mandatario estadounidense, Donald Trump, quien anunció aranceles de un 25 por ciento a las exportaciones de México y Canadá si no cesan los flujos migratorios y el tráfico de drogas, en particular el opiáceo sintético fentanilo.
«El consumo (de drogas) en EEUU es parte del problema, esa es la realidad, también lo he reconocido yo muchas veces en México, y el tráfico de armas que llega y mata a tantas personas en México se tiene que reconocer que vienen de empresas que fabrican esas armas en EEUU», prosiguió.
Salazar indicó que el tráfico de fentanilo, que causa una epidemia de sobredosis que mata a unas 110.000 personas al año en EEUU, se origina en países asiáticos.
«También se tiene que reconocer que los precursores (químicos), incluso el fentanilo que llega de los países asiáticos, llega a México, EEUU y también a Canadá. Entonces, decir que es un problema de un país u otro no es ver el problema como es, que es un problema del mundo», y en particular de los tres países de Norteamérica, agregó.
El embajador evitó referirse a las amenazas de Trump y a la respuesta mexicana y canadiense en materia comercial, y señaló en particular la inseguridad en el estado de Chiapas (sureste), en la frontera mexicana con Guatemala.
«La solución se tiene que hallar en el desarrollo del sureste de México, en el rincón olvidado, lugares como Chiapas», indicó.
En ese pasaje elogió el Corredor Interoceánico en el istmo de Tehuantepec, con un ferrocarril construido por el Gobierno mexicano en años recientes para «contener la migración y levantar el bienestar del pueblo de México en el sureste».
Sheinbaum, advirtió en una carta dirigida a Trump que México impondrá aranceles a EEUU si el próximo presidente cumple con la amenaza de aplicar impuestos de 25 por ciento a las exportaciones de sus socios en Norteamérica.
La mandataria añadió que imponer un arancel no es aceptable y causaría a EEUU y a México inflación y pérdida de empleo. (Sputnik)
EEUU, Francia y otros amigos europeos de los opioides le echan la culpa a México, donde la oferta prospera gracias a la escandalosa demanda. Y resulta paradójico y muchos hacen silencio, que la verdadera razón de ese vicioso encadenamiento se origina por la inestabilidad, depresión y opresión económica que sufren millones de ciudadanos de esos países. Así vemos, como cientos de miles desembocan en esas «salidas». Como el alcohol y otros vicios, son remedios para enterrar su existencia por falta de un estable destino. Así también vemos como miles dejan sus respectivos países, en busca de otro mundo que le garanticen a su familia, otro nivel de vida. Tales migrantes, ante sus necesidades básicas serán inmisericordiamente explotados. O sea, con salarios de hambre y triple jornada para esas gentes, son aceptables en comparación a sus países de origen. Mientras ganaban $100 mensuales, allá afuera les dan $300. Una ínfima suma, apenas para no morir de hambre. Ocultas realidades, donde las drogas y los migrantes se conjugan, para vivir en dizque democrática inseguridad. Que el sombrerudo Salazar se llene la boca, sin ver la realidad de su país (USA), es patológico y tóxico. El dueño del excesivo poder no puede disfrazar su quimera Vaya diplomático.