San José, 28 Nov (DNP).- A agosto de 2024 la tasa de desempleo en el país se ubicó en un 6,7%, una de las más bajas que se han registrado. Sin embargo, este descenso es producto de la salida de personas de la fuerza laboral, más que de un incremento en la cantidad de los puestos de trabajo.
Esta es una de las conclusiones más relevantes del IV Informe de Proyecciones Macroeconómicas 2025 y Análisis del Mercado Laboral en Costa Rica que presentó el Centro Internacional de Política Económica para el Desarrollo Sostenible (Cinpe) de la Universidad Nacional (UNA).
Mientras que, en setiembre del 2020, el desempleo afectaba a un 20,1% de la población, en setiembre de 2024 (cuatro años más tarde) ese porcentaje se redujo a 7,6%.
Pero cuando se analiza la tasa neta de participación laboral (personas de 15 años o más que está desempleada o empleada, con respecto al total de la población), se determina que esta bajó de un 59,8% en setiembre del 2020 a un 56,5% en setiembre de 2024. Incluso, el porcentaje llegó a alcanzar un promedio del 61% del 2013 al 2019.
“Al comparar el bienio 2021 y 2022 contra el 2023 y 2024, la población desocupada disminuyó en un promedio anual de 153 mil personas. Sin embargo, la población ocupada incrementó de manera más moderada, con un promedio anual de aumento de 58 mil personas”, reseña el informe.
Al mismo tiempo, la población que está fuera de la fuerza laboral mostró un crecimiento significativo de 131 mil personas como promedio anual durante ese mismo periodo.
“Este comportamiento revela que, a pesar del crecimiento económico observado en 2023 y 2024, con una media superior al 4,5%, la reducción de las tasas de desempleo se debió principalmente a la salida de personas de la fuerza laboral, desmotivadas por las condiciones del mercado”, menciona el estudio, que se presentó este 27 de noviembre.
Incluso, aunque hacia finales de 2024 se observa una leve recuperación en la tasa de participación laboral todavía no se alcanzan los niveles registrados antes de la pandemia.
Otras variables
Los investigadores del Cinpe-UNA hicieron una aproximación para explicar la correlación entre educación y desempleo. De esta manera, se estableció que, en la población con niveles de educación secundaria incompleta, la tasa de participación laboral se ubicó en 49,7%, pero esta aumenta
¿Y por qué las personas salen del mercado laboral? Entre el 2010 y hasta el tercer trimestre de 2024, la principal razón (60%) se debe al fin del vínculo laboral, ya sea ocasional o estacional, por reestructuración o recorte de personal. En segundo lugar, están las salidas por motivos personales como las renuncias voluntarias y en tercer puesto, las malas condiciones en las que desempeñaba sus funciones.
Esas razones son diferentes si se analizan según el género. En el caso de los hombres su salida responde más a una renuncia obligada o término de contrato, mientras que en las mujeres el principal motivo tiene relación con el fin de un trabajo ocasional o estacional y reestructuración o recorte de personal.
Si se analiza por sectores, los que corresponden a comercio y reparación, hoteles y restaurantes, actividades profesionales y administrativas de apoyo y en enseñanza y salud, vieron crecer la cantidad de ocupados. Caso contrario son agricultura, ganadería y pesca; industria manufacturera y construcción, donde hay descensos variables.
El Cinpe-UNA también analizó el nivel de aseguramiento de las personas trabajadoras. En este aspecto, enfatiza el informe que, pese a los signos de recuperación económica y aumento en la formalidad, aún existe una proporción considerable de la fuerza laboral sin acceso a los beneficios de la seguridad social.
Muestra de ello es que al tercer trimestre de 2023 la cantidad de personas ocupadas con seguro de trabajo eran 1.632.155, mientras que las que carecían de este beneficio rondan las 600.000.
Tanto las personas calificadas como no calificadas mostraron una salida importante de sus puestos de trabajo en este 2024, lo que indica que en ambos grupos hay menos individuos en búsqueda de empleo.