Después de semanas de estabilidad del dólar entre los ₡520 y los ₡530 entre junio y agosto de este año, el valor de la moneda de Estados Unidos en el país ha venido bajando de manera lenta pero evidente. De hecho, para este jueves 28 de noviembre, al cierre de esta nota, su valor se encontraba en ₡506,55 la compra y ₡513,17 la venta, aunque el miércoles de la semana pasada llegó a estar a ₡505 y a ₡510, respectivamente.
Pero, incluso, ese número podría bajar aún más y, en el corto plazo, usted podría incluso pagar menos de ₡500 para comprar un dólar. Aunque ese escenario no es seguro y ni siquiera claro, el economista y docente de la Escuela de Economía de la Universidad de Costa Rica, Miguel Cantillo Simón, afirma que “no debería de sorprendernos” que eso llegue a pasar.
De acuerdo con un modelo de cálculo desarrollado por el propio Cantillo, es difícil que el dólar baje a ese nivel, pero en sus propias palabras, la gente debe estar mentalmente preparada para un escenario de ese tipo.
Pero ¿por qué el dólar descendería tanto? Empecemos por lo más evidente: se viene diciembre y el pago de los aguinaldos. Las empresas transnacionales establecidas en el país darán ese dinero extra con dólares convertidos a colones, lo que aportará una buena suma de esa moneda al país y una mayor demanda de la moneda nacional.
Además, diciembre trae días soleados, perfectos para pasear. Esto también genera turismo: el doceavo mes del año es el inicio de la temporada alta y eso implica un ingreso extra de dólares mientras dure esta estación de fin y principio de año. Sin embargo, el economista recalca que los dólares que ingresan al país por turismo no son ni la mitad de los que aporta la inversión extranjera directa.
Otros puntos que explican la baja del «$»
Históricamente, Costa Rica ha tenido una inflación más alta de la que maneja la economía estadounidense. Pero desde la pandemia, esto ha sido al revés.
Para el inicio de la crisis sanitaria del Covid-19, en febrero del 2020, el tipo de cambio en el país estaba a 571 colones por cada dólar. Desde ese momento y hasta octubre pasado, Estados Unidos ha presentado una inflación acumulada 12 % mayor a la nacional. Entonces, según los cálculos de Cantillo, si se resta ese porcentaje al costo del colón en febrero del 2020, eso daría un valor de unos 510 colones.
Cantillo señala que esto explicaría que el colón haya recobrado el valor, en parte, debido a temas inflacionarios desde un fenómeno atípico como lo fue la pandemia.
A esto hay que sumarle la balanza de pago positiva que tiene el país desde hace años con respecto al dólar. Es decir, que a Costa Rica entran más dólares de los que salen, producto – de nuevo – de la inversión y del turismo, algo que ya ocurre de manera permanente.
En este escenario, hay que tomar en cuenta que el país también «saca» dólares en grandes transacciones como las que hace para importar petróleo o las de los fondos de pensiones en el mercado internacional. A pesar de esos factores, el mercado interno sigue teniendo muchos más dólares que colones.
Otro aspecto considerado por este economista para la atracción de la divisa estadounidense son las condiciones que ofrece Costa Rica para el establecimiento de empresas norteamericanas: algunas de ellas son la mejora en las calificaciones de por parte de las firmas evaluadoras de riesgos, la cercanía con el territorio de Estados Unidos, el personal calificado y la buena educación del país (en comparación con otros competidores de la región).
Y, para concluir con estos motivos, hay uno de largo plazo. Cantillo explica que el Fondo Monetario Internacional (FMI) podría recalificar a Costa Rica, en cualquier momento, de un país de ingreso “medio alto”, a uno de ingreso “alto”. En sus palabras, esto es prueba de que la economía nacional está en un proceso de crecimiento y desarrollo.
Agrega que, cuando esto ocurre, la moneda local de ese país se revaloriza a largo y muy largo plazo, como ha pasado en Costa Rica durante los últimos 20 años. Es decir, su economía sostiene una moneda cada vez más fuerte, como pasó con los llamados “tigres asiáticos” (Singapur, Tailandia, Malasia, entre otros).
En este contexto, Cantillo aconsejó a los sectores exportadores ser más productivos para evitar que esta situación les afecte de forma severa. De hecho, según el último análisis realizado por el Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE), publicado en octubre, las exportaciones tuvieron un aumento del 8,6 % entre setiembre del 2023 y del 2024, lo que quiere decir que ese objetivo se está cumpliendo.
Descartar al mercado negro como causante
Mucho se ha especulado en meses anteriores que los dólares que ingresan al país producto del narcotráfico u otras actividades ilícitas son los que han empujado el valor de esa divisa hacia abajo. No obstante, el docente de la Escuela de Economía difiere de esta razón.
Cantillo advierte que el flujo de dólares que manejan este tipo de organizaciones criminales en el país es insuficiente para mover la moneda norteamericana hacia abajo, como se ha reportado en el último año.
De hecho, cita como ejemplo al experto en finanzas Humberto Grant Alpízar, quien realizó un estudio en el que prueba que el lavado de dinero no alcanzaría para mover el dólar como ha venido ocurriendo.
Lo “positivo” de un dólar bajo
Cantillo señaló además que, pese a que la meta inflacionaria del Banco Central de Costa Rica (BCCR) está entre el 2 % y el 4 %, alcanzar este rango no es necesariamente lo más beneficioso para el país, tomando en cuenta que aún un porcentaje bajo hace perder poder adquisitivo a la población.
El economista además asegura que una inflación cercana a 0, como la que ha venido manejando el país en los últimos ocho meses, es la que más conviene a las personas, sobre todo a las que tienen menos recursos.
En este sentido, mantener un dólar bajo y estable, sin crecimientos abruptos, resulta beneficioso para la economía: controla que los precios de productos importados en el país no suban y, por lo tanto, que ese costo no se transfiera a la gente.
Otro aspecto beneficioso de esta situación, citado por Cantillo, es que el BCCR tiene un margen para bajar las tasas de interés entre 25 y 50 puntos base, lo que incentivaría los préstamos y a su vez, el gasto y la inversión. Eso sí, será necesario ver el comportamiento de la economía estadounidense con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca para tener un panorama más claro en este sentido.
La pregunta que queda por responder en este análisis es: ¿y qué factores harían que la moneda estadounidense se revalorice? El experto consultado señala varios escenarios:
Uno podría ser que se dispare el precio del petróleo o el de los granos. Ese es un panorama nada imposible, tomando en consideración las tensiones de guerra en Medio Oriente y en Ucrania y Rusia. Eso haría que el país tenga que gastar muchos más dólares para comprar ambos insumos, lo que reduciría la cantidad de dinero en esa moneda en el mercado nacional.
Otra es que ocurra una crisis similar a la que produjo la pandemia. En ese caso, las personas “correrían” al dólar como moneda de refugio para garantizar el valor de su dinero.
Una tercera situación sería que el próximo Gobierno decida olvidarse de la regla fiscal y generar un déficit alto que devalúe el colón, algo que parece poco probable.
No obstante, Cantillo recalca que lo más probable es que el dólar siga teniendo números similares a los que ha venido presentando; aunque, de nuevo, tampoco prevé un descenso mucho mayor al que ha mostrado en las últimas semanas.