Me han comunicado de una encuesta para opinar sobre la conveniencia de un proyecto de ley que pretende unificar las elecciones municipales, ejecutivas y legislativas en una sola jornada el primer domingo de febrero cada cuatro años.
Yo opino, como en su momento lo hice también, que separar las elecciones municipales fue una buena medida para acercar aún más al régimen municipal a la gente. Que sean poco concurridas, es decir que haya mucho abstencionismo, es un fenómeno que no sucede solo en Costa Rica.
Unificar las elecciones es volver atrás, donde la gente votaba una lista presentada por los partidos políticos sin conocer a nadie, ni siquiera al candidato a alcalde.
Que haya apatía en la gente no es culpa de la separación de las elecciones, es culpa del desempeño de las municipalidades.
Es culpa de un sistema democrático que ha perdido credibilidad entre la gente por los múltiples hechos de corrupción y clientelismo.
Es la misma razón por la cual el pueblo costarricense, frustrado, se decidió por apoyar a un movimiento ubicado aún más a la derecha que los gobiernos que le antecedieron y que hoy gobierna.
Lo que corresponde son medidas para recuperar la credibilidad e incentivar el entusiasmo para la participación de la gente.
(*) Juan Félix Montero Aguilar es educador pensionado.
Muy atinado el artículo de opinión, pero mucha de la culpa de la apatía política que genera abstencionismo en los costarricenses la tienen los partidos políticos tradicionales. Basta con mirar las convenciones del PLN y PUSC, para darse cuenta que lo último que tienen en mente es trabajar por Costa Rica. Dentro de los mismos partidos construyen «sindicatos de afinidad» cuyo único objetivo es favorecer a todos aquellos que se encuentran en la órbita de estos pequeños reinos. Como sociedad vamos a exigir más para las próximas elecciones y todo aquel partido que no este a la altura de lo que los costarricenses demandamos pasará a la historia.